Serena a su ritmo en Charleston

La Serena Williams más seria, competitiva y estable que se haya visto, supera los 11.000 puntos WTA y se gana un descanso antes de la gir

Pedro Gutiérrez | 7 Apr 2013 | 23.07
facebook twitter whatsapp Comentarios
En Puntodebreak encontrarás toda la actualidad y noticias de tenis, así como fotos de tenistas e información de los torneos ATP y WTA como los Grand Slam y Copa Davis.
En Puntodebreak encontrarás toda la actualidad y noticias de tenis, así como fotos de tenistas e información de los torneos ATP y WTA como los Grand Slam y Copa Davis.

Serena Williams se ha impuesto en la final del WTA Premier de Charleston (Carolina del Sur, EEUU) ante una Jelena Jankovic que cuajó un buen partido hasta que se le escapó la energía. Con este triunfo, Serena sigue reafirmando su condición de #1 -no la iba a perder aunque no defendiera aquí su título de 2012- y le permite distanciarse de la #2 Maria Sharapova en ya 875 puntos.

Atención, les voy a pedir que piensen en la actual #1 del circuito femenino mientras leen el siguiente párrafo que apenas tiene que ver con ella, a priori. Buscando, encontré lo siguiente: “El charleston es una danza bailada en un compás de 4 tiempos, alternando brazos y piernas principalmente, con una gran movilidad en los pies. Se puede bailar acompañado o en solitario, sólo que cuando se baila en solitario los movimientos suelen ser más libres y espontáneos. Una de las características principales de este baile es la improvisación y la energía, dado que suele ser duradero y rápido”.

Desde luego, me han dejado bastante para comentar. Tras una bonita semana, Serena queda claro que se mueve a ritmo de charleston. En Charleston. Con movilidad interesante para ser su primer torneo sobre arcilla y venir de triunfar en el duro suelo de Miami. Con un compás claro, dominando los encuentros, aunque en ocasiones se le notaba la falta de madurez en la superficie este año, se conseguía ajustar y era ella quién marcaba los ritmos. Podría jugarlo perfectamente en dobles, pero jugando en el individual se permite regocijarse más, y disfrutar en esencia de ‘Serena’, en lugar del ‘las Williams’.

Improvisación, por una parte Serena siempre improvisa, pero por otro quedan dudas de que permita que algo se le escape de su lugar. A todo esto me nace la reflexión, ¿Serena Williams estudia bien y en detalle cada encuentro de cada torneo antes de afrontarlo? A buen seguro, mucho menos que sus rivales, las cuales no suelen dormir muy bien la noche de antes. Ganar a la #1 da quebraderos de cabeza. Y de la energía qué decir: viene de ganar en Miami, y con dos días entrenados se anima a jugar sobre pistas lentas. Y no solo le sale bien, sino que dispone de energía suficiente como para ganar el mismo día sus partidos de tercera ronda y de cuartos de final, y después arrasar en semifinales a su hermana Venus (a la que ya domina el head-to-head 14-10) y de marcarse una remontada tranquila ante una exasperada Jankovic en la final, rosco incluido.

Duradero y rápido. Duradero por Miami y por toda la semana. También porque desde que se pusiera las pilas en Charleston 2012, ha echado pocas veces el freno (ha ganado desde que comenzara la gira sobre tierra batida de 2012: 71 de sus 75 partidos). Sin que sea preciso añadir mucho más: está la #1, y supera las 11.000 puntos en el ranking WTA. Duradera, lo que se dice duradera, sí es. No olvidar que nació el 26 de septiembre de 1981 y que no se cansa nunca de ganar. En cuanto a la rapidez, que se lo digan a sus rivales cómo van los golpes y servicios de Serena, o cómo avanzan los encuentros contra ella. Dicho queda. Ya les he justificado el título: Serena a ritmo de charleston, en Charleston.

Tras un comienzo tibio de temporada 2013, recuperar el número 1 en Doha, ganar el torneo de Miami y alzar de nuevo la corona en Charleston (lo que le hace tener 3 títulos sobre tierra batida verde, por sólo dos sobre tierra batida roja; incluido un Roland Garros), parecen números como para hacer un análisis positivo. No obstante, no ha sido un comienzo de #1, y la derrota ante Azarenka en Doha, escuece un poco todavía. Hoy era la #3 en la race, mañana se colocará como #2 superando en sólo unos poquitos puntos a Sharapova, y mirando aún con cierta distancia a una Azarenka que tampoco ha sumado en exceso en las últimas citas, sufriendo problemas físicos, lo que le ha llevado a centrarse en preparar la gira de arcilla.

Serena, como hiciera en 2012, coge ritmo en Charleston. Y lo que le espera de ahora en adelante es sólo para valientes. Gracias a Dios, Serena es una mujer atrevida. Defenderá el título de Madrid (este año en rojo), las semifinales de Roma y nada en el Grand Slam francés. Esto le permite afrontar tranquila la gira de tierra, aunque un desliz en Madrid le puede llevar a perder el #1 que tanto ha perseguido los últimos meses, y a eso no está dispuesta. Si llega a Roland Garros como #1, algo muy probable, se asegurará mantener esa condición probablemente más allá de Wimbledon... hasta el US Open. A nivel de leyenda, Serena quiere otro Roland Garros. Y coge con cariño, como la última temporada, la gira sobre arcilla. De siempre ha sido su peor superficie y precisamente por ello, en este tramo final de su carrera profesional quiere arrancarse espinas, ahora que todavía puede.

Tras oír gritos y más gritos conquistado su título en Carolina del Sur, todo muy americano y con la bandera nacional (enorme, por cierto) presidiendo el acto, Serena hizo reír a los asistentes, como siempre hace, posó adecuadamente para la prensa, como siempre hace, firmó autógrafos a todos cuantos pudo, como siempre hace, y se desplazó a la sala de prensa sonriente, como siempre hace, aunque en carrito de golf (esto no siempre lo hace). Allí se pudo ver a una Serena contenta, satisfecha, consciente de haber hecho un esfuerzo de nuevo ‘rebajándose’ a torneos de este nivel que precisa el ranking WTA, y con muchas ganas de volver a casa. Cuando le preguntaron cómo lo iba a celebrar no dudo en responder que marchándose pronto a casa: “durmiendo en mi cama, saludando y jugando con mis dos perros... esta vez no habrá karaoke”.

Con esa sensación de trabajo bien hecho y de cansancio, Serena se relajará unos días y después, cuentan, se desplazará a París. Allí en la Patrick Mouratoglou Tennis Academy, entrenará junto al célebre coach francés sobre tierra batida roja. En París, como en casa, irá calentando un poco más el ritmo ganado en Charleston sobre tierra batida verde, y se irá amoldando al juego lento. Esperan Madrid, Roma y Roland Garros. Una bonita y agotadora gira europea, que de seguir todo como hasta ahora afrontará con miles de garantías.

Nos hemos empezado a acostumbrar a ver a Serena tan arriba, pero no ha sido algo tan habitual a lo largo de su carrera. Ha arrasado en muchos Grand Slams, ha sacudido a la élite WTA más de una vez, pero no es tan común ver a Serena Williams coger el testigo. Y lo ha cogido. Cuando las lesiones le han respetado, cuando ha centrado sus miradas profesionales en un entrenador serio y de prestigio, y cuando ha alimentado aún más su alma competitiva, hemos recuperado a la Serena constante. A la Serena rápida a la vez que duradera, que decían del charleston. Ágil y competitiva, “se arrastra” por torneos pequeños sin permitirse fallos. La Serena Williams más seria, madura, competitiva y estable que se ha visto nunca coge con ganas su descanso y se prepara para conquistar esa tierra batida que tanto se le resistió. A este ritmo, será la indiscutible favorita.

por @Pep_Guti en @PuntoDBreak