Félix Mantilla: “Ordenar demasiado a Dolgopolov haría perder su esencia”
El técnico español habla en exclusiva con Punto de Break sobre su relación con el ucraniano, analiza su juego y cita los objetivos para esta temporada.


Ahora deberíamos de estar todos hablando del trepidante partido que disputaron de madrugada Rafael Nadal y Alexandr Dolgopolov en los cuartos de final de Río de Janeiro pero una lesión en el hombro del ucraniano nos dejó sin espectáculo. Sin embargo, no hay mal que por bien no venga y su entrenador, Félix Mantilla, atendió gustosamente a Punto de Break para explicar cómo se dio esta alianza con el de Kiev y qué metas se han propuesto alcanzar juntos a lo largo del año. Comenzamos.
“Se le ha cargado mucho el hombro y no podía jugar porque la inflamación se le ha producido justo en la inserción. Es algo bastante doloroso así que no ha tenido más remedio que retirarse, mañana se hará las pruebas y veremos el alcance”, explica Mantilla minutos después de conocerse la noticia de la retirada, el primer trago amargo desde que empezaron a trabajar juntos a principios dle curso.
“Me puse en contacto con él, hablamos y decidimos hacer una pequeña prueba a finales de diciembre (2015) para ver si estábamos cómodos trabajando juntos, si había feeling. Después de dos meses vimos que todo estaba correcto tanto dentro como fuera de la pista y además nos llevábamos muy bien, por lo que decidimos continuar toda la temporada”, explica el catalán.
Dolgopolov, seguramente de los jugadores más especiales del circuito pero, ¿es tan singular también como persona? “Alex es muy calmado, muy buen chaval. Quizá por su estilo de juego aparente otra cosa, algo más alocado, pero es muy fácil en el trato y alguien muy sencillo. Es muy fácil trabajar con él, el ambiente es idóneo”, sorprende Mantilla retratando a su pupilo, todo lo contrario a cómo compite en la pista.
“En mi opinión, él tiene que seguir siendo diferente al resto, si lo intentas ordenar demasiado pierde esa frescura y esa impredecibilidad que él tiene, la esencia. Para mí es fundamental que él siga jugando como él juega pero buscando un pequeño orden en cierto tipo de jugadas cuando él está bajo presión o en determinada situación sobre la pista. Estamos trabajando en eso, en cómo poder abrir mejor la jugada en según qué situación”.
Es justo esa impredecibilidad la que ha llevado en ocasiones al ucraniano a dejar escapar partidos que tenía en su mano, reflejando algunas veces hasta una sensación de desazón por lo que hace. Félix, lo desmiente completamente. “A Alex le encanta el tenis y hace todo lo que puede para mejorar, lo que a veces ocurre en pista viene por diferentes aspectos de su personalidad. Él siempre ha sido un jugador que ha ganado partidos de manera fácil, por talento puro, entonces puede haber algún tipo de situación que le cueste un poquito más. Antes le costaba mucho ganar partidos cuando no se sentía bien o no sentía bien la pelota y ahora está mejorando”.
“En la Hopman Cup, por ejemplo, ganó a Hewitt jugando muy, muy normal, tirando a mal, pero ganó. Con Berankis en el Open de Australia también tuvo momentos complicados de jugar mal e igualmente acabó ganando el partido. Es clave poder ganar pese a no estar jugando bien, sobre todo en Alex que es un jugador que se basa mucho en su feeling cuando entra a pista”, afirma el ex número 10 del mundo.
“El objetivo es que pueda mejorar en todo tipo de superficies, que sea más completo y que empiece a tocar más rondas finales, sea en el terreno que sea. El secreto está en saber adaptarse a cada una. Hay muchísimos jugadores que tienen potencial para estar arriba y Alex ya ha estado ahí (fue #13 en enero de 2012), partiendo de esta base yo confío mucho en su juego y sé que es capaz de jugar bien ante cualquiera y donde sea. Hace falta seguir trabajando duro para poder volver a subir”, añade uno de los españoles referentes en los inicios del nuevo milenio.
Aunque para Mantilla esta no es la primera experiencia como técnico. “Trabajé con varios jugadores jóvenes, tres de ellos en números uno del mundo junior, y también estuvo un tiempo con Pablo Andújar. La experiencia te la da sobre todo lo que te llevas de cada uno, yo soy una persona que veo muchos partidos porque es una de mis pasiones. Tengo mucha confianza en mí, en mis conocimientos y en mi trabajo, con Alex ha ido todo muy bien desde el principio. Lo más duro quizá son los viajes por estar lejos de casa tantos meses, eso es lo más duro”, subraya.
Mantilla, Corretja, Moyá… es solo el inicio de una generación cambiando la raqueta por el banquillo, una tendencia que habla muy bien de los nuestros. “Somos personas trabajadoras, que es lo principal. También personas que hemos estado arriba y esa experiencia pues no te la da otra persona que no haya vivido momentos complicados en una pista de tenis. Esto tampoco te asegura el éxito como entrenador pero sí que te da un plus añadido sobre el resto. El tenista español está muy bien valorado sobre todo gracias a gente como Rafa que ha ayudado a situarnos en esta posición de privilegio”, concluye.