Si durante toda la semana en el Miami Open hemos alabado las actuaciones de Nick Kyrgios, dejando destellos del mejor tenis que le hemos visto en muchísimo tiempo, hoy tenemos que hablar de su peor versión, aquella que sale también a menudo, lamentablemente. Al australiano se le cruzó el cable con Carlos Bernardes, después de que al umpire le saltara el walkie-talkie en uno de los puntos. Desde ahí, fue una cruzada continua hacia el umpire, al que terminó llamando “puto retrasado” y que le podría acarrear una multa muy severa por parte de la ATP.
Durante el partido, Nick recibió un warning por abuso verbal, otro warning que le supuso un punto, por conducta antideportiva, y otro más, que le supuso la pérdida de un juego al inicio del segundo set, por romper una raqueta delante del juez de silla. Rozó la expulsión inmediata, pero el australiano se contuvo, aunque siguió con su enfrentamiento con Bernardes, al que no dejó de vacilar durante todo el segundo set. Finalmente, cuando la derrota se produjo, se acercó a la silla y le espetó un “puto retrasado”, que le podría hacer sufrir una sanción aún mayor, a sumar a las anteriores.
Nick, que sigue en liza en el cuadro de dobles, no parece que vaya a ver peligrar su presencia en esta modalidad, ya que sería difícil que la ATP decidiera expulsarle del torneo, como hizo por ejemplo con Zverev en Acapulco, aunque lo del alemán fue mucho más grave. Eso sí, no se escapará de una multa bastante importante y es probable que la ATP le dé un toque severo de atención, después del currículum que tiene Kyrgios con las sanciones y sus actitudes en pista.
— no context tennis (@nocontexttennis) March 29, 2022
No dejan de producirse situaciones vergonzosas
La de Kyrgios es la penúltima, de todas las que siguen produciéndose en el circuito en las últimas semanas, donde parece haber una tendencia a faltar al respeto a los jueces de silla y miembros de la organización. Hay que recordar que Nick casi golpea con una raqueta a un recogepelotas en Indian Wells, tras tirarla frustrado por perder ante Nadal. La ATP sigue sin sancionar duramente a los jugadores por sus actitudes, por lo que no dejamos de ver situaciones como la de hoy.
El tenis sigue siendo un deporte donde faltar al respeto a los árbitros sigue saliendo muy gratuito. Una sanción ejemplar podría hacer cambiar de actitud a los jugadores, que se pensarían dos veces el insultar a un juez de silla o tirar una raqueta al suelo, si con eso pone en riesgo la integridad física de las allí presentes. Veremos en qué queda la sanción de la ATP hacia Nick, después de lo de esta tarde en Miami.