"Me acuerdo que le pegaba medio a ciegas, salía todo"

Se cumplen 19 años de la victoria de Roberto Carretero en Hamburgo. Desde la fase previa, el madrileño completó una semana histórica en 1996

Alejandro Arroyo | 27 Jul 2015 | 18.16
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En Puntodebreak encontrarás toda la actualidad y noticias de tenis, así como fotos de tenistas e información de los torneos ATP y WTA como los Grand Slam y Copa Davis.
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Ya son siete las ediciones consecutivas que Hamburgo ha completado desde su trasvase como Masters 1000 a categoría 500. Hasta 2008, 37 años consecutivos siendo parte de la segunda categoría en importancia dentro del circuito. De entre todas ellas, ninguna como la vivida en 1996. Su campeón, Roberto Carretero, procedió de la fase previa, llegando al cuadro principal desde la 143ª posición del ranking masculino.

Roberto Carretero acudía al Super 9 de Hamburgo (denominación pretérita de los actuales Masters 1000 y Masters Series) con una plaza para la fase previa. Había sido capaz de ganar cuatro partidos de cuadro principal ATP entre Estoril, Conde de Godó y Munich, pero el certamen hanseático no suponía algo realmente especial para sus aspiraciones. Las perspectivas con las que el madrileño desembarcaba en Hamburgo distaban mucho de las del resultado final.

Auténtico especialista sobre tierra batida, Carretero manejaba un buen potencial, descubierto en categoría junior, cuando logró alcanzar la final de la Orange Bowl y coronarse en el Roland Garrios junior de 1993, con 17 años, doblegando en la final a su compatriota Albert Costa. Sin llegar a ninguna final antes y después de aquel Hamburgo del 96 (pasó por el quirófano hasta en tres ocasiones desde los 20 hasta los 25 años, edad de su retirada), Carretero completó una semana inimaginable. Una semana que como en otros muchos casos, marcó para siempre su carrera deportiva.

Carretero, inhabituado a jugar muchos partidos consecutivos en una misma semana, fue sintiéndose cómodo desde la primera ronda, derrotando a un ya veterano Jordi Arrese. El norteamericano Malivai Washington, décimo cabeza de serie, el francés Arnaud Boetsch, séptimo preclasificado, y el austríaco Gilbert Schaller, decimosexto favorito, fueron cediendo ante la potencia del español.

Roberto, que encordaba a más de 40 kilos, tenía en la potencia de piernas y en su drive sus mejores armas. Como el mismo reconoce en su propia página web, su cabeza "iba y venía, dependiendo de si las cosas iban mejor o peor". En semifinales chocaría con Kafelnikov, séptimo cabeza de serie y posterior campeón de Roland Garros en aquella temporada, al que sobrepasó sin ceder un parcial, alcanzando el último paso subido en una nube.

En un cuadro repleto de jugadores experimentadísimos, casi todos consumados especialistas, apareció de la nada un chico de apenas 20 años, que supo terminar semejante faena derrotando a Alex Corretja en cuatro mangas y tras ceder el parcial de apertura. "Sentía que todo fluía, me gustaba la bola, el terreno y no me dolía nada, pues las cosas van saliendo y pasa esto. Yo era o de caer en primera ronda o llegar hasta el final. También sumó que venía de haber pasado varias previas de torneos anteriores y eso ayudó. Me acuerdo que le pegaba medio a ciegas, salía todo".

La celebración posterior y la emocionante felicitación de Alex Corretja (ver video) coronó una de las semanas más sorprendentes de la década de los 90. Roberto Carretero, 143 del mundo, era campeón de Hamburgo.