Badosa: "No puedes exigir que cada jugador sea una leyenda”

La española ofreció una extensa e interesante entrevista en la que reflexionó temas como la presión, el fracaso o la salud mental. Además, reveló lo que su lesión crónica le ha enseñado.

Mónica Barberán Munera | 24 Jul 2024 | 09.20
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Paula Badosa en Wimbledon 2024. Foto: getty
Paula Badosa en Wimbledon 2024. Foto: getty

Desde su participación en Wimbledon, Paula Badosa se encuentra descansando unos días ya que no participará en los Juegos Olímpicos. Y es que la española decidió no usar su ranking protegido para participar en París 2024, guardándose la oportunidad de disputar otros torneos que repartan puntos y cuidar de su espalda del difícil cambio de superficies. Así, la española está teniendo tiempo para reflexionar sobre su carrera, sobre lo que ha aprendido este tiempo tan duro en el que convive con una lesión crónica de espalda o sobre el fracaso y las perspectivas en el mundo del tenis.

Paula ha sufrido mucho estos últimos tiempos. De hecho, no tenía claro si su carrera tendría que acabarse antes de lo esperado. Sin embargo, Badosa ha demostrado ser una persona que mira hacia delante y que se supera. “He aprendido a tener mucha paciencia y a aceptar las cosas que no puedo tener bajo control, como una lesión de este calibre. El aprendizaje más importante ha sido ser fuerte, superarme todos los días y aceptar estar bien con lo que no puedo controlar, que es mucho en este deporte. Algo que me sirve también para la vida. Lo que me hace luchar a diario es la pasión por lo que hago. No obstante, aunque no me siento mayor, entiéndeme, hay una parte de mí que está agotada por superar una piedra tras otra en el camino”, confesaba en una larga entrevista para Elle.

Y es que la lesión con la que convive le ha obligado a darse de bruces con la realidad y comprender que hay cosas más importantes en la vida que ser perfecto. Es más, la catalana cree que no existe el éxito sin haber conocido antes la derrota: “Cuando me preguntan cómo me definiría, digo ‘valiente’. Si no aprendes a perder, es complicado ganar. Aunque me fastidie, es donde más hincapié hago y debes tener tu cabeza entrenada para ese momento. Los grandes campeones han perdido muchas veces. Sé que del fracaso se pueden sacar cosas positivas y que cada partido es una oportunidad nueva, sin embargo, es una de las cosas que más me ha costado entender. Yo intento hacerlo lo mejor que puedo, y hay días que me sale bien, y otros que me sale mal, como cualquier persona en su trabajo”.

En ese contexto, la salud mental para sobrellevar toda esa carga es tan importante o más que la física. Y en eso, Paula quiere hacer hincapié, pues se considera una persona bastante emocional que, como cualquier deportista de élite, necesita poner orden en su cabeza: “Nosotros vamos al gimnasio a entrenar el cuerpo, pero ¿por qué no podemos acudir al psicólogo para entrenar la mente? Hay que normalizar esto y ver que un deportista es un ser humano más: tiene miedo, nervios, sufre, el físico le falla, las emociones también, se agota... No somos robots. Hay que parar, reflexionar, respirar y recargar pilas".

Las altas expectativas, un hándicap

Por otro lado, Paula reflexionó sobre otros temas muy interesantes como la presión y las perspectivas que generan los medios sobre algunos jugadores ¿Mucha prisa por engrandecer y, por ende, no hacerles ningún favor?Absolutamente, pero opino que eso ya forma parte de los propios medios de comunicación, a los que les gusta poner nombres quizá de forma precipitada y lanzar expectativas altas sobre las personas. A diferencia de otros trabajos, en el tenis tienes que madurar cuando todavía eres un chaval. Debes crecer muy deprisa y tu cabeza no te acompaña. La presión se hace un hueco muy importante en ese camino y puede ser perjudicial para tu futuro. Hay que normalizar que los deportistas fracasen, fallen y tengan malos momentos. No puedes exigir que cada jugador o jugadora sea una leyenda”.

Así, a pesar de sus circunstancias, la española ha sido capaz de darse cuenta de que marcarse objetivos está bien, hay que visualizar el fin, pero no hay que olvidarse de disfrutar del camino que es igual de importante. “He sufrido mucho con las expectativas y las presiones. He sido muy dura conmigo misma. Necesitaba aprender a disfrutar, porque antes sólo veía la cima, la cima y la cima, lograr ese objetivo, y para llegar ahí es necesario hacer bien el camino. Esa ha sido mi gran mejora, además del trabajo duro que estoy haciendo a diario”, confesó.