
La organización del US Open se está cubriendo de gloria en este 2012 y en una nueva decisión que trasciende de la polémica al bochorno, ha suspendido el segundo partido de las semifinales entre David Ferrer y Novak Djokovic, después de haber permitido que se acabara el encuentro entre Andy Murray y Tomas Berdych de forma íntegra y sin haber “recolocado” la otra semifinal, (para no perder dinero), y después de haber anunciado la suspensión de la final femenina, aplazada para el domingo, han parado el partido, sin que comenzara a llover, alarmados por la posible llegada de un tornado (o algo más) y, según fuentes oficiales, a instancias de la policía. De nuevo, la final masculina se jugará lunes.
Super Saturday de pacotilla, organización peor
En definitiva, para todos aquellos que se han gastado una fortuna para poder ver las dos semifinales masculinas y la final femenina, se les ha querido salvaguardar los partidos masculinos y no se ha recolocado la semifinal de Djokovic contra Ferrer en la Louis Armstrong, mientras se ha permitido un encuentro bochornoso entre Murray y Berdych. El checo, cuyo encuentro puede volver a reabrir el debate del #equalprizemoney (la igualdad de premios para chicos y chicas), con respecto a un rendimiento patético durante más de una hora y media de partido donde se ha limitado a no meter ninguna bola en la pista de Murray, haciendo el doble de errores no forzados que en su partido contra Federer y dando una imagen sencillamente lamentable. Este “partido” ha sido todo lo que ha podido ver el esforzado público del Super Saturday porque la CBS, propietaria de los derechos ha impedido que se jugara el segundo encuentro en la Arstrong mientras las condiciones meteorológicas (y las autoridades pertinentes (policía)) sí lo han consentido. Lamentablemente hemos estado repasando las entradas y no encontramos un epígrafe donde pongan que la programación de los partidos quede sometida a “mientras el tiempo no lo impida y la autoridad lo permite”, como se anuncia a los cuatro vientos en las corridas de toros.
De tal suerte que el Super Saturday se ha quedado en un sábado bastante vulgar, pero muy caro. La organización no piensa devolver el dinero a sus clientes. Es lo que hay. Se quedan con una semifinal masculina devaluada por la actitud de Berdych y con un primer set donde el jugador con menos talento, pero mejor adaptado a las circunstancias estaba a punto de arruinar el cartel del a final masculina poniendo a Djokovic contra las cuerdas. En esta situación, David Brewer sí ha tomado una decisión firme, insisto, instado por el Departamento de Policía de Nueva York, (quizá la poli quería ver a Djokovic en la final). La amenaza de tornado es real: De esto no cabe duda. Que la amenaza de un tornado se conoce antes, también es verdad, (por eso han suspendido el partido de la final femenina). Que han suspendido el partido con 5-2 y saque de Ferrer, también es verdad. Empíricamente demostrable. Que el partido lo paran a instancias de la policía… habrá que creérselo. Que la organización estaba aterrorizada ante la posibilidad que Ferrer tumbara a Djokovic se lo digo yo en primera persona y sólo es mi opinión. Que antes de un tornado llega la lluvia, se lo adelanto. Y que con lluvia se suspende sin excusas también. Hay un legado latino que viene a explicar: “Excusatio non petita, acusatio manifiesta”. Pues la presencia de Brewer lo dice todo.
La suspensión del partido
El partido entre Ferrer y Djokovic no se ha jugado hoy por intereses comerciales. La organización ha podido, ante la amenaza del huracán cambiarlo a la Louis Armstrong. Quien quisiera ver el bochorno Murray-Berdych, tenía su perfecto derecho adquirido, y quien quisiera ver a Djokovic vs Ferrer se podía haber entretenido un rato. ¿Quiere decir esto que Ferrer hubiera ganado hoy? No. ¿Tiene más opciones de remontar Djokovic mañana? Sin duda. Y si no, que le pregunten a Marion Bartoli a quien le cortaron de raíz su eminente sangría con Sharapova para pasarla al día siguiente. Curioso. A mí, de bebe de ser a quien les escribe, que le parece que a la organización preferiría a Sharapova en semifinales y a Djokovic en la final antes que a Bartoli o Ferrer respectivamente. Curioso pues, que hayan sido los dos principales perjudicados de este tipo de decisiones.
Lo que no consiguió Tipsarevic con su parada para atención médica en cuartos, lo ha conseguido la organización con su parada ante Djokovic. Lo que no se puede robar piedra a piedra en una joyería se roba con un butrón, sospechaba mi abuelo.
Mañana, final femenina y remontada de Djokovic
Para no cortar la programación, la situación queda con el Azarenka vs Serena Williams para mañana y con la remontada de Djokovic, (perdón), con el partido Ferrer-Djokovic. La programación del domingo también sufre una variación y, de paso y por quinto año consecutivo se jugará la final en lunes. Ya saben, de Super Saturday, a final en lunes.
El viento contra Berdych y contra Djokovic
La situación climatológica ha jugado en contra de Berdych, “en estas condiciones y con este viento es imposible meter la bola en el campo del rival”, argumentaba el checo en su rueda de prensa. Lástima que no viera cómo las ponía su homónimo al otro costado de la red, Murray, que limitó mucho sus errores no forzados. El viento y es rival de la técnica. La bola no sigue trayectorias regulares, es más difícil de controlar y los jugadores que juegan “a pegar” tienen muchos más problemas. Para Murray y Ferrer, jugadores mucho más acostumbrados a defender, meter bolas en la pista y tener paciencia, es una ventaja. Arriesgan menos y esperan errores del rival. Berdych nunca estuvo a gusto en la pista y por momentos perdió la concentración para completar un partido, sencillamente inadecuado a su nivel.
Para Djokovic el viento estaba siendo un infierno. Falto de concentración y con un rival muy engorroso no encontraba su juego basado en la potencia y la precisión. Más bonito, más atractivo… pero en tenis todo vale.
Nole estaba contra las cuerdas y en una situación muy difícil. Dos breaks abajo y servicio para Ferrer para cerrar el primero. Pero perder un set para Nole no es lo más importante. Lo más importante es que no se encontraba en la pista y cada segundo que se hubiera continuado jugando hubiera sido perjudicial para el serbio. Suerte que, las autoridades, (sean cuales sean policiacas u organizativas), han puesto freno a la sangría. Una auténtica vergüenza.