Dicen que el tenis son ciclos y que después de una subida viene una bajada. Le ocurrió a Guillermo García López (La Roda, 1983) después de un gran 2016 donde no pudo alargar más tiempo aquellos buenos resultados. Pero estas dinámicas también regresan a la inversa, como en este 2018, donde el tenista español ha vuelto a recuperar el tono tras superar una complicada lesión y disfruta de nuevo dentro de la pista. El Challenger de Alicante que se disputa esta semana en Villena no pudo contar con su figura en el cuadro final pero sí aprovechó su presencia para enfrentarse ante Juan Carlos Ferrero en un partido de exhibición. Un partido al que, después de ganarlo, le acompaña una entretenida charla con Punto de Break acerca de su edad, su pequeña crisis en 2017 y la ilusión con la que afronta el tenis a punto de cumplir los 35 años.
Vaya exhibición, nunca mejor dicho.
El partido ha ido muy bien, el objetivo era pasar un buen rato y así ha sido. La gente ha disfrutado, a mí me ha servido de entrenamiento y a Juan Carlos para volver a las pistas y tocarla de nuevo. Ha estado muy bien, objetivo cumplido.
¿Ves a Juan Carlos para competir en el circuito?
Los golpes no se pierden, eso seguro. Tú lo ves golpear desde el centro de la pista con ese revés y pasa perfectamente por uno más del circuito, mantiene todavía esa tremenda calidad de top10. Pero sí es verdad que cuando dejas de jugar hay una cosa que se pierde muy rápidamente: la velocidad. La agilidad de piernas es lo que más se nota, aunque yo creo que podría estar compitiendo siempre que lo acompañara con un gran nivel y trabajo físico.
Es que se retiró muy pronto, solo con 32 años.
Quizá él en aquella época no supo aceptar el hecho de verse en un ranking tan bajo respecto al lugar en el que había estado a lo largo de toda su carrera. Llega un día donde te ves más atrás y esas ganas o esa ilusión disminuyen sin querer, ahí es cuando entras a una pista y corres el riesgo de pasarlo un poco mal. Juan Carlos lo dejó un poco por esas circunstancia pero sí, por supuesto que podría haber seguido muchos años más.
¿Sabrías decirme el H2H oficial que tenías con él?
Si no me equivoco he jugado una vez contra él, además uno de los más importantes de mi carrera: el primero. Me dieron una WC en el Open de Valencia 2003 y me tocó con Juan Carlos en primera ronda, aquel fue mi primer partido ATP en un torneo grande. Yo estaba alrededor del top250 y él en un nivel tremendo, me ganó fácil en dos sets (6-4, 6-4)
Pues tengo que decirte que jugasteis dos veces…
…vale, espera. No me lo digas… (piensa dos segundos). ¡En Bastad!
Bastad 2005, correcto (6-3, 6-4). Te has tomado la venganza.
No, venganza ninguna (risas). De hecho, lo raro es que no hayamos jugado más veces. Al final se trataba de jugar un partido ameno y que la gente se lo pasara bien.
La exhibición está muy bien pero podrías haber jugado también el torneo.
Se me pasó por la cabeza, sí, podría haberlo disputado. Venía de jugar Miami y decidí entrenar solamente para preparar los torneos de tierra que viene ahora. Al ver todas las semanas de tierra batida que había por delante tomé la decisión de no jugarlo.
Tenemos que hablar de tus resultados del curso pasado, aunque ya sabes tú que no fueron los mejores.
Posiblemente 2017 haya sido el momento más duro de mi carrera. Me salí del top100 (casi al 170 ATP) y tuve que remarla, como decimos aquí. Luché mucho en los Challenger, pero ya se ve aquí que el nivel es muy alto, la gente tiene mucha hambre y todos quieren meterse arriba.
Si no recuerdo mal, fueron 11 derrotas consecutivas.
Fue un momento difícil, estaba pasando por una lesión de hombro en la que muchas personas me recomendaron operarme, pero yo decidí que no. Veía que si me operaba, prácticamente se acababa todo. Entre eso y que no dejaba de jugar del todo, luego llegaba a la competición sin garantías y eso, en este nivel, pues pasa lo que pasa. Perdí muchas primeras rondas de manera consecutiva y por eso me fui tan atrás en el ranking.
¿Aprendiste algo?
Muchísimo. Lo que aprendí es que en esos momentos en los que estás mal, lo que has de hacer es parar y esperar a estar en perfectas condiciones para competir, no se puede estar a medias. Otra cosa que aprendí es que estando atrás valoras más todo, cosas que antes no le dabas importancia ahora le das mucha importancia, ahora cuido mucho cada detalle. Tener que jugar Challenger a los 34 años no es fácil, a nivel mental evolucionas una barbaridad.
En un momento como ese, ¿se te llega a pasar la retirada por la cabeza?
Sí, sí que se te pasa. Pero en ese momento yo estaba convencido de que lo podía lograr, estaba jugando bien y de cabeza estaba bien. La clave fue que nunca perdí las ganas y por eso lo logré. Aunque no hubiera conseguido volver al top100 a final de año, o quedarme cerca de ese grupo, lo hubiera seguido intentando.
Este año, sin embargo, cuentas ya con una victoria en el Open de Australia, otra en Miami y otra ante un top10 (venció a Pablo Carreño en Buenos Aires). La recompensa tras la tormenta.
Todavía creo que no ha llegado la recompensa total. Este comienzo, entre comillas, ha sido bastante normal. Tampoco se han logrado grandes cosas…
Mejorar el de 2017.
Sí, eso sí, lo he mejorado. Sigo estando ahí y me veo a un gran nivel tenístico y físico. Aun así, la recompensa a todo ese esfuerzo que hice en el año interior creo que está todavía por llegar esta temporada.
¿Qué sueño te gustaría cumplir a corto plazo?
Volver a ganar otro título sería algo que a nivel personal me llenaría muchísimo, volver a levantar un trofeo después de todo lo que he pasado.
¿Y volver a la Davis?
La Copa Davis es complicado jugarla, hay demasiados jugadores ahí arriba que están en la cabeza del seleccionador antes que otros. Pero bueno, estamos ahí, ¿por qué no? Si las cosas se hacen bien creo que puedo, incluso en dobles, donde pienso que también lo estoy haciendo bien.
Hace años se dijo que ya nadie quería ir a jugar, pero ahora miras la convocatoria ante Alemania y parece que ninguno se la quiere perder.
Es curioso, hay épocas donde la gente se echa para atrás y otras que no. Probablemente sea por la relación que haya con el capitán, Bruguera está cuidando mucho a la gente de arriba, los que al final te ganan las eliminatorias, y esa buena relación es lo que provoca que la gente quiera ir.
Ya que no te podremos ver aquí en Alicante, ¿dónde estarás en la gira de tierra batida?
Estoy apuntado prácticamente a todos los torneos: Marrakech, Montecarlo, Barcelona, Madrid, Roma y Roland Garros. Dependiendo un poco de cómo vayan los resultados también tendré que descansar alguna semana pero, en principio, intentaré jugar las máximas posibles.