Una de las grandes incógnitas en esta temporada de hierba gira entorno a la máxima autoridad del circuito femenino. Iga Swiatek volverá a intentar mejorar su actuación sobre esta superficie, un terreno en el que todavía no ha tenido el placer de levantar ningún título. Y es que parece mentira que hablemos así de la número 1 del mundo, pero la realidad es que la polaca no termina de desplegar allí su mejor tenis como sí que lo hace en tierra y en pistas duras. Sin embargo, Swiatek se enfrenta a una nueva oportunidad de seguir perfeccionando sus habilidades. ¿Cómo le irá este 2024?
Iga llegará a esta gira de césped habiendo levantado el título en Roland Garros, algo que ya ha retrasado en su preparación. Y es que estaba previsto que la polaca participara en el torneo de WTA 500 de Berlín (17 al 23 de junio), pero tras alcanzar la última ronda en París, Swiatek ha tenido que echarse a un lado debido a la fatiga física y mental de las últimas duras semanas en tierra. Totalmente entendible. Así, llegará a Wimbledon (1 al 14 de julio) sin ningún rodaje previo sobre esta superficie, algo nada óptimo si en su mente está seguir trabajando en su talón de Aquiles.
Podemos hacer una vista rápida al pasado para entender por qué la hierba es su gran asignatura pendiente. En cuanto a resultados, vemos que en el Grand Slam británico su mejor logro ha sido alcanzar los cuartos de final el pasado año. Por otro lado, cabe destacar que fue la campeona de Wimbledon junior en 2018 y recibió una invitación para el cuadro final del año siguiente gracias al buen tenis que desplegó (cayó en primera ronda). Esto, sin duda, es un rayo de luz que demuestra que Iga es capaz de sentirse bien en esta pista, lo único que necesita es dejar las expectativas a un lado y fraguar esa experiencia que ya tiene en el resto de superficies.
Este no será el primer año que acuda directamente a Wimbledon habiendo conquistado París, pues en 2022 ya lo hizo. Eso sí, tan solo logró pisar la tercera ronda. Esta vez espera que sea diferente teniendo en cuenta que la temporada pasada ya dio bastantes pasos hacia adelante. Pero, ¿por qué no se le da tan bien la hierba? Y es que es muy complicado hacer la transición de superficie tras la gira de tierra, pues apenas hay tiempo de adaptarse a las nuevas condiciones y más teniendo en cuenta que en Roland Garros se está haciendo habitual verla hasta el final. Así, la polaca tiene un corto período para preparar la hierba, una hierba que es mucho más rápida que la tierra, por lo que tiene que centrarse mucho más en la táctica y en los puntos cortos. Iga necesita apoyarse mucho más en el saque, primordial en esta superficie. Así que veremos si saltándose los torneos previos a Wimbledon puede poner en práctica todos los nuevos cambios.
No hay que subestimarla
Es complicado pronosticar cómo se le presentan sus opciones en este 2024, pues no tendremos cómo probarla, tan solo observando sus entrenamientos antes de Wimbledon. No debemos olvidar que la número 1 del mundo tiene habilidades, respuestas y mentalidad de sobra para seguir construyendo en una superficie que ha visto triunfar a otras jugadoras que no fueron especialistas. Sin ir más lejos, Simona Halep logró el título londinense a pesar de ser la tierra su mejor terreno, o sino, el mismísimo Rafa Nadal.
Por otro lado, ser eficiente también en césped será muy importante y necesario si quiere figurar en la lista de las mejores de la historia por completar el ‘Career Grand Slam’, es decir, ganar los 4 Grand Slams a lo largo de su carrera. De momento todavía le queda Wimbledon y el Open de Australia para unirse a las 10 mujeres que lo consiguieron: Maureen Connolly Brinker, Doris Hart, Shirley Fry Irvin, Margaret Smith Court, Billie Jean King, Chris Evert, Martina Navratilova, Steffi Graf, Serena Williams y Maria Sharapova. ¿Será este el año en el que Iga dé un paso decisivo en la hierba?