La historia de Roger Federer no fue la de una precocidad triunfal, sino la de un talento incomprendido por sí mismo y los demás que tardó en salir a relucir. Así lo atestigua Fernando González en una entrevista en la que repasa una curiosa anécdota con el suizo y narra qué relación tuvieron.
Uno de los factores que más atraen de la vida deportiva de Roger Federer es saber cómo ese talento sobrenatural y aparentemente innato, tardó mucho en salir a relucir. El suizo no era uno de los mejores del mundo a su edad, había serias dudas acerca de su consistencia física y mental cuando era apenas un niño que soñaba con el éxito, y tuvo que pasar por diversas etapas para ir sacando brillo al diamante en bruto que tenía en su raqueta. Han corrido ríos de tinta sobre la inconsistencia mental del suizo en la cancha, de su falta de disciplina en algunos instantes y lo mucho que le costaba trasladar a resultados ese tenis estético y brillante que siempre estuvo ahí, agazapado hasta encontrar la manera de sacarlo a relucir. Fernando González narró en tntsports.cl una divertida anécdota que concierne al helvético.
Y es que el chileno conoce bien a Roger. Nacido poco más de un año antes, compartieron muchos torneos en su formación y llegaron a enfrentarse hasta en 13 ocasiones, pudiendo ganar tan solo en una de ellas el "Cañonero de la Reina", uno de los tenistas con una derecha más mortífera de todos los tiempos. González fue capaz de meterse en el top-5 del ranking ATP y sumó 11 títulos en 22 finales disputadas, además de conseguir un bronce en individuales en Atenas 2004, la plata olímpica en individuales en Pekín 2008 y el oro olímpico en dobles junto a Massú en Atenas 2004. Tiempo después de dejar este deporte, merece la pena escuchar su interesante reflexión acerca de qué ha sido y qué es el tenis para él.
- Fernando González apunta a la importancia del factor mental en el tenis de élite y desvela cómo conoció a Federer
"He dedicado mi vida a este deporte, fui un esclavo de mi gran pasión. Me costó mucho tiempo entender que, al fin y al cabo, el tenis es un juego, nada más que eso", comentó antes de hacer hincapié en la importancia de la cabeza. "Cuando llegas a la élite te das cuenta de que las diferencias que se dan entre unos y otros se deben, en un 90%, al tema mental. Hay muchos jugadores buenísimos que no soportan el ritmo de vida que te exige ser profesional, ni la presión que supone competir cada semana. Sin embargo, otros con menos aptitudes saben manejar eso y llegan más lejos", declaró.
Una de las partes más interesantes de la charla fue cuando se cuestionó a Fernando González sobre su relación con Roger Federer. "Lo conozco desde que tenemos 12 o 13 años y debo decir que, a esa edad, era malo. Recuerdo perfectamente que, en torneos sub-14, yo era el mejor del mundo y Federer no estaba entre los buenos. Además, era un año menor y a esas edades se nota muchísimo por el tema físico. Me impresionó que no dudó en acercarse a mí y me hacía muchas preguntas. Entablamos una muy buena relación y siempre estábamos juntos por aquella época", advierte el chileno, poniendo de manifiesto cómo la ambición del suizo le llevaba a querer nutrirse de los mejores desde que apenas era un niño. Impresiona ver cómo se desarrolló la historia después.