Su paso por el BBVA Open Internacional de Valencia no ha sido el más satisfactorio –derrotada en segunda ronda ante Bouzas–, pero Clara Tauson tiene un plan. Concretamente, el plan que le ha puesto su nuevo entrenador, el hombre que cogió las riendas de su carrera desde principios de mayo.
Ese hombre es español y se llama Carlos Martínez (Mollet, 1974), uno de los entrenadores más reconocidos dentro del circuito femenino. Tras triunfar en los banquillos de Svetlana Kuznetsova, Margarita Gasparyan o, más recientemente, Daria Kasatkina, el catalán tiene ahora un tesoro entre manos. Clara Tauson, una jugadora de 20 años con gran pasado junior y potencial para alcanzar la élite. Aprovechando su paso por Valencia, Punto de Break se reúne con Carlos para hablar sobre esta nueva ilusión que ocupa sus días.
Para quien no la conozca, ¿quién es Clara Tauson?
Es una chica de 20 años a la que conocí cuando tenía 16. Recuerdo que estaba en China con Dasha y entrenamos un día con ella, hubo muy buen rollo. Tal fue la conexión que al padre le gustó mucho, así que más tarde me llamaron para ayudarla, pero no nos pusimos de acuerdo. Cuando lo dejé con Dasha hace unos meses, ellos se enteran y se ponen en contacto conmigo.
¿Fue fácil la negociación?
Al principio yo no quería viajar, mi intención era estar unos meses en casa, en la Academia, así que se vino ella a Barcelona y empezamos a trabajar. No es que me impresionara verla trabajar porque ya la conocía, pero sí que me impactó de entrada algunas de sus cualidades. Tiene cosas que pocas jugadoras tienen…
¿Qué cosas?
La facilidad con la que genera fuerza, el poco esfuerzo que necesita para conseguirlo. Tiene una derecha que puede marcar diferencias, un saque muy bueno y un revés que le puede dar mucho equilibrio al punto. También puede hacer winners con el revés, pero donde marca la diferencia es con su saque y su derecha.
¿Dónde está la trampa?
Que tiene que moverse, para marcar diferencias tiene que preparar mejor el golpeo con las piernas, ahí es donde tenemos que basar el trabajo.
Perfil total de jugadora moderna.
Ella tiene un tipo de juego que puede ser muy bueno, pero es un único plan. El día que no te funcione el plan, o tiras de recursos o lo tendrá complicado, sobre todo si le toca jugar contra las buenas. Igual con una chica que está #80 del mundo la pelota ya no te vuelve, pero con las de arriba sí te vuelve, y cada vez te vuelve más difícil. Tiene que estar preparada para jugar ese tiro, incluso uno más, los que sean. En eso tengo que cambiarle un poco la manera de pensar.
¿Cómo es mentalmente?
Tiene 20 años, es una cultura totalmente diferente a la española, pero muy sencilla, muy buena chica, la convivencia es facilísima. Lo que tiene que entender es la cultura del esfuerzo diario y el sacrificio, cosas que por su juventud todavía no ha adquirido. Estoy intentando españolizarla en ese aspecto, que vea que tiene que correr y trabajar por cada pelota, en cada entrenamiento tiene que dar el 100%. Obviamente, llevará su tiempo.
Si yo tuviera esas armas, quizá tampoco querría correr.
Totalmente, por eso le insisto tanto. Yo no quiero que sea una jugadora que tenga que trabajar los puntos desde atrás, esa no es su habilidad. Su habilidad es ganar el punto lo antes posible para no tener que correr tanto, pero claro, los golpes tendrá que prepararlos bien, y para eso hay que correr bien. Hay que prepararla a nivel de explosividad para que pueda correr esos 4-5 tiros y ganar el punto antes.
¿Llevará tiempo este proceso?
Llevará tiempo, a nivel de madurez en pista tiene que crecer, tiene que coger una disciplina. Ella desde fuera lo ve, pero cuando está en pista cuesta un poco más. De repente se pone 3-1 abajo y todo se complica, ahí se pone a hacer cositas y claro, luego te toca ganar el partido 17 veces. Es todo un tema de madurez, el proceso llevará tiempo, tendrá que equivocarse muchas veces para aprenderlo bien.
Después de cuatro años con Kasatkina, ¿no te costó aceptar otro proyecto a largo plazo?
No te niego que, a nivel mental, muchas veces me cuesta. Pero me gusta tanto que lo veo como un reto, esta chica tiene tanto potencial que tiene que meterse. En mi trayectoria he ayudado a que jugadoras con menos tiros estuvieran arriba, aunque con muchísimo talento. Tanto Dasha como Sveta era súper talentosas de otra manera y ambas lograron ser top10. Clara tiene tiros innatos, así que lo tomo como un reto personal. Seguro que será duro y me costará ciertas luchas, pero cuando me meto en la pista me transformo. Yo mismo me digo: esto lo tenemos que sacar por narices. Veremos, ojalá lo consigamos.
Imagino que en Dinamarca tiene que ser una reina.
Es la bomba, me quedé loco en Roland Garros. Rune y ella son los únicos jugadores que tienen, ahora hubo una chica que hizo cuartos en el cuadro junior, pero lo de Clara es otra dimensión. Incluso conmigo, cada día tenía entre 3-4 entrevistas de televisión y radio, es increíble la repercusión que tiene en su país. Tuvieron a Wozniacki en el pasado y ahora están esperando a otra que le siga. Eso sí, la prensa es bastante dura en Dinamarca, lidiar con eso no es fácil para ella.
¿Cómo maneja esa exposición?
Ella es una chica muy inteligente, sabe que se tiene que centrar en su tenis, sin meterse en cosas raras. Con eso no hay ningún problema. A mí también me empezaron a preguntar cosas ajenas al tenis, pero mi labor es hablar de tenis, quitarle algo de presión, entender esto como un proyecto a largo plazo.
De Kasatkina a Tauson, ¡menudo cambio!
Te has de adaptar a cualquier jugador, pero cada entrenador debe tener su metodología propia, eso nunca cambia. Lo que sí has de adaptar es esa metodología según las cualidades de la jugadora, en este caso de Clara. Si tengo que comparar a Clara con mi última jugadora, son totalmente diferentes, dentro de la pista y fuera de ella. Mi trabajo es estudiar a Clara durante los próximos meses para sacar más información y ayudarle cada vez más y mejor.
¿Cuál es el sello de Carlos Martínez? Algo innegociable en todas tus jugadoras.
La intensidad en el juego y la lucha es innegociable. No entiendo que dentro de la pista dejes ir una pelota, en eso baso mi metodología, además del día a día, que no haya un entreno donde ambos no demos nuestro 100%. No entiendo una jugadora que me tire un entrenamiento o un partido, no doy opción con esto, intento siempre mentalizar a mi jugador de las cosas que necesitan para ser un top player. Para conseguirlo, el sacrificio diario es imprescindible, ese es un poco mi sello. Conmigo siempre habrá buen ambiente, pero te voy a apretar las tuercas en cada minuto. Y todo lo que hagas mal, en vez de dar un paso atrás, yo daré un paso adelante para hacerte ver la realidad.
Habrá jugadores que no estén dispuestos a aceptar eso.
Claro que los hay, pero si eligen trabajar conmigo ya saben que soy así. Soy una persona muy dialogante, pero no negocio la intensidad. A Clara se lo he dicho muchas veces: ‘No sabes donde te estás metiendo’. Ella sabe que la voy a apretar para que cada día de el nivel, para que rinda al 100% en cada pelota. Puede que se canse y se vaya, pero en ese aspecto no me voy a adaptar a ella [...] Igual no es fácil trabajar conmigo (risas).
A nivel de objetivos, ¿con qué sueña Clara?
Es muy ambiciosa. Aunque tenga un lenguaje corporal muy pausado y tranquilo en la pista, por dentro es muy ambiciosa. Quiere estar lo más alto posible, apunta a ganar Grand Slams y estar muy arriba.
¿Y está dispuesta a aceptar todo el sacrificio?
En eso estamos ahora. Yo se lo digo: '¿Tú quieres llegar arriba? Perfecto, yo me voy contigo y apuesto por ti, pero me tienes que dar este sacrificio cada día’. Solo así tendrá opciones de luchar por eso, luego ya veremos si se cumple. Aquí toca correr por cada pelota como si fuera la última, esto es algo que está empezando a entender, poco a poco voy viendo ese cambio.
Pregunta curiosa: ¿le gusta el tenis?
Le encanta el tenis, está al tanto de todo. Sigue los resultados de todos los torneos, mira muchos partidos, hablamos de tenis continuamente, así que le encanta.
Objetivos para 2023.
El objetivo ahora mismo no tiene nada que ver con ranking, ahora lo importante es que se ponga al nivel mental necesario para jugar con las buenas, que sea capaz de jugar concentrada de principio al final, con intensidad, independientemente del resultado, eso me da igual. Si ella consigue ser competitiva durante 45 minutos reales, entonces podrá competir en partidos de dos horas y media. Simplemente eso, no puedo marcarme un ranking con ella.
No te preocupa el ranking.
Es que es una tía muy buena, te la puede liar en cualquier torneo. De verdad, no me extrañaría que mañana fuera a un buen torneo, Cincinnati por decir uno, y lo ganara. No me extrañaría, aunque mentalmente todavía no está preparada, no tiene el hábito creado en su día a día.
¿Te imaginas que lo gana?
Sería maravilloso, por supuesto, pero lo que yo quiero es que esté con los pies en el suelo. Incluso ganando un gran torneo le diría: ‘Perfecto, está genial, pero todavía no estás preparada para ser una top player’.
¿Qué es una top player?
Estar durante 4-5 años en el top10, eso es una top player. Puedes tener chispazos, claro, los tendrás ahora, pero cuando llegues a la madurez es cuando llagará la estabilidad, por eso debemos trabajar para acelerar esa madurez.
Qué poquitas top players hay…
Muy pocas. Yo se lo decía a Dasha: ‘No te equivoques, tú no eres top player’. Ella nunca se subió a las barbas, era consiente de que estaba en el proceso, top player serás cuando lleves 4-5 años metida, como una Kerber, una Svitolina en su día o una Kvitova. O como una Swiatek o una Sabalenka actualmente. Son jugadoras estables, que luchan cada semana. Una jugadora que hace semifinales de Grand Slam y luego pierde en seis primeras no es una top player. Para ser top player hay que ser competitiva cada semana, aún perdiendo en primera o segunda.
¿Ves a Clara siendo una top player?
En un tiempo sí, la veo. Tengo que conocerla cómo es mentalmente, cómo va madurando, ver si es lista y está preparada para aceptar el reto de ser competitiva cada semana. Ni en la derrota se hunde, ni en las victorias se viene arriba, es una chica muy normal y por eso me gusta.