Na Li: objetivo Open de Australia

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La competidora china Na Li alcanza la final del Open de Australia 2013. Tercer partido por el título en un Grand Slam y segunda vez que luchará por el cetro de Melbourne. Una tenista asiática enviando fuertes señales de vida en el major del Pacífico.

Sin ceder un solo parcial y mandando a la lona a dos integrantes del actual top4 WTA, la antigua finalista vuelve al que es su techo en el primer Grand Slam de la temporada con espíritu renovado. Un sólido despliegue de tenis directo sirvió a la asiática para terminar con las opciones de María Sharapova. La única vez que tumbó a la siberiana en el penúltimo peldaño terminó levantando el cetro sobre la arcilla de Roland Garros. ¿Podrá repetir la gesta al otro lado del globo sobre distinto suelo?

La atleta de Wuhan hace suya una nueva filosofía de competición. Tiempo atrás, y no es necesario retrotraerse a los albores de su carrera, encontrábamos una deportista ciertamente alterable. No era extraño verla perder los papeles de forma alarmante durante los partidos. Baste echar la mirada a la final ganada en Roland Garros 2011 para darse cuenta de ello. Continuas quejas con dirección al banquillo, pérdida del autocontrol en fases delicadas del encuentro, marasmos de rendimiento durante las contiendas,… “He trabajado mucho en este sentido durante el entrenamiento invernal. Carlos [Rodriguez] siempre me incide en eso. ‘Cálmate, cálmate. Todo el día me pasaba escuchando el mismo mensaje: mantén la calma’”.

De acuerdo al proceder absorbido, el contraste mostrado sobre el Plexicushion arroja una persona totalmente distinta. Próxima a cumplir los 31 años es, junto a Serena Williams, la única jugadora ubicada entre las diez primeras raquetas del circuito que camina por encima de la tercera década. “Según te haces mayor, coges más experiencia. Ahora mismo, cómo decirlo, disfruto de cada partido”. Concentrada, sin perder en exceso los nervios, los resultados van llegando con celeridad.

Si el pasado año vio cómo Sharapova le comía una ventaja prohibitiva en la final del Premier de Stuttgart (4-6 0-4) esta vez mantuvo la compostura para cerrar el choque en el principal estadio de un major. Si hasta ahora jamás había sellado un set sobre dura ante la siberiana en cinco duelos previos, en esta ocasión Li Na fue la que redujo a su oponente a una ínfima colecta de cuatro juegos. Y si el pasado año tras ceder 4 bolas de partido ante Clijsters en uno de los grandes partidos del año se marchaba de Melbourne con lágrimas en los ojos, en esta ocasión tendrá la oportunidad de mostrar su risueño gesto en la última foto.

La china no es solo mente renovada. Desde las suelas de las zapatillas hasta la cabeza de la raqueta porta una depurada destreza técnica barnizada por unas cualidades físicas de impresión. Un exigente entrenamiento de pretemporada en Pekín ha devuelto al circuito una deportista a prueba de bombas. Sesiones de hasta seis horas combinando gimnasio y práctica en pista fueron moldeando su yo actual. “Al tercer día quería morir. Llamé a mi marido y le dije que Carlos estaba loco. Le conté el programa y me preguntó si era una broma. ¿Qué broma? De verdad que estoy haciendo esto por las mañanas”.

Plantada sobre la línea de base es un elemento de difícil freno. “No me dejó hacerla pensar en ningún momento. Siempre estaba jugando por delante de mí” confesaba sincera Sharapova tras ceder el duelo. Capaz de hacer suyo el termostato del intercambio, no bajará la temperatura en ningún momento. Presiona, desplaza, abre ángulos, juega profundo, no perdona un metro. Y, sobre todo, respira en momentos tensos. La mejor versión de Na Li mira a los ojos prácticamente a cualquier adversario. Y parece estar encontrando la forma de postergar al máximo el tradicional pestañeo.

Así se construye la candidatura de la asiática a levantar el segundo cetro noble de su trayectoria profesional. La misma que ha ganado el 85% de sus partidos sobre pista dura desde el pasado verano. La misma que acumula el mayor número de triunfos (14) en la presente temporada. Y la misma que, de la mano del socio principal en la carrera de Justine Henin, tiene asegurada la vuelta al top5 a su salida de Melbourne y se marca como objetivo el tercer puesto. Teniendo en cuenta el triunvirato reinante, no se trata de un asunto baladí. Ausente la tercera en discordia –Serena Williams-, ya ha derribado al segundo monumento –María Sharapova-. Queda la ficha más alta del tablero –Victoria Azarenka-.

¿Podrá Li Na tumbar a la bielorrusa en el choque decisivo? No es ella quien compite con la presión de defender cetro. No es ella quien se expone a ceder el número 1 en caso de ceder el duelo. Pero es ella quien, incluyendo un precedente en Melbourne 2011, cuenta por victorias sus enfrentamientos en este tipo de torneos. ¿Será Azarenka favorita en el último peldaño? Es una cuestión que produce titubeo.

La amenaza, por ahora, en boca de María Sharapova: “Amo salir ahí fuera y competir contra las mejores del mundo. Y eso, hoy, lo fue Li Na”. El espíritu, en sus propias palabras. “Noto algo especial cada vez que vengo a Australia. Siento que puedo ganar este Grand Slam”. Dos sets más y podrá palpar ese sentimiento.

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