China y una revolución que puede cambiar el mundo del tenis

Analizamos de qué manera la eclosión de talentos chinos puede modificar por completo el deporte rey de raqueta y a qué pueden aspirar.

Diego Jiménez Rubio | 26 Sep 2024 | 08.26
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China y cómo puede cambiar el tenis. Foto: gettyimages
China y cómo puede cambiar el tenis. Foto: gettyimages

Un gigante llamado a despertar de su letargo. China ya no es el país más poblado del mundo, habiendo sido superado por India, pero el bienestar socioeconómico alcanzado en los últimos lustros ha hecho que cada vez más jóvenes se interesen por el tenis. Tanto ATP y WTA llevan mucho tiempo invirtiendo para revalorizar este deporte y los resultados de una gran revolución empiezan a notarse.

No es casualidad lo que se vivió en la primera semana de la gira asiática, con tres jugadores chinos presentándose en instancias finales y luchando por títulos. Desde el inicio del siglo XX, las grandes instituciones del tenis percibieron el enorme potencial de crecimiento que tenía nuestro deporte en China e invirtieron de forma evidente. Organización de torneos importantes, acciones publicitarias con los mejores, pero también creación de muchos eventos en categorías inferiores, con el fin de promover el surgimiento de tenistas.

El impacto de Na Li en el tenis femenino fue enorme, aunque su tiempo de vigencia en la élite fuera reducido. Sin embargo, por mucho que el interés por el tenis masculino es notorio, la ausencia de jugadores que puedan optar a cosas importantes ha limitado su desarrollo. El hecho de contar ahora con tres jugadores en el top-100, como son Zhizhen Zhang, Juncheng Shang y Bu Yunchaokete, puede ser vital para que más gente se enganche a este deporte.

- Es la primera vez en la historia que hay tres jugadores chinos en el top-100 del ranking ATP

Intensamente significativo es el caso de un Shang que parece tener todo lo necesario para optar a grandes cotas de éxito. Criado en Estados Unidos, el bueno de Jerry, como le conocen en Florida, muestra una evidente tendencia al alza y encandila al público chino, deseoso de ver a uno de los suyos luchando por Grand Slam. Hay voluntad y dinero disponible para seguir impulsando el tenis en China, por lo que las autoridades locales podrían volcarse si perciben ese previsible interés creciente de la población.

Los años de barbecho que se han vivido por la pandemia de COVID no han hecho más que aumentar las ganas de los aficionados chinos por ver tenis y en un circuito ATP tan agitado por el calendario y posibles cambios estructurales, China puede ser vital para mejorar las condiciones económicas de los tenistas más noveles, atraer más torneos de primer nivel y hacer sombra a los aires revolucionarios de Arabia Saudí, un país dispuesto a romper con todo por organizar grandes torneos. Será interesante comprobar cómo se desarrolla el tenis en China ahora que tienen jugadores entre los mejores.