
Uno de los factores que hacen del deporte algo mágico, es ese carácter imprevisible, esa capacidad innata para sorprender y dejar en evidencia a todos los que dan algo por hecho. El Miami Open 2021 ha sido un ejemplo claro de un sueño cumplido, como es el de Hubert Hurkacz, y de un título claramente reivindicativo por parte de una mujer a la que no se valore como se merece: Ashleigh Barty. El primer gran evento masculino de Masters 1000 esta temporada se ha saldado con un ganador absolutamente inesperado y con la sensación de que se está fraguando un gran cambio. El tenis se aproxima cada vez más a un cambio de era, y eso no hace más que incrementar su atractivo. Estas las conclusiones que deja el Miami Open 2021:
- Hubert Hurkacz, premio merecido a una progresión sin pausa
No ser el más mediático ni el más vistoso no tiene por qué ser una desventaja. El polaco ha podido trabajar tranquilo, sin pausa y dando pasos adelante de manera constante. Quien le viera en 2018, cuando empezó a darse a conocer, puede percatarse de que es este un jugador diferente. Mucho más solvente de fondo de pista, con un equilibrio sublime entre ataque y defensa, y con una movilidad notable de fondo de pista. Potencial a raudales que ha concentrado en 10 días esplendorosos para conseguir un triunfo memorable en su carrera deportiva.
- Jannik Sinner, llamado a marcar una época; Sebastian Korda, rendimiento muy ilusionante
Perdió una final, pero ganó mucho más. Que un joven de 19 años consiga meterse de lleno en la lucha por un gran título, es un aval más que suficiente para pensar que va a ser un gran jugador. Pero lo más increíble de Sinner es que parece tener margen de mejora en todos sus golpes, y lo que es más importante, capacidad y motivación para hacerlo. Por su parte, Korda demuestra que su buen rendimiento en meses anteriores es un aviso a navegantes de que se está fraguando un gran jugador.
- Falta de solvencia del presumible Big 4 que debería crearse
Daniil Medvedev, Alexander Zverev, Stefanos Tsitsipas y Andrey Rublev llegaban con la vitola de grandes favoritos al torneo, pero ninguno pudo rendir a su nivel. Desde el final del primer Grand Slam del año, todos han cosechado alguna derrota sorprendente e impropia de jugadores que quieren suceder al Big 3 como grandes dominadores. Posiblemente no puedan hacerlo con una regularidad sobresaliente. Seguirán siendo referentes y favoritos allá donde vayan, pero la sombra de la sospecha sobre su consistencia a largo plazo planea con fuerza.
- Roberto Bautista, reconocimiento esquivo a la constancia
Faltó esa chispa necesaria para conseguir un gran título y que se ha echado de menos más de una vez en el castellonense. Fantástico tenista, mente privilegiada y trabajador incansable, Roberto tenía una oportunidad magnífica para alzarse campeón, pero tras ganar a Medvedev sucumbió ante Sinner. Tendrá que seguir persiguiendo ese título que haga justicia a su trayectoria y actitud.
- Félix Auger-Aliassime y Denis Shapovalov no terminan de arrancar
Los dos jóvenes canadiense son un constante "sí pero no". Las expectativas puestas en él son enorme, tal y como merece su infinito potencial, pero no son capaces de dar pasos adelante con firmeza en grandes torneos. Se les sigue esperando con avidez.
- Ashleigh Barty, una número 1 con total merecimiento
Impresionante semana de la australiana, una tenista con un estilo de juego tan particular y preciosista como efectivo. La falta de crédito que obtiene por parte del público general es injusto, y volvió a demostrarlo con un rendimiento esplendoroso venciendo a algunas de sus grandes rivales por la gloria, presente y futura. Amplía su ventaja en el ranking WTA y revalida el título en Miami.
- Bianca Andreescu vuelve a estar preparada para luchar por la gloria
Muy necesaria la joven canadiense en el circuito WTA; por su carisma, su juego y su potencia a desarrollar. Volvió a ser esa jugadora que transmite la sensación de ser inabordable por momentos, y a hacer gala de una garra competitiva a prueba de bombas. Si las lesiones le respetan, volverá a optar a lo máximo una semana tras otra.
- Aryna Sabalenka y Elina Svitolina, la dificultad de dar un paso más
Bielorrusa y ucraniana continúan buscando con ahínco ese punto de inflexión en sus carreras deportivas. Su gran objetivo son los Grand Slam, pero necesitan ser competitivas con regularidad en torneos como el de Miami y sentir que tienen las armas necesarias para salir campeonas. Les está costando mucho más de lo esperado a tenor de su potencial.
- La crisis profunda de Karolina Pliskova y la tendencia al alza de Maria Sakkari
La checa acumula permanentes derrotas y sigue sumida en una crisis de juego, resultados y quizá algo más. Da la sensación de que ha llegado a un punto de agotamiento psicológico después de muchos años afincada en la élite sin encontrar el premio que buscaba: un título de Grand Slam. Debe resetear con rapidez si no quiere tocar fondo y que sea muy difícil emerger con fuerza. Todo lo contrario es lo que se ve en la tenista griega, cada vez más sólida y con sensaciones claras de poder hacer algo importante.
- Sara Sorribes ha llegado para quedarse
El mes que ha cuajado la tenista española es para enmarcar. Su rendimiento en los torneos mexicanos y en Miami demuestra que esto no es flor de un día, y que el esfuerzo continuo durante años puede encontrar la recompensa. Sorribes está jugando con enorme confianza, más agresiva y subiendo a la red con recurrencia, sin renunciar a esa capacidad innata para defenderse desde el fondo y adaptarse a su rival, encontrando el juego que más incomoda. Irrumpe en el top-50 y amenaza con seguir ascendiendo si mantiene este nivel.