
Llevamos dos décadas escuchando a Victoria Azarenka y no nos cansamos de aprender cosas nuevas. En su llegada al WTA 1000 de Dubái 2024, donde ya superó la primera ronda, la bielorrusa nos regaló una nueva lección para entender un poco mejor el circuito.
En esta ocasión, la charla recogida por la WTA trata sobre un análisis intrínseco y subjetivo de cómo le afectó el éxito a Victoria Azarenka. De qué manera ganar partidos y tocar el techo en tu deporte te hace relajarte, conformarte y apostar casi siempre por lo que una vez te dio grandes alegrías. “Cuando tienes éxito te vuelves bastante conservadora. Es algo en lo que probablemente confíes, algo que has aprendido, algo que ya funcionó. Pero luego las cosas cambian, incluso todos los parámetros del deporte: las pelotas, las superficies, los jugadores y los estadios”, repasa la jugadora de Minsk con la voz de la experiencia.
“Si tienes la mente abierta y eres capaz de aplicar esa crítica objetiva, probablemente puedas vencer al 90% de rivales que juegan con el juego antiguo, con eso que aprendí y basado en la experiencia. Pero luego está ese 10% de jugadores que llegan a las últimas etapas de los torneos, ¿qué tengo que hacer contra esos? Eso es realmente lo que trato de entender, destrozar los muros del conservadurismo, de lo que sé y en lo que soy realmente buena. Ese salto da miedo, no es fácil, porque una cosa es entenderlo bastante bien, pero otra muy diferente es ir y atreverse”, añade la bielorrusa, que cumplirá 35 años el próximo mes de julio.
Después de todos los problemas por los que pasó Azarenka en el pasado, el tiempo que tuvo que estar alejada de las pistas, su función com madre desde hace años y las lesiones que también tuvo que afrontar, es de un mérito tremendo verla actualmente dentro de las 30 mejores tenistas del mundo, recuperando de nuevo esa consistencia para ser cabeza de serie en los grandes eventos. En ningún momento la edad ha supuesto un problema para la pasión y el espíritu que todavía sigue mostrando sobre la cancha, recompensa que ni mucho menos le ha caído del cielo. Horas y horas de trabajo y confianza le han llevado de vuelta a la élite.
“Siento que he adoptado una buena mentalidad a la hora de trabajar en las cosas y afrontar los torneos. Antes creo que no era así, antes me preparaba para los eventos pero luego llegaba y lo que hacía era tratar de jugar de la manera que pudiera. Para este año traigo un mejor enfoque, siento que lo estoy haciendo mejor, pero todavía quiero limpiar algunas cosas. Quiero asegurarme de que, cuando juegue partidos grandes, pueda aprovechar las oportunidades que tengo. Me emocionan esos desafíos, haré todo lo posible para resolver estos problemas y aceptar el reto”, plantea Vika.
EL EJEMPLO DE DJOKOVIC
Después de firmar semifinales en Brisbane, octavos de final en el Open de Australia y cuartos de final en Doha, ahora es momento de apuntar al WTA 1000 de Dubái, donde Azarenka chocará en unas horas contra Elena Rybakina en segunda ronda. Se le viene una de las rivales más en forma, una mujer que cuenta con un tenis del futuro, nada que ver con lo que se veía hace quince años. Menos mal que la bielorrusa es una gran estudiosa del tenis y tiene como referente a un tal Novak Djokovic, del que destaca lo mucho que ha evolucionado en los últimos años, sin acomodarse nunca en el trono.
“No estoy seguro de cuántas personas realmente se dieron cuenta de los cambios que hizo, incluso técnicamente, ya sea con su servicio o con otros movimientos de su juego. La verdad, es bastante impresionante”, asegura Victoria, una mente privilegiada no solo para competir dentro de la pista, sino también para explicar lo que sucede dentro de ellas. Una de esas mujeres que echaremos muchísimo de menos el día que ya no esté en activo. Por suerte, para eso todavía queda mucho.