Ayer nos tocaba sacar el pañuelo para secar alguna lagrimita que asomaba al repasar la lista de jugadores retirados en esta temporada 2021. Pues bien, para no alargarlo mucho más y, aprovechando que todavía tenéis el paquete a mano, es momento de hacer lo mismo con el vestuario de enfrente. Raquetas que en su momento nos emocionaron y que ya no volveremos a ver sobre la pista, aunque por suerte seguirán ligadas al mundo del tenis.
TIMEA BACSINSZKY (32)
Un caso muy similar al de Dolgopolov, el cual repasamos ayer. Una jugadora prácticamente desaparecida del mapa después de más de dos años sin disputar un torneo oficial. Finalmente, lo que empezó siendo un simple rumor terminó siendo un secreto de voces: Bacsinszky se había quedado sin energía para seguir intentando volver al circuito. La suiza podrá presumir de haber sido top10 y haber pisado en dos ocasiones las semifinales de Roland Garros, aunque sus últimos días no fueron para nada alegres.
KIKI BERTENS (29)
Mucho más sorprendente fue el adiós de la neerlandesa, quien hasta no hace mucho era una de las fijas dentro del top10 y una de las jugadoras más peligrosas en tierra batida. Sin embargo, las lesiones y el deseo de ser madre cambiaron por completo sus planes. Sin haber cumplido todavía la treintena, Kiki anunciaba su retirada tras los Juegos Olímpicos de Tokio, la cita más especial del presente calendario. Ya se le está echando de menos, aunque ella diga estar mejor que nunca.
NICOLE GIBBS (28)
Historia dura la de esta jugadora estadounidense que fue diagnosticada de un extraño cáncer (carcinoma anexial microquístico en las glándulas sudoríparas) en mayo de 2019, con tan solo 26 años. Aquello la retiró durante unos meses del tour, al que regresó un año después tras superar la enfermedad. Aquello ya era un éxito, el partido estaba ganado, por lo que Nicole decidió que hasta aquí habíamos llegado. Triunfo en lo personal, no tanto en lo deportivo.
VANIA KING (32)
Jugadora que encontró la gloria como jugadora gracias a su unión con Yaroslava Shvédova, tenista que recordaremos unos párrafos más abajo. En singles pasó algo más desapercibida, aunque también tocó el top50. Tras muchas idas y venidas, altibajos en sus resultados y la falta de una compañera estable para competir, el pasado mes de abril fue el momento escogido por King para anunciar su retirada definitiva de las pistas.
JOHANNA KONTA (30)
La última en sumarse a esta lista, aunque de una manera totalmente inesperada. Es cierto que los últimos años de la británica no había sido fáciles, pero verle de nuevo levantar un título este verano parecía suficiente aliciente como para recuperar su ilusión por el circuito. Nada más lejos de la realidad, ya que Konta decidía zanjar su etapa en activo, casarse en privado y, seguramente, ir pensando en ser madre más pronto que tarde. Llegó a ser Nº4 del mundo y puso al tenis británico de nuevo en el mapa.
BARBORA STRYCOVA (35)
Pasamos a una de las jugadoras más queridas de la lista, además de una de las más célebres de la época contemporánea. Siempre peligrosa en terreno individual y siempre fiable en el de dobles, Barbora tenía talento para brillar donde quisiera. Ex número 1 del mundo gracias al buen trabajo que realizó junto a Su-Wei Hsieh, la última dupla campeona que formó la checa en el vestuario. Por tenis y sobre todo por carisma, será uno de esos huecos difíciles de llenar.
CARLA SUÁREZ (33)
Sin dudarlo, llegamos al caso más emotivo y especial de todos. Por el palo que fue recibir la noticia de su enfermedad, por el sufrimiento de pensar en lo peor durante su tratamiento, pero también por la felicidad que supuso volver a verla entrenar, verla competir y verla salir ovacionada de cada torneo que disputó esta temporada. Fue un placer ver su clase por última vez en las grandes plazas, aunque nada más satisfactorio que ver su sonrisa tras cerrar esta historia a su manera. Una jugador de época, en todos los sentidos.
YAROSLAVA SHVEDOVA (34)
Mítica jugadora del circuito femenino en los últimos 20 años, tanto en modalidad individual como en la de dobles. En este punto de su carrera ya era imposible guardar cierta regularidad en sus temporadas, por lo que la kazaja se fue apagando poco a poco con el paso del tiempo. Quedará por siempre en el recuerdo aquel Golden Set en Wimbledon ante Sara Errani, incluso por encima de sus títulos de Grand Slam.