
Nunca hay que dar por muerto a Novak Djokovic. Y nunca es nunca. El número 1 del mundo volvió a sufrir en Roland Garros para meterse en cuartos de final tras un agónico partido a cinco sets. El de Belgrado venció a Francisco Cerúndolo con un marcador de 6-1 5-7 3-6 7-5 6-3 y tras más de 4 horas de encuentro en el que Nole pasó por todos los estados emocionales existentes. De ir venciendo cómodamente, a sufrir con su físico y de cabrearse con su banquillo a resurgir de sus cenizas. Sea como fuere, nueva victoria de un Djokovic que vuelve a demostrar lo complicado que es mantener el nivel ante él y no desvirtuarse mentalmente, aún demostrando el argentino ser un gran talento capaz de plantar cara al número 1. Así, ya espera por Casper Ruud o Taylor Fritz.
Es cierto que el argentino arrancó el encuentro tranquilo y bastante centrado en su juego. De hecho, tras algunos errores del número 1, Cerúndolo tuvo su primera oportunidad de break que no pudo aprovechar ante un Nole resolutivo. Así, el serbio reaccionó para darle un nuevo enfoque al partido, aumentando la velocidad de bola y obligando a su rival a poner más esfuerzo y concentración a su táctica. Y es que el argentino sufrió el primer break en contra después de no encontrar sensaciones con su derecha, algo que le lastró bastante. Un Novak dominante tanto en pista como en el marcador, se sintió bastante cómodo, dictando los puntos y dejándose llevar ante los errores del argentino.
Eso sí, el serbio demostró una gran mano tanto con la volea como con las dejadas que le concedieron una nueva ventaja. Y es que, a pesar de que Fran empezó el partido bastante tranquilo, la tensión fue acumulándose durante el set, algo que no le dejó demostrar la calidad de su tenis al 100%. Aunque es cierto que el argentino pudo olvidarse un poco de con quién estaba jugando justo cuando Djokovic sacaba para llevarse el parcial. Se creció y disfrutó de oportunidades para recuperar uno de los breaks en contra, pues Nole no acababa de afinar sus golpes en un juego en el que el servicio no le acompañó. Sin embargo, precisamente con un saque-red más que perfecto, el serbio terminó cualquier historia.
Cerúndolo planta cara a un mermado Nole
En este segundo parcial, Cerúndolo necesitaba cambiar su enfoque y sacar algo más para plantar cara a todo un número 1 como Nole, pues los nervios le estaban llevando a ser demasiado errático. Y aunque sí, el serbio estaba dominando, parecía no estar del todo cómodo con sus sensaciones. Poco tiempo después de arrancar este set, el serbio dio el susto con su rodilla derecha, pues tras un mal apoyo, Novak sintió algo malo. Así, tuvo que ser tratado por el fisio entre caras de dolor y de preocupación. Nole logró sacar adelante el juego posterior, aunque bastante poco fino en su búsqueda por encontrar la estabilidad desde el fondo de la pista.
El argentino, por su parte, estuvo gozando de varias oportunidades para romper a un rival que luchaba por encontrarse en pista entre un ambiente un tanto extraño y sosegado. Al serbio le costaba más moverse, pero ahí se mantenía ante un Cerúndolo que intentaba acelerar la velocidad de bola para lograr su cometido y terminar de darle el susto a su rival. El número 1 iba salvando uno a uno sus juegos al servicio, pero evidenciando sus problemas para aproximarse a la red y para correr hacia bolas fuera de su alcance. El argentino aprovechó, ahora sí, las dudas de Nole y sus errores para creérselo y llevarse el segundo set al resto.
A estas alturas, el partido empezó a romperse y a ponerse bastante de cara para el argentino. Mientras Nole se cabreaba con su banquillo y nada le parecía bien con el estado de la pista y de las luces, Cerúndolo no desaprovechó la ocasión para presionarle. Y es que el número 1 dejó de acertar, constándole la vida sumar juegos al servicio y viéndose break abajo en el peor momento del partido para él. Así, sacando su mejor versión, el argentino se abonó a ganar puntos rápido ante un desconocido Djokovic que veía cómo su rival se apuntaba el tercer set.
La resurrección del número 1 del mundo
El serbio estuvo viviendo la misma historia que vivió con Musetti en su partido anterior, teniendo que ir a contracorriente una vez más. Y es que el bajón fue muy evidente, sin pelear las dejadas ni correr de más, pues le estuvo costando ser enérgico y no pensar en su físico. Mientras tanto, el argentino continuó cumpliendo con sus deberes para liderar el marcador, a un paso de la victoria. Pero claro, ya sabemos de qué pasta está hecho Djokovic, así que todavía nos queda historia que contar. El número 1 empezó a animarse y con un grito, como si de un animal se tratase, volvió a engancharse a un partido que parecía tener encaminado Fran. La presión que ejerció el de Belgrado fue tan grando que se volvió a meter de cabeza a un quinto set.
El desenlace del encuentro fue tan emocionante que no podía caer de otro lado que no fuera por Novak Djokovic. El argentino demostró ser capaz de llevar contra las cuerdas al serbio, aguantando los altibajos del encuentro y recuperándose mentalmente de casi todo. Por su parte, Nole se arrastró por la pista las veces que fue necesario para terminar de resucitar y llevarse el partido más complicado de su camino en París hasta el momento. Ahora necesitará descansar bien para recuperarse de una nueva paliza antes de enfrentarse a un nuevo escalafón de jugador: Casper Ruud o Taylor Fritz.