Diana Shnaider, la gran revelación del año en el circuito femenino

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Puede que su evolución haya pasado algo desapercibida para el gran público, para aquellos que solo ponen el foco en los Grand Slams, pero Diana Shnaider se ha erigido como la gran revelación de la temporada en el circuito WTA. Aquellos que quieran ignorar a esta joven rusa, con una fantástica capacidad para cambiar direcciones y jugar sobre la línea de fondo, no van a poder seguir haciéndolo. La zurda logró en el WTA Hong Kong 2024 su cuarto título de la temporada, haciéndose hueco junto a la privilegiada compañía de Iga Swiatek y Aryna Sabalenka en la lista de jugadoras con más coronas en 2024.

Shnaider ejecuta, por si fuese poco, con la tranquilidad de quien sabe que nació para esto. En pista es un témpano de hielo que no pierde los nervios bajo ningún concepto. Su estilo se aleja en cierto modo de las grandes pegadoras, altas y esbeltas, del circuito; es puro talento, además de generar un peso de bola que, unido a los efectos de zurda, pone en dificultades a todas sus rivales. Su temporada ha ido acompañada de una evolución orgánica, con paso firme: era #108 del mundo en el mes de febrero... y acabará el año como #12 del mundo, a un paso del top-10.

Su última presea, en Hong Kong, viene acompañada de una confesión algo especial. "Nací el segundo día de abril, así que me encantan estas combinaciones con el número dos y el cuatro. Estamos en 2024, gané en Hua Hin, en su cuarta edición; gané en Bad Homburg, también en su cuarta edición... ese número me persigue. Supongo que es un amuleto de buena suerte para mí", señalaba Diana tras lograr, cómo no, su cuarto título del año. Esta curiosa simbología le coloca en una liga distinta, una liga en la que a nivel cuantitativo solo juegan Swiatek (cinco) y Sabalenka (cuatro), las únicas que igualan en títulos a Shnaider.

"Es genial poder estar junto a ellas. Está claro que voy a seguir llevándome al límite para compartir con ellas los mismos escenarios, para ganar más torneos y de mayor categoría. Ese es el futuro. Este año ya he hecho un trabajo increíble. El año que viene todo el mundo se va a preparar para jugar contra mí, ya conocerán mi juego. Es importante para mí jugar contra las mejores del mundo. Incluso si hay muchas derrotas, trataré de ser lo más positiva posible, seguiré construyendo mi juego, mi mentalidad, mi forma física. Aún hay muchas cosas que debo lograr y mejorar para, por ejemplo, ser top-10. No es un sprint, quiero ser paciente", señalaba, mostrando una importante madurez, la rusa.

UN FUTURO PRECEDIDO DE UN CLARO DESCANSO

El objetivo de Shnaider para la próxima temporada, claramente, pasa por los Grand Slams. Es su único talón de aquiles: solo ha alcanzado la segunda semana en un Major en una ocasión (US Open 2024), si bien apenas ha tenido rodaje en este tipo de eventos hasta esta temporada. Antes de preparar el desembarco a los grandes títulos, Diana tiene muy claro cuál es su próxima meta tras un año agotador: disfrutar de unas merecidas vacaciones junto a su familia. "Mi madre ya ha hecho el plan. Una de las cosas que quiero hacer es ir a Disneyland. Tengo un hermano pequeño, así que estoy emocionada por ir allí y vivir algo de adrenalina, aunque ya la he vivido en mis dos últimos partidos aquí". No se olviden, claro, que solo tiene 20 años... y, previo paso por el parque de diversiones, tiene ganas de conquistar el mundo del tenis a base de grandes golpes.