
Todo o nada, cara o cruz. Jelena Ostapenko es una tenista especial y no especula ni con la raqueta en la mano ni con un micrófono en la boca. Después de meterse en la final del WTA 500 Stuttgart 2025, charló con los medios de comunicación acreditados en el torneo para hacer gala de la gran fe que se tiene a sí misma.
Única, capaz de suscitar temor y admiración, amor y odio a partes iguales. Jelena Ostapenko no se rige por dinámicas de conducta habituales ni patrones de juego predominantes. La letona aparece y desaparece en el circuito merced a un tenis que transmite la sensación al rival de que su presencia en pista no aporta nada. Ella hace y deshace a su antojo, y esta semana, en el WTA 500 Stuttgart 2025, está tocando ver su mejor versión. Tras meterse en la final y citarse con Aryna Sabalenka, compareció en rueda de prensa.
- Ostapenko afirma saber lo que tiene que hacer para ganar a Sabalenka
"Siempre supe que mi juego seguía ahí, mantuve la confianza en mí misma y eso es lo más importante. Todo es más sencillo para mí porque tengo claro que puedo ganar a cualquiera", comentó la jugadora letona, intentando explicar esa filosofía de entender el tenis y la vida, que la lleva a vivir momentos en los que parece inabordable para sus contrincantes a épocas en las que ni siquiera es capaz de ganar partidos con cierta consistencia a rivales muy inferiores a ella.
Hacía tiempo que no se veía a Jelena Ostapenko jugar tan bien como lo está haciendo en el WTA 500 Stuttgart 2025, donde tendrá la prueba de fuego definitiva en la final, frente a Aryna Sabalenka. "Sé que puedo jugar muy bien en tierra batida, aquí las condiciones me favorecen, pero no creo que haya llegado a mi perfección. Por muy impresionantes que sean mis actuaciones, siempre creo que puedo hacerlo mejor. Ante Aryna debo centrarme en mí misma, sé lo que tengo que hacer para ganar a Sabalenka. Quienes me odian hacen que sea más fuerte", terminó aseverando con rotundidad.