
A Aryna Sabalenka le sienta a las mil maravillas la tierra batida del Mutua Madrid Open. Solo hay que ver que sus dos únicos títulos en arcilla han sido en la Caja Mágica (2021, 2023) y el próximo sábado tendrá la oportunidad de conseguir el tercero ante Coco Gauff. La bielorrusa se mete en la gran final después de mostrar un tenis dominador ante una Elina Svitolina que luchó lo mejor que pudo para frenar el huracán tenísitico de Sabalenka, pero no fue suficiente (6-3, 7-5 en 1 hora y 31 minutos). La bielorrusa quiere seguir con la inercia positiva en Madrid, sumar su tercer entorchado y vengarse de la final perdida del año pasado.
Bajo las luces de la Pista Manolo Santana y en el último encuentro de la jornada, hacían acto de presencia Aryna Sabalenka y Elina Svitolina por un puesto en la gran final, dónde ya esperaba Coco Gauff. La bielorrusa quería aprovechar la eliminación de Iga Swiatek, su verduga en la final del año pasado, para buscar su segundo entorchado en Madrid.
Un vendaval llamado Sabalenka
Y parece que la derrota de la polaca lo utilizó como una motivación extra porque salía a la cancha con una marcha más, mucho más sería y metida y sin dejar ninguna opción a Svitolina en los primeros compases del partido. De esta manera, la número uno se colocaba con 4-1 en apenas 18 minutos de juego.
La exhibición de la Minsk no tenía fin, se atrevía con las dejadas, subía a la red, buscaba el golpe ganador cuando podía y devolvía cualquier ataque. Todo ello, para frustración de una Svitolina que no podía hacer nada ante el vendaval tenístico de la número uno del mundo.
Sin embargo, la ucraniana se dio cuenta de que subía el nivel o pronto se iría a la ducha, así que se revolvió, se metió un poco más en la pista y recuperaba el break para sorpresa de Sabalenka, que veía como pasaba de tener el set en el bolsillo a tener problemas. Pero la número uno no perdió los nervios, aceptó la situación y volvía a romper el servicio para después cerrar con su saque un set (6-3) en el que fue de más a menos, pero que gracias a su espectacular arranque pudo ponerse un set arriba.
Svitolina se agarró a la pista hasta el final
El segundo parcial comenzó igual que primero, con Sabalenka a los mandos del partido, dominando de nuevo y rompiendo a las primeras de cambio. Aun así, Svitolina aprendió la lección y no permitió que la de Minsk se alejará en el marcador como ocurrió en el primer set. Esto desencadenó en largos e intensos intercambios, pero la número uno conseguía imponerse en los puntos más importantes.
Sin embargo, cuando Sabalenka sacaba para llevarse el partido, los nervios y el juego de Svitolina pudieron con ella y el segundo set se igualaba a 5. La ucraniana no le perdió la cara al partido y luchó hasta el final, pero Sabalenka convirtió la frustración por no cerrar el partido en agresividad para evitar un tercer set y demostró una vez más que cuando juega su mejor tenis es muy difícil de vencer. La bielorrusa se llevó el duelo por 6-3, 7-5 y accede a su tercera final consecutiva en Madrid, la cuarta de su carrera. Solo Coco Gauff puede impedir que la tigresa de Minsk vuelva a rugir en la Caja Mágica.