Djokovic y una historia de película en el US Open

Repasamos la tormentosa trayectoria de Djokovic en un Grand Slam que no se le da tan bien como cabría esperar y en el que ha vivido experiencias surrealistas.

Diego Jiménez Rubio | 24 Aug 2023 | 12.07
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Novak Djokovic, historia en US Open. Foto: gettyimages
Novak Djokovic, historia en US Open. Foto: gettyimages

Novak Djokovic regresa a Flushig Meadows después de dos años sin poder competir allí y lo hace rebosante de motivación por volver a ganar un título que no levanta desde 2018. Sus experiencias en el US Open han sido realmente curiosas, viviendo algunos de los momentos más duros de su carrera, pero también noches de gloria inolvidables.

Han pasado 18 años desde que Novak Djokovic pisó por primera vez como tenista profesional las instalaciones de Flushing Meadows. La personalidad volcánica y cosmopolita del serbio, amante del espectáculo que tanto gusta en Nueva York, le ha condenado a una relación de amor-odio con un torneo en el que no ha triunfado tanto como se presupone para el mejor jugador de la historia en pista dura. Si bien es cierto que su recorrido en Australia es intachable, en la superficie veloz y abrasiva del torneo neoyorquino ha sufrido derrotas inesperadas y hechos que reforzaron mucho su capacidad de resiliencia, ya que tocó fondo. Ahora que vuelve a la Gran Manzana para disputar el US Open 2023, después de dos años de ausencia impuesta por las leyes estatales, repasamos su trayectoria en este torneo.

Djokovic tiene un balance de 81-13 en su carrera en el US Open

Si algo parece evidente es que Djokovic alcanzará los 100 partidos disputados en su carrera en estas instalaciones, ya que en su balance global del torneo estadounidense atesora 81 victorias y 13 derrotas. Un total de 94 partidos, de los cuales el primero fue un triunfo muy trabajado ante Gael Monfils, cuando apenas tenía 18 años y daba sus primeros pasos en el profesionalismo. No sería hasta el 2007 cuando pisó la segunda semana, después de perder en los años precedentes en tercera ronda ante Verdasco y Hewitt. Sin embargo, esa temporada ya se asomaba a la gloria y era firme opositor al poder establecido que encarnaban Federer y Nadal. Tanto es asi, que se presentó en la final y claudicó ante Roger en tres mangas.

El suizo ha sido su gran bestia negra en Nueva York, ya que le derrotó en las semifinales de la edición del 2008 y 2009, siendo éste último choque de alta intensidad y recordado por un golpe entre las piernas ganador de Roger en un momento muy importante. Novak iba fortaleciéndose con cada derrota y su versión mejorada comenzaría a verse con claridad en 2010, cuando rompió moldes al imponerse al suizo en semifinales. No lograría culminar su hazaña debido a una derrota en la final ante Nadal, pero el serbio había sembrado ya la certeza de que su primer título en el último Grand Slam del año estaba a punto de llegar.

Y así fue. Además, de una manera simplemente inolvidable. Durante el 2011, Djokovic ofreció una de las mejores versiones de un tenista en toda la historia. Era un jugador inabordable, una máquina que rozaba la perfección y dinamitaba toda esperanza de sus rivales. Si jugaba a su nivel, era imbatible. Así lo manifiesta el hecho de que se presentara en Flushing Meadows con dos partidos perdidos en todo el año: contra Federer, en Roland Garros, y ante Murray, en Cincinnati. El duelo de semifinales de la edición del US Open 2011 será siempre recordado por aquel impresionante 40-15 a favor de Roger, que suponía dos bolas de partido.

Djokovic restó en modo kamikaze con su drive y mandó la bola a la línea, mientras que posteriormente, Federer falló una volea de derecha de largo recorrido. Quizá no fuimos conscientes en ese momento, pero lo que se vivió esa tarde en Nueva York cambió la historia del tenis. Djokovic ganó el partido y dio una lección de su maestría en la final ante Nadal, deesbordando por completo al español, que tuvo que bordar el tenis y jugar en un modo ofensivo que no se le había visto nunca, para ganar un set.

Novak Djokovic ha ganado tres veces y el torneo, perdiendo hasta seis finales

Nada hacía presagiar que el idilio entre Nueva York y el serbio se interrumpiría ya que transmitía una sensación de superioridad respecto a todos sus rivales que hacía imposible imaginarse algo que no fuera un auténtico imperio, con sede fija en la Gran Manzana. Sin embargo, perdió las finales de 2012 y 2013, ante Murray y Nadal, respectivamente, lo cual generó un poso de desconfianza y tristeza en un jugador que veía cómo el público estadounidense no terminaba de conectar con él y animaba a sus principales rivales en cada enfrentamiento directo.

La maldición se prolongó un año más de forma totalmente inesperada, con una de esas derrotas más sorprendentes de toda la carrera de Djokovic, como fue la sufrida ante Kei Nishikori en las semifinales del US Open 2014. El mundo se relamía ante una posible final entre Novak y Roger, pero ambos claudicaron en la penúltima ronda, postergando su anhelado duelo a la edición del 2015. Si el tenis del balcánico en 2011 había asombrado al mundo, la manera en que honró este deporte durante todo el 2015 fue simplemente apoteósica. La perfección hecha tenis es lo que se vio en Novak esa temporada, que se hizo con el US Open entregando tan solo tres parciales; uno ante Bautista, otro ante Feliciano y el último ante Roger, en una final en la que fue claramente superior.

El año siguiente fue un torneo extraño para él. Hubo dos jugadores que se le retiraron (Youzhny y Tsonga), así como un walkover en segunda ronda de Vesely. Se presentó en la final con menos ritmo del habitual y ante un Stan Wawrinka que estaba pletórico. Dio la gran campanada el suizo, haciendo ver que Djokovic seguía teniendo serios problemas para jugar finales del Grand Slam neoyorquino. Ausente en 2017 por lesión, retorno en 2018 para reinar de manera contundente, deshaciéndose en la final de un Juan Martín Del Potro que había vencido a Nadal en las semifinales, por retirada de éste tras el segundo parcial.

Desde aquel momento, todo han sido desgracias para el serbio en este torneo. Tuvo que retirarse por problemas físicos ante Wawrinka en los octavos de final de la edición del 2019, fue descalificado en 2020 por el famoso pelotazo a una juez de línea, viviendo uno de los momentos más embarazosos y complicados de toda su carrera profesional. Y cuando parecía que en 2021 todo se iba a solucionar y lograría conseguir uno de los pocos retos que le quedan en su trayectoria, como es ganar los cuatro Grand Slams la misma temporada, sufrió una de las derrotas más difíciles de asumir en la final ante Daniil Medvedev, donde los nervios y la fatiga le pasaron factura. Sus lágrimas de impotencia emocionaron a todo el mundo y le hicieron reconciliarse con un público volcado con su causa.

La imposibilidad de entrar en Estados Unidos por no estar vacunado le privó de competir en 2022, pero ahora vuelve con la motivación necesaria para redimirse y sumar el que sería su cuarto título en este torneo. Novak Djokovic no se ha adaptado del todo bien a la pista rápida y las condiciones de calor y humedad extrema que se viven en Flushing Meadows, pero este año llega con menor número de partidos disputados y la sensación de que solo un hombre puede hacer sombra a su dominio, como es Carlos Alcaraz. ¿Logrará sumar el serbio una alegría a su relación de amor-odio cn el US Open?