
“Ya llegarán, dales tiempo”. Es la típica frase optimista que solemos escuchar cuando sale al tablero el tema de las jóvenes promesas. Nos lo tomamos con calma, sin prisas, concienciados de que llegar arriba es un trabajo de constancia y nadie regala nada. Pues bien, este lunes el Us Open presentará a diez raquetas sin los veinte años encima -teenagers- , hecho que no se producía desde hacía dos décadas. Posiblemente ninguno alcance la segunda semana, o sí, pero solo la noticia de ver que el relevo se va dando poco a poco se agradece para escribir artículos como éste. Esperemos que haya muchos más.
Tres con clasificación directa por ránking, cinco a través de la fase previa y otros dos con una invitación del torneo. En total, diez jugadores menos de 20 años que aterrizarán este lunes en Nueva York dispuestos a tirar la puerta abajo a base de ilusión. Algunos son ya archiconocidos en el circuito, otros vienen dando que hablar varios meses, y otros todavía se hacen pasar por completos conocidos. Diez oportunidades de seguir sacando la cabeza del huevo para meterla en una oligarquía imperial que gobierna el vestuario ATP desde hace demasiados años.
El más renombrado de todos es Borna Coric, jugador croata de 18 años y único de los diez que sabe lo que es ganar un partido en el Us Open. Pese a su juventud, el de Zagreb ya se sitúa como Nº35 del mundo, aunque de poco le ha servido, ya que se ha llevado el peor emparejamiento posible: Rafa Nadal en primera ronda. Dentro del top-100 junto a Borna aparecen Thanasi Kokkinakis (#70), Hyeon Chung (#71) y Alexander Zverev (#81); los dos primeros por clasificación directa y el alemán por la fase previa. Ellos tampoco han tenido mucha suerte en los cruces, citados con Richard Gasquet, James Duckworth y Philipp Kohlschreiber respectivamente.
Más allá de los cien primeros se asoman Yoshihito Nishioka (#127), Elias Ymer (#143), Jared Donaldson (#146) o el carismático Andrey Rublev (198º). El estadounidense recibió una wildcard para disputar por segundo año consecutivo el Us Open, mientras que los otros tres tuvieron que sumar tres victorias en la Qualy para hacerse un hueco entre los 128 elegidos. Sus rivales a partir del lunes serán Paul-Henri Mahieu, Diego Schwartzman, Lukas Rosol y Kevin Anderson, respectivamente. Para el ruso será una más especial que para el resto ya que significa su primera participación, no solo en la Gran Manzana, sino en un Grand Slam. Una fecha que quizá llega algo tarde para alguien que ya sabe lo que es ganar a gente como Fernando Verdasco o cerrar una eliminatoria de Copa Davis con tan solo 17 años.
Por último, el vagón lo completan Francis Tiafoe (#275) y Tommy Paul (#430) dos que jugadores locales de 17 y 18 años que disputarán el cuadro final por invitación y, el segundo, por la fase previa. A Tiafoe ya le dieron la oportunidad en 2014 de jugar el Grand Slam de su país, mientras que para Paul, al igual que Rublev, serán sus primeros pasos en torneos de esta categoría. Sus primeros oponentes serán Viktor Troicki y Andreas Seppi, dos experimentados jugadores que no querrán ni ver en pintura el mencionado relevo generacional.
Diez tenistas, diez historias, diez estilos y ninguno con más de 20 años en las espaldas. Además de ellos, también rondarán el cuadro gente como Kyrgios, Cecchinato, Pouille o Fratangelo, los cuatro por encima de la adolescencia establecida pero con el mismo aire de renovación que el resto. Del grupo de diez, solamente Coric, Kokkinakis y Zverev conocen la sensación de ganar un partido en Grand Slam, es hora de ampliar el círculo. Seguro que nos espera un Us Open lleno de sorpresas, tan seguro como que alguno de estos chicos protagonizará alguna de ellas.