
Esa extraña mezcla de privilegio por haber vivido sus hazañas y tristeza al saber que nunca más volveremos a verles competir, es lo que inunda los corazones de todos los aficionados al tenis, que nunca podrán olvidar esta temporada 2022 por múltiples motivos, pero a buen seguro, uno de ellos será por las numerosas e importantísimas retiradas de iconos de este deporte. El adiós de Roger Federer en la Laver Cup 2022 encogió los corazones de todo el planeta y nos hizo entender la magnitud de un hombre cuya influencia va más allá del deporte y de sus resultados. De un plumazo, nos dimos cuenta de lo estéril que es el debate sobre el GOAT o del sinsentido que ha podido resultar no disfrutar al máximo de su tenis, algo que es perfectamente extrapolable a Serena Williams.
La despedida de la estadounidense fue la de una luchadora nata, una mujer que ha intentado luchar contra el tiempo por continuar haciendo lo que más le gusta y cuya decisión de dejar el tenis ha sembrado en muchos la duda de si volveremos a verla. Su voracidad de gloria y ambición desaforada le han llevado a explorar los límites en su carrera una y mil veces, y muchos sueñan con una escaramuza de regreso. Eso sí, tendrá que ser mucho más consistente que la que intentó Kim Clijsters hace dos años y que ha interrumpido de forma definitiva en este 2022, al desvelar que ya no seguirá intentando volver a las pistas.
Por detrás de las de Roger y Serena, la retirada que ha causado un mayor impacto a nivel mediático es la de Ashleigh Barty, una personalidad especial que ha vivido el tenis de forma genuina y que decidió poner fin a su trayectoria en sus propios términos. Parece un adiós definitivo, después del que tomó cuando era muy joven y que la llevó a competir a nivel profesional el cricket, antes de volver a coger la raqueta y convertirse en la mejor jugadora del mundo. Precisamente en esa posición abandonó el tenis profesional, tras obtener sus dos grandes sueños, como eran ser campeona en Wimbledon y en el Open de Australia.
Cuatro tenistas que fueron número 1 del mundo dijeron el adiós definitivo al tenis
Hay que continuar con la nómina de ganadores de Grand Slam que han dicho adiós al tenis, recuperando lo sucedido con Juan Martín Del Potro, y su reaparición fugaz en Buenos Aires para poder despedirse del tenis en pista, aunque con la desgarradora sensación de que no estaba preparado no ya para competir, sino ni siquiera para llevar una vida normal. La Torre de Tandil continúa luchando por cimentar de forma sólida su maltrecha rodilla y poder, al menos, vivir sin limitaciones en su día a día.
A todos estos, hay que sumar dos finalistas de torneos de Grand Slam, como son Jo-Wilfried Tsonga y Kevin Anderson, para los que el tiempo ha pasado más deprisa y con mayor crueldad que para otros, debido a las complejas lesiones que han tenido que afrontar una vez superada la treintena. En el circuito femenino, nada y nada menos que una campeona olímpica ha dicho adiós definitivamente a este deporte, como es Mónica Puig. La puertorriqueña recordará siempre aquella semana en Río de Janeiro como el punto álgido de una carrera breve pero intensa, cercenada por lesiones y problemas a nivel mental para interiorizar aquel éxito tan rotundo como inesperado.
Ya un escalafón por debajo en cuanto a palmarés, pero habiéndose ganado un lugar sagrado en la historia reciente del tenis, por su longevidad, estilos genuinos y permanencia en la élite, figuran nombres como los de Gilles Simon, Philipp Kohlschreiber, Sam Querrey, Andreas Seppi o Tommy Robredo, que han dicho adiós a un circuito que se ha erigido en su hábitat natural durante lustros y en el que consiguieron ser protagonistas en repetidas ocasiones debido a su gran talento y ética de trabajo.
Mención especial merece también la marcha de Andrea Petkovic, una de las tenistas más carismáticas y que mejores relaciones se ha granjeado en el circuito WTA. A sus 35 años, la que fuera número 7 del mundo decidió despedirse del deporte de sus amores, como también lo hizo una leyenda de la modalidad de dobles, como es Sania Mirza. En este sentido, conviene recordar el caso de Shuai Peng, otra consumada doblista que se ha visto involucrada en la opacidad del régimen chino y de la que no se han tenido noticias durante mucho tiempo, aunque se da por hecho su retirada del tenis profesional, como mal menor para lo que parecía que podría ocurrir con su vida.
Otros tenistas que han puesto fin a su carrera fueron Aljaz Bedene, Go Soeda, Bruno Soares o el mítico Sergiy Stakhovsky, que se encuentra involucrado de lleno en la defensa bélica de Ucrania tras la invasión de Rusia, erigiéndose en una de las voces más importantes del mundo del tenis a la hora de alertar de la gravedad de este asunto. En definitiva, una oleada de retiradas profesionales como hacía mucho tiempo que no se veía y que nos hace ver a todos cómo el tiempo avanza de forma inexorable e imparable, arrasando con todos y dejando el recuerdo de los bellos momentos vividos.