Adrian Mannarino se ha convertido en uno de los nombres propios de este Rolex Paris Masters 2024. Algo totalmente inesperado, ya que el francés llegaba a esta última parada del calendario tras una temporada cargada de lesiones, dudas, derrotas y una larga racha que llegó a hacerle pensar en aceptar su final profesional. ¿Pero qué le pasaba realmente? Esta tarde en París-Bercy tuvo la oportunidad de sentarse ante la prensa y explicar todos los demonios que ha ido arrastrando este calendario, hasta que por fin esta semana se han vuelto a juntar los astros para permitirle, aunque sea por momentos, el privilegio de volver a disfrutar dentro de la pista.
“No he ganado muchos partidos este años, pero todo tiene su explicación”, se arrancó el galo después de vencer en el cuadro principal a Tommy Paul (6-3, 7-5) y Zizou Bergs (3-6, 6-2, 6-4). “Sufrí una lesión importante en el pie jugando en Miami, pensé que sería cuestión de pocas semanas, pero luego la realidad es que necesité de unos meses para volver a encontrarme correctamente. En el momento en que pude volver a jugar de nuevo, apenas gané partidos. Perdí muchas veces por circunstancias similares a las de hoy, duelos a tres sets, lo cual me hizo tener muchos pensamientos negativos, hasta el punto de pensar que cada partido iba a terminar del mismo modo, con una derrota”, recuerda el nacido en Soisy-sous-Montmorency sobre ese período oscuro de la temporada donde reconoce haber entrado a la pista ya derrotado.
“He tenido muchos problemas físicos, esa es la verdad, apenas hubo momentos donde me sentí en plena forma”, subraya tras firmar de 17-31 a falta del recorrido que pueda tener esta semana en el último Masters 1000 del año. "No sentía que pudiera dar mi 100% dentro de la pista, esa sensación fue frustrante. Incluso los días en los que puse los pies en la pista, mi nivel promedio era más bajo que de costumbre. Ahora las cosas parecen estar mejor, aunque todavía no me encuentro como me gustaría. Me las arreglé para jugar sin pensar demasiado, pero sin ningún problema de pie o rodilla, ya que estos fueron los mayores desafíos a los que tuve que hacer frente durante toda la temporada. De momento, parece que esto ya está bajo control”, celebra con la boca pequeña el hombre que llegó a ser #17 mundial el pasado mes de febrero.
EMOCIONADO POR EL TENIS FRANCÉS
Muchas cosas han cambiado desde aquel mes de febrero, empezando por el ranking. Mannarino, que llegó a ser la mejor raqueta del país, hoy lucha por no salirse del top60 a sus 36 años. Eso sí, su mal momento personal no le impide sonreír cuando le hablan del buen momento que está viviendo el tenis francés en esta última edición del torneo en Bercy. Nombres como Fils, Rinderknech, Perricard o Humbert están ilusionando al aficionado local en las últimas horas, pero solo al aficionado local. El propio Mannarino saca pecho hablando de sus compatriotas, aunque él mismo está dentro de ese grupo de nombres que sueñan con seguir avanzando en el cuadro.
“Arthur Fils y Ugo Humbert tienen un nivel de juego increíble, es bastante lógico que hayan llegado tan lejos. En cuanto a los demás, Arthur Rinderknech y yo, es bastante sorprendente que hayamos alcanzado este nivel para alcanzar esta ronda dentro del cuadro principal. Estamos a final de año, se retiraron muchos jugadores, en Bercy sabemos que siempre hay sorpresas. A veces se abre el sorteo, así que es momento de que otros tenistas aprovechen sus oportunidades. Veremos cómo resulta todo al final, pero es algo genial y alentador para el tenis francés encontrar nuevos jugadores que puedan llegar lejos en este tipo de torneos”, concluyó el hombre que ahora se medirá a Jordan Thompson.