Wimbledon 2022. Análisis de las semifinales masculinas: Djokovic y Nadal, a por la historia

Serbio y español afrontan su último test en Wimbledon antes del que podría ser su duelo número 60. Cameron Norrie y Nick Kyrgios quieren ser los villanos de la historia.

Carlos Navarro | 7 Jul 2022 | 12.26
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Nick Kyrgios y Rafael Nadal, tras enfrentarse en Wimbledon 2019. Fuente: Getty
Nick Kyrgios y Rafael Nadal, tras enfrentarse en Wimbledon 2019. Fuente: Getty

Wimbledon 2022 se acerca a su final y las semifinales masculinas abren un potencial horizonte donde el mundo del tenis podría volver a paralizarse. La presencia de Novak Djokovic y Rafael Nadal en esta instancia, separados por únicamente un partido, deja en vilo a todos los aficionados de un deporte que podría volver a vivir su duelo más repetido en toda la historia. Español y serbio, pasado el ecuador de su treintena, otra vez a un único paso de pelear por uno de los títulos más importantes del año. Como si los años no hubiesen pasado y volásemos once años atrás, la última y única vez donde se vieron las caras en la final en La Catedral. Sin embargo, hay miles de atenuantes que podrían privarnos de esta batalla, los dos principales llamados Cameron Norrie y Nick Kyrgios. Son ellos quienes quieren cortarles el paso y lo intentarán hacer en unas semifinales cuyo análisis os traemos, como ya es habitual.

1º SEMIFINAL: NOVAK DJOKOVIC vs CAMERON NORRIE (H2H: 1-0)

Por una milésima de tiempo, la presencia de Novak Djokovic en las semifinales de Wimbledon fue total y absolutamente incierta. Esa fracción de segundo que existe entre el saque de Jannik Sinner, la devolución de Nole y la consumación de un break de salida en el tercer set. Ahí, Novak cambió el chip y se encaminó hacia la victoria, volviendo a escalar una montaña ya conquistada en otras ocasiones y firmando una gran remontada que le vuelve a dejar en semifinales de su Grand Slam soñado. Enfrente, eso sí, estará un tipo que ha aprovechado la oportunidad: Cameron, motivado por su enorme ambición y una ética de trabajo impresionante, ha superado obstáculos y explorado sus límites para pisar sus primeras semifinales de Grand Slam.

Es la fuerza de la experiencia más rutinaria contra la adrenalina de lo desconocido. Un tipo que sabe cómo gestionar cada momento de un partido como éste contra alguien cuyo arma más potente desde el plano mental es el no tener nada que perder. Tenísticamente, el serbio se enfrentará a un jugador que no es superior a él en prácticamente ninguna faceta del juego: ni el saque (el cortado abierto con efecto de zurdo va directo al resto de revés de Djokovic, por si fuese poco), ni el resto, ni el revés, ni la derecha. ¿Cómo tener fé en un encuentro así? Sabiendo que la grada estará contigo desde el minuto uno (un británico en semifinales de su Grand Slam), tratando de jugar profundo y no abrir demasiada pista a un chacal voraz de passings como el del otro día y, por qué no, intentar meterse en su mente para desenchufar la máquina. Sí, Cameron no tiene la potencia de Jannik con bombas planas desde el fondo de la pista, pero tratar de 'embarrar' el partido podría ser su vía de escape y su manera de creer en que sí, la machada es posible. A Djokovic le espera la historia... y a Norrie, claro, también.

2º SEMIFINAL: RAFAEL NADAL vs NICK KYRGIOS (H2H: 6-3)

"Será el partido más visto de todos los tiempos", decía Kyrgios. "No sé si llegaré a las semifinales", decía Rafael Nadal. Cada oveja con su rebaño, pensarán muchos. Limiten los factores extradeportivos, los juegos mentales en rueda de prensa y la posibilidad de molestias en ambas partes y céntrense únicamente en el tenis. En la rivalidad. En los posibles giros de guion de un encuentro con atractivo más que sobrado. Nadal y Kyrgios empieza a ser una combinación clásica, un explosivo contrapunto de estilos y personalidades que, una vez chocan en una pista de tenis, brindan un espectáculo sin igual. El público quiere sangre, pero solo con que ambos nos brinden partidazos como sus dos últimos choques en Wimbledon (Nick se impuso en el primero, allá por 2014; Nadal tomó revancha en el segundo, en 2019) la satisfacción será inmensa.

Kyrgios llega a la cita con un sinfín de circunstancias a su alrededor. Polémicas con otros jugadores, declaraciones cruzadas, molestias en el hombro, citaciones próximas en juzgados. Todo eso quedó en segundo plano en el día de ayer, cuando su servicio se convirtió en una ametralladora ante un Cristian Garin absolutamente rendido a su servicio. En una hierba cada vez más lenta con el paso de los días, ese debe ser el dogma de Nick: rozar el 75% de primeros servicios dentro. Sí, soy consciente de que igual le estoy pidiendo una locura, pero todo lo demás será insuficiente ante un tipo capaz de restarte un balón de fútbol a la línea si eso es lo que se le precisa. Contamos con los altibajos mentales y emocionales, y debe ser el saque el cemento armado que aparezca ahí, para mantener el partido parejo y no dejar a Nadal inclinar la inercia mental a su favor.

Y con respecto a Rafa, claro, las molestias en el abdominal han copado una última hora marcada por la épica, por la enésima demostración de un corazón de campeón que emociona y sigue sorprendiendo a partes iguales. ¿Podría un Rafa similar al del quinto set ante Taylor Fritz salirse con la suya ante Kyrgios? La respuesta es sí, sin dudas: si fue capaz de inclinar al estadounidense utilizando trucos como el revés cortado, el propio saque cortado y una mayor aceleración con su derecha, esos trucos pueden funcionar de igual manera ante un rival con peor movilidad (y más ante una posible maratón) que el de Rancho Santa Fe. Si Nick quiere convertir el duelo en un pim pam pum, Rafa buscará la manera de bajar la velocidad del juego, de tejer una tela de araña de la que el de Canberra no sepa salir. Recursos tiene de sobra para hacerlo, y si me lo permiten, no seré yo quien dude de Nadal o cuestione su capacidad para jugar a un óptimo nivel a pesar de tener molestias.

Es el último peldaño antes de citarse con el partido más esperado. Rafa y Nole han sufrido sobremanera en sus partidos de cuartos de final, rescatando del baúl los intangibles que solo ellos conocen para seguir avanzando en un torneo que cada vez engancha a más aficionados. Frente a ellos se erigen dos desconocidos en estas lides, de personalidades absolutamente opuestas pero objetivos similares: romper el sueño de muchos, darse la oportunidad de sorprender al mundo y empezar a generar su propia historia. Otros solo quieren poner otro broche de oro en un libro de cada vez más páginas. Semifinales de Wimbledon. Hagan juego, señores.