
La temporada de Guillermo García López está acumulando capítulos realmente negativos. A sus derrotas, muy numerosas, y a sus problemas de hombro de principio de año, el albaceteño está compitiendo en París con unas molestias que le impiden rendir a un nivel medianamente óptimo. En declaraciones posteriores a su partido de segunda ronda, que logró saldar con victoria, el tenista español compartió algunas palabras preocupantes sobre su estado.
"Estoy contento por ganar, pero en cuanto a las molestias, los médicos no se lo explican y yo tampoco, es todo muy extraño. He tenido que jugar acortando los puntos de una manera rápida. Los dos primeros sets los he ganado y te ves con el partido a favor y empiezas a pensar más de la cuenta en los problemas".
Del mismo modo, Guillermo confesó en la misma rueda de prensa "tener miedo porque el partido llegara al cuarto set y mis dolores se agravaran". Los problemas comenzaron a aparecer en su encuentro de primera ronda, ante el luxemburgués Gilles Muller. Un tirón en el cuadriceps que parece haber ido a mayores en el día de hoy, ante Marco Trungelliti, que incluso le ha restado movilidad.
Desde luego, su próximo rival le va a exigir un punto físico muchísimo mayor. Willy deberá recuperarse para enfrentar a uno de los mejores jugadores del mundo, el canadiense Milos Raonic. "Es un rival peligroso, aunque esta no sea su superficie favorita. Tiene el saque que tiene y la semana pasada hizo semifinales en Lyon. No deja de ser un 'top ten'".