Duck Hee Lee entra en la historia

El jugador coreano superó este lunes la primera ronda en Winston Salem, convirtiéndose así en el primer tenista sordo en ganar un partido ATP.

Fernando Murciego | 20 Aug 2019 | 09.15
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En Puntodebreak encontrarás toda la actualidad y noticias de tenis, así como fotos de tenistas e información de los torneos ATP y WTA como los Grand Slam y Copa Davis.
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Duckhee Lee, el tenista sordo. Seguro que les suena este titular, aunque solo es el más básico de todos los que se llevan escribiendo desde el año 2013. Es la historia de un coreano que fue diagnosticado con sordera desde los dos años, que no conoce el lenguaje de señas pero que sí pudo aprender a leer los labios en coreano, su idioma natal. La verdad es que son ingredientes para hacer una novela pero, ¿y el tenis? Lee no solo es un ejemplo que aplaudir, también compite y progresa como profesional. Anoche, a sus 21 años, logró dar un paso de gigante en el ATP 250 de Winston-Salem al convertirse en el primer tenista sordo que gana un partido ATP. Su ranking, 212 del mundo, nos hace pensar que el gran salto puede estar hoy más cerca que nunca.

“En muchas ocasiones, la gente se burló de mí por mi discapacidad. Me dijeron que no debería estar jugando a tenis. Definitivamente, debo confesar que fue difícil, pero tanto mis amigos como mis familiares me ayudaron a superar todos estos obstáculos”, reconoce Lee en un reportaje para la ATP publicado inmediatamente después de verle superar en primera ronda a Henri Laaksonen por 7-6 y 6-1. “Tenía muchas ganas de demostrarle a todos que podía hacerlo. Mi mensaje para todas las personas con discapacidad auditiva es que no se desanimen. Si te esfuerzas, realmente puedes lograr cualquier cosa”, confiesa el joven.

En la pista es todo un torbellino, todo lo contrario que a la hora de comunicarse con las personas. No hace falta explicar los motivos. Así que, si Mahoma no va a la montaña, la montaña irá a Mahoma. Les toca a sus rivales hablar de él. “Le vencí hace unos años, pero siempre recordaré lo que ocurrió después del partido”, señala Tennys Sandgren, quien guarda una curiosa anécdota con el tenista asiático. “Se me acercó, con el Traductor de Google en mano, y me dijo: ‘¿Cuáles son tus puntos débiles?’. Para alguien que es sordo y que tampoco habla muy bien en inglés, presentarse así fue… vamos, yo no lo haría, aunque me pareció una genialidad”, asegura el estadounidense. “Aprendes mucho acerca de cómo tu oponente golpea la pelota en función del sonido de su disparo, pero claro, si no puedes escucharlo… entonces tienes que tener una habilidad y un talento de locura”, amplía.

Andy Murray, quien no pudo superar la primera ronda en Winston-Salem, también habló de la sensación coreana. “Si tuviera que jugar con unos auriculares puestos creo que todo sería increíblemente más difícil, perdería toda sensibilidad para escuchar la velocidad de la pelota, o para entender qué tipo de efecto desprende mi rival con la raqueta. Nosotros los tenistas utilizamos mucho los oídos para recoger información a lo largo de los partidos. Obviamente, en su caso tiene una clara desventaja, por lo que ver todo lo que está consiguiendo significa un gran esfuerzo”, afirma el británico.

Llegar hasta aquí representa la victoria de un hombre al que la vida le propuso una ruta diferente, más difícil que al resto, pero quizá más satisfactorio. Este mismo verano, en el mes de junio, ya vimos a Lee disputar por primera vez la final de un Challenger. Aquel domingo no pudo llevarse la victoria, pero su sueño de alcanzar algún día el top100 se multiplicó. Quién sabe si será Norteamérica donde le veamos cumplir esa meta. “Comí espaguetis aquí y me encantaron. Creo que Estados Unidos tiene un gran ambiente, todo parece encajar bien para mí, así que me estoy divirtiendo mucho estos días”, reconocía Lee, acostumbrado estos últimos años a competir en la gira asiática. “Iré a mi siguiente partido con la misma actitud que tuve hoy, con la misma mentalidad. Voy a dar lo mejor de mí y ya veremos lo que pasa”. De momento, lo que pasa, es que su nombre quedará grabado por siempre en la historia.