El inevitable ocaso de una generación memorable

Hay una amplia nómina de tenistas veteranos que se resisten a terminar sus carreras, mostrando un amor incondicional por este deporte emocionando a los aficionados.

Diego Jiménez Rubio | 17 Feb 2024 | 14.55
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Generación grandes tenistas en recta final. Foto: gettyimages
Generación grandes tenistas en recta final. Foto: gettyimages

El tenis se encuentra en un momento de profundos cambios y podemos estar viviendo los compases finales en las carreras de jugadores que fueron protagonistas hace años, y que ahora no encuentran la manera de mostrar su mejor nivel. Eso no les impide ponerse el mono de trabajo y acudir a eventos menores para seguir disfrutando de este deporte.

Todos ellos han visto tiempos mejores, no tienen nada que demostrar a nadie y han sido capaces de conseguir grandes éxitos y labrarse carreras inolvidables. Pero perseveran en su intento por darse una última oportunidad de degustar las mieles de la victoria, de seguir disfrutando del tenis y sintiéndose competitivos. Novak Djokovic es un ejemplo de longevidad triunfal que no resulta lógica y es imposible de extrapolar a otros seres humanos. Mostrar el nivel del que hace gala con 37 años no está al alcance de prácticamente nadie y haber eludido lesiones graves durante su carrera tampoco. Prueba de ello es cómo el desgaste, las lesiones y la progresiva pérdida de nivel, están acabando con una generación de tenistas brillante, cuyo fulgor se apaga de forma irremediable.

Nuestro deporte vivió un 2022 de luto por las retiradas de figuras como Serena Williams, Federer y Del Potro, mientras que el pasado año dijeron adiós de forma definitiva tenistas como Isner, Feliciano López, Sock, Kontaveit o Stosur. Nada comparable a lo que se puede avecinar en el tenis masculino en este 2024 y/o en el 2025. El caso más mediático y que mantiene en vilo a todos los amantes de este deporte es el de Rafael Nadal, tanto por la grandeza legendario del balear como por lo descorazonador que resulta ver cómo las ganas que tiene Rafa de seguir compitiendo, no se ven acompañadas por su cuerpo, que pide clemencia después de años de severo castigo. Tampoco es descartable que Andy Murray tome decisiones drásticas pronto, al verse imbuido en una espiral negativa de juego, resultados y sensaciones.

- Lesiones, edad avanzada y pérdida de nivel competitivo son los motivos que pueden propiciar una oleada de retiradas ilustres

Imposible reprochar y exigir nada a un hombre que, con una cadera de metal, ha seguido emocionándonos durante los últimos años y asume con humildad su nuevo rol en el circuito. También Stan Wawrinka ve cómo cada derrota sufrida mina un poco más su moral y hace más complicado seguir entrenando día a día sin objetivos ilusionantes alcanzables en cuanto a resultados. El suizo es un claro ejemplo de jugador enamorado de forma irremediable de este deporte, que disfruta como un niño en la cancha y quiere aprovechar cada instante de competición, consciente de que quedan muy pocos.

Admirables los casos de Richard Gasquet o David Goffin, que no han tenido reparos en recurrir al ATP Challenger Tour para adquirir ritmo competitivo y sensaciones, con el fin de reengancharse a la élite y prorrogar lo máximo posible su etapa profesional. El francés parece dar sus últimos coletazos, mientras que al belga puede quedarle mucho más combustible, pero está lejos de su mejor nivel. En una situación similar se encuentra Fabio Fognini, un enfant terrible que pareece haberse dado cuenta de lo mucho que disfruta de este deporte, involucrándose en eventos menores y fases previas con tal de seguir experimentando las sensaciones que ofrece la competición.

En España también tenemos a nuestro particular guerrero librando quizá sus últimas batallas, aunque no lo haga en primera línea de fuego. Es el caso de Roberto Bautista, cuyas prestaciones están ya lejos de las que ofreciera durante sus muchos años de consistencia y brillantez, pero que sigue siendo un jugador admirado por aficionados y temido por rivales. Otro que sigue haciéndonos vibrar y busca con ahínco algún resultado importante es Gael Monfils. Las constantes lesiones de los últimos años no han mermado la ilusión de un hombre que se retroalimenta de las ganas de competir de su mujer, Elina Svitolina, con quien no duda en viajar por el mundo junto a su hija en común.

Los problemas físicos han sido un calvario en los últimos años para Milos Raonic y Marin Cilic, dos cañoneros inmisericordes que se han codeado de forma recurrente con los mejores del mundo y que ahora luchan contra las limitaciones de sus cuerpos para seguir dándose algún homenaje. El croata ha vuelto a lesionarse apenas unos meses después de su retorno y el canadiense ofrece brotes verdes que muchos no esperábamos. Hay otros dos jugadores que llevan tanto tiempo alejados del circuito que resulta difícil pensar en ellos como jugadores en activo: Kei Nishikori y Kevin Anderson. El nipón planeaba volver a competir en torneos Challenger en febrero o marzo, pero no hay noticias de él, mientras que el sudafricano ha amagado con la retirada definitiva en dos ocasiones, pero está inscrito en la fase previa de Indian Wells a pesar de no jugar desde el pasado mes de agosto, en la qualy del US Open 2023.

- Thiem y Schwartzman son los más jóvenes de esta lista, pero pueden estar cerca del final por sus problemas de nivel tenístico actual

Mucho más preocupantes son los casos de Dominic Thiem y Diego Schwartzman. Y es que a muchos podría sorprender la inclusión en esta lista de dos jugadores que tienen 30 y 31 años, respectivamente, pero hay motivos para pensar que, si no cambian mucho las cosas, podemos estar ante el tramo final de sus carreras o, al menos, ante un parón prolongado. Y es que ni austriaco ni argentino encuentran explicación racional ya a su pérdida masiva de nivel competitivo. Las derrotas se acumulan, la desconfianza no hace más que aumentar y resulta desgarrador ver cómo han perdido tanta jerarquía en tan poco tiempo.

Thiem avisó de que se autoimpone un ultimátum de cara a este próximo mes de marzo, en el que va a disputar tres torneos del ATP Challenger Tour. Si no consigue sumar victorias y encontrar algún resquicio de esperanza en su tenis, puede decir adiós de forma prematura. Por su parte, el Peque está en un pozo sin fondo y parece incapaz de encontrar la solución. Hace un año hizo ya declaraciones alarmantes sobre una posible retirada temprana si las cosas no cambiaban, y lo cierto es que han seguido empeorando. Toca disfrutar de cada instante que nos ofrezcan todos ellos en la cancha.