
El mundo del tenis ya conoce a Ben Shelton. Hace no mucho, en Puntodebreak escribimos su historia y aportamos el contexto necesario para conocer los orígenes y todo lo que rodea a un tipo singular, que se crió rodeado de raquetas desde el primer momento y que posee un futuro extraordinario en base a unas armas realmente potentes. Tras entrar en el top-100 sin salir de su país, su primer viaje fuera de casa le está deparando el torneo de su vida: por primera vez y en solamente su segunda participación en un Grand Slam, el niño prodigio de Florida ya está en la segunda semana de competición del Open de Australia 2023. No solo eso: su cuadro parece hecho a medida para intentar aprovechar la oportunidad y seguir escribiendo los primeros capítulos de su historia. ¿Siente nervios? ¿Se pone metas en este 2023 después de semejante semana? ¿Qué le ha dicho su padre, quien fue tenista mucho antes que él? Todo esto y más lo respondió Ben en su última rueda de prensa.
Sensaciones tras alcanzar los octavos de final
"Me siento genial. Como dije en la pista, es un momento en el que tengo que pellizcarme para creérmelo. Lo que he vivido hoy ha sido una locura, metido en el ambiente que genera la grada australiana. Me lo he pasado genial estoy feliz de poder avanzar. Creo que aún no he parado de sonreír desde que acabó el partido (risas). Quizás un poco cuando mi fisio empezó a hacer su trabajo, pero no, hay una sonrisa enorme en mi cara hoy. Llamé a mis padres y ellos también estaban muy contentos, solo puedo decir que hay mucha felicidad ahora mismo".
Las palabras de su padre, Bryan, su gran formador tenístico y su entrenador en el equipo universitario
"En primer lugar, estaba visiblemente emocionado. Allí son como las 5:40 de la mañana y más tarde el equipo tiene un partido, así que creo que he fastidiado un poco sus horas de sueño (risas). Aún tiene esa mente analítica siempre presente, así que me estuvo comentando qué cosas hice realmente bien durante el partido y las pocas otras cosas que pude haber hecho un poco mejor. En general estaba muy feliz".
En su primer viaje fuera de Estados Unidos, todo ha encajado, al fin
"Me sentí muy bien en el primer partido que jugué en Auckland, pero fue bajo techo, así que es algo distinto. Sabía que las condiciones iban a ser completamente diferentes aquí en Melbourne. No estaba completamente seguro de cómo se iba a adaptar mi juego a las condiciones al aire libre aquí. El de hoy ha sido el primer partido en el que he sentido: 'Wow, todo está funcionando, me siento bien con mi tenis y me estoy desplazando genial'. Me dije a mí mismo que quería darme luz verde en pleno partido, que no debía dudar tanto en mitad de los puntos. Confié más en mí mismo y fui a por mis golpes, aceptando algunos errores y sabiendo que iba a dar réditos al final del encuentro. Creo que me mantuve fiel a ese plan y lo ejecuté realmente bien".
Popyrin dijo que, si sigue así, será top-10 en seis meses
"Intento tener los pies en la tierra. Sé que cuando hay puntos altos, también hay siempre puntos bajos. No espero muchas cosas de mí mismo. Quiero hacerlo bien y quiero mejorar mi juego, pero trato de no tener limitaciones numéricas en mi cabeza porque siempre hay algo más por lo que puedes luchar. Solo intento ser la mejor versión de mí mismo: lo que sea a lo que eso me lleve a finales de año, a finales del año pasado, estará bien si he conseguido dar absolutamente todo, si hice todo lo que pude para prepararme para cada torneo. Estaré feliz si eso es así, simplemente. Es un bonito comentario por su parte, eso sí".
Una grada con mucha energía, recuerdos de jugar al tenis universitario
"Sí, Australia tiene un ambiente ciertamente similar y eso creo que me ayuda. Cuando la grada está animándote al completo, sientes cierta presión por no tener que defraudarles. Cuando cometes un error se escuchan los 'Oh', sientes que quizás los estás decepcionando un poco. Encuentro más fácil jugar liberado cuando la grada va a por ti y es agresiva, disfruto de los ambientes hostiles. Ganas un punto y no hay nadie que lo celebre, eso te motiva un poco. Me encantó. Hoy el ambiente fue increíble, incluso me resulta difícil de describir. Definitivamente jamás habría pensado estar aquí si me lo dices hace seis o cuatro meses, ojalá pueda volver en más ocasiones".