
La última campeona de Grand Slam del circuito WTA pisa ya el complejo de Flushing Meadows en busca de una nueva conquista, la que sería su tercer trofeo de esta extraña temporada. Hablamos de Sofia Kenin, flamante vencedora del Open de Australia 2020, hace seis largos meses. Ahora sus objetivos están centrados en el WTA Premier 5 de Cincinnati y el US Open, dos torneos repletos de incógnitas donde nadie sabe muy bien quiénes se vestirán de favoritas. De momento la estadounidense pasó por rueda de prensa para expresar la emoción que sienta al regresar por fin a las pistas.
“Estos meses han sido muy duros, por supuesto. Realmente me molestó todo lo que pasó, pero espero que todo vuelva pronto a la normalidad. Sentía que estaba jugando muy bien, estaba al nivel más alto que jamás había estado en mi carrera, en ese sentido fue todo un poco perturbador, perdí la motivación después de aquello. Ahora me estoy recuperando y estoy volviendo a jugar bien, veremos cómo evoluciona todo”, anticipa la actual Nº4 del mundo.
A sus 21 años y en el momento más dulce de su explosión, era normal que Sofia fuera una de las jugadoras que peor llevasen la cancelación del tour. “Durante la cuarentena, sobre todo al principio, cuando veíamos que todo se cancelaba semana tras semana, era difícil imaginarse el calendario completo. Tres meses sin torneos, sin competencia, sin nada. Claro que es difícil, pero mi padre me ayudó muchísimo con la motivación, me empujó a que lo intentara hacer lo mejor que supiera. Una vez me enteré que iría a jugar la exhibición de Charleston y luego al WTT fue muy divertido, vi la motivación estaba ahí”, confiesa la oriunda de Moscú. “Me vi jugando realmente bien, entusiasmada y feliz de volver a la cancha. Ahora estoy de regreso en la Gran Manzana, en la Gran Burbuja, así que es positivo”.
Como el resto de sus compañeros, el reto ahora no será solamente volver a competir, también estará en adaptarse a la nueva normalidad. “Más o menos, estoy acostumbrada. Estuve en el World Team Tennis y allí todos estaban tomando precauciones, durante todas las pruebas estábamos separados por dos metros de distancia de seguridad y con mascarillas. Ya estoy habituada a estos tiempos locos después de aquellas tres semanas, pero realmente lo disfruté. Aquí estoy siguiendo todas las reglas, haciendo lo máximo que puedo para mantenerme a salvo a mí y a los que me rodean. Por otra parte, me gustaría acabar con esto cuanto antes, volver a caminar sin mascarillas y recuperar la vida normal”, resume la de norteamericana.
Su primer desafío en el cuadro de Cincinnati será Cornet o Mcnally, sin importar demasiado el torneo que sea ni las rivales que estén en el cuadro. “Desde el primer momento quería venir y jugar aquí. Como ya he dicho, llevo tiempo practicando y mi deseo era estar aquí compitiendo, pero sí es una lástima que haya seis top10 que no hayan podido estar. Me hubiera encantado que estuviéramos aquí todas, pero así es la vida. Mentalmente, yo sigo jugando lo mismo, estoy enfocada como si todas mis rivales estuvieran aquí, así que espero que vuelvan todas pronto y verlas en los próximos torneos”, concluye.