Muguruza vuelve a ver fantasmas

La única manera que existe para superar un bache de resultados tan notable como el que ha vivido Garbiñe Muguruza en los últimos meses, es ganando partidos. Parece sencillo, pero no es nada fácil, y por ello la alegría de hacerlo es mayor, y otorga una extraordinaria confianza. Pero, ¿qué sentimiento aparece cuando pierdes un partido que tenías muy cerca de ganarlo? La ex número uno del mundo está muy debilitada mentalmente pero poco a poco, está volviendo a mostrar un buen tenis de manera progresiva, y aunque necesite tiempo, hoy dio un paso atrás al desaprovechar numerosas bolas de partido para finalmente caer por 5-7, 6-3 y 7-6 (12-10)

Muchos son los partidos que Garbiñe ha caído esta temporada y su paso por los Grand Slams está dejando bastante que desear. La inseguridad desprendida de su tenis así como la desesperación que se traslucía en sus gestos en torneos pasados, son ahora menos acusados en el último torneo major de la temporada. Aunque hoy haya caído, hay algunas cosas positivas después de estos partidos.

Todos conocemos el juego de Petra Kvitova, capaz de desesperar a cualquier jugadora, y mucho más si acude sin confianza. La checa corta la pelota sin cesar con su derecha, y ataca eficazmente de revés, desorientando por completo a sus rivales. Se requiere de una gran movilidad de piernas, así como paciencia para desbordar a la checa, que también sabe lo que es crecerse en torneos importantes. Le costó mucho a Garbiñe en el primer set, que cometió numerosos errores por precipitación, al no ver huecos al otro lado de la pista. Se mantuvo la igualdad hasta el final pero Muguruza consiguió romper el saque de Kvitova y con un parcial de 7-5 se ponía por delante en el partido.

Sin embargo, hubo reacción de su rival. Kvitova comenzó a moverse más rápido por la pista, a soltar gritos de ánimo, y a ser esa temible jugadora que domina con su derecha y abre ángulos exquisitos con el revés. Muguruza veía cómo sus defensas numantinas ya no desesperaban a la checa, y cediendo el saque en el ecuador del segundo set, entregaba la segunda manga a Petra Kvitova y de esta manera poner la igualdad nuevamente en el marcador.

Muguruza desaprovechó dos bolas de partido

Garbiñe sabía que tenía que cambiar ciertas cosas de su juego si no quería verse apeada del torneo. Llegó a contar con ventaja de 5-2, pero en el tenis nunca hay que dar un partido por perdido. Petra Kvitova se agarró a la pista y logró equilibrar el marcador. Viejos fantasmas comenzaron a surgir por la cabeza de todos los aficionados y también de Muguruza que sabía que el partido se le había complicado y de que manera. Kvitova jugó mejor los puntos decisivos del supertiebreak y consiguió llevarse un partido muy disputado.