
Una despedida como merece. Eso es lo que busca Juan Martín Del Potro en el US Open 2023, aunque no parece nada convencido de que su cuerpo se lo permite, a tenor de unas pesimistas declaraciones en las que reflexiona sobre su carrera profesional marcada por la odisea de lesiones y su relacion con el Big 3.
La nostalgia invade el corazón de cualquier aficionado al tenis cuando le mentan el nombre de Juan Martín Del Potro, con una sensación de pérdida a destiempo, de estrella irremplazable cuyo brillo fue arrebatado de manera injusta y prematura. Eso es lo que atormenta al argentino, deseoso de un último baile en el que poder competir con un mínimo de garantías para despedirse del tenis profesional como merece. Reflexiona sobre ello en pagina12.com, con unas declaraciones que es preciso repasar ya que esconden una dura realidad. Además, el tandilense habló sobre el desafío que supone enfrentarse al Big 3 y cómo recuerda sus enfrentamientos ante todos ellos.
Del Potro sigue sintiéndose tenista y muestra pesimismo respecto al US Open 2023
Resulta desgarrador escuchar las palabras de Juan Martín en las que reconoce que sigue sintiendo dolor en su vida diaria, algo que le ha obligado a desplegar armas a nivel mental para afrontar una situación muy complicada en la vida, no en el tenis. "No tengo una vida alegre viendo Roland Garros en la televisión, pero no me queda otra que aceptar que debo buscar otro camino en la vida. Me gustaría pisar la cancha una última vez con la capacidad de competir dignamente y me preparo para ello a conciencia, pero mi cuerpo no me da señales que me hagan pensar que eso es posible". Así de contundente se mostro el tandilense, desesperado ante el hecho de que, quizás, dentro de un mes tenga que renunciar a competir en Nueva York y buscar una forma alternativa de despedirse del tenis.
Lo que sí parece evidente es que desea volver a la pista, dejando claro que sigue sintiéndose tenista profesional y que su carrera deportiva no está cerrada. Juan Martín lamenta que las lesiones hayan condicionado tanto su carrera y que ni siquiera haya podido hacerse a la idea de tener un proceso como el de Nadal. "Yo era número 3 del mundo, me caí y me rompí la rodilla. Desde ese momento, intento recuperarme y hablo con médicos para ver cómo puedo curarme. Me da mucha rabia todo esto y me pregunto por qué me pasa esto a mí", argumenta un Del Potro que es consciente de cómo las lesiones le han condicionado, argumentando que su mayor enemigo siempre ha sido su propio cuerpo, ya que en cuanto estuvo sano, encontró la manera de ganar a los mejores", declaró.
Competitividad ante el Big 3
El argentino afirmó sentirse muy orgulloso de haber sido capaz, con tan solo 20 años, de competir ante los mejores del mundo y superar el desafío mental que eso entraña y que atenazó a Alcaraz frente a Djokovic en París, provocando la aparición de sus calambres. Afirma que su secreto para derrotar a Federer, Nadal y Djokovic era que los desbordaba por velocidad, que su estilo de juego generaba una gran incomodidad a sus contrincantes. "Lo difícil para mí era mantener esa mejor versión toda la temporada. Mi mayor desafío era llegar a enfrentarme a ellos porque sentía que podía perder ante otros, pero tenía claro que a ellos podía sorprenderles", declaró.
Cuestionado acerca del secreto del éxito del Big 3, el argentino tiene claro que es una cuestión mental y que el hecho de poder vencer a los mejores sin necesidad de desplegar su mejor nivel tenístico, era lo que marcaba la diferencia. "En situaciones apretadas te daba vértigo ver que podías ganarles, pero ellos tenían claro que tú acabarías fallando. Me pasaba hasta que les perdí el respeto y me di cuenta de que solo iba a tener una oportunidad. Si pierdes ese punto clave estás muerto, pero si lo ganas tendrás oportunidades", declara la torre de Tandil, que recuerda cómo la extrema confianza que sentía en sí mismo le hacía jugar con valentía en esas situaciones cumbre.