La Copa Davis y la dificultad de competir con el Mundial

La edición de este año se ha visto solapada con el Mundial de fútbol y le ha quitado al evento el protagonismo que merece.

Jesús Urdiola Giner | 25 Nov 2022 | 16.54
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Italia celebra con su gente el pase a semifinales. Foto: Getty
Italia celebra con su gente el pase a semifinales. Foto: Getty

Por todos es sabido que, aunque el tenis sea un deporte global no es ni mucho menos el más seguido a nivel mundial. Solo hace falta irse a la cuenta de Instagram de las mejores raquetas del mundo y comparar sus seguidores con los que tienen algunos futbolistas o las principales estrellas de la NBA.

En cambio, a lo largo del año el tenis tiene momentos de máximo interés, sobre todo cuando se disputan los Grand Slams, aunque también las competiciones por equipos como la Laver Cup o la nueva United Cup son torneos que atraen a muchísimos aficionados que normalmente no están tan pendientes del tenis. Precisamente en estos eventos debería estar la Copa Davis, a la que el hecho de coincidir con el Mundial le está pasando factura.

No tanto en las gradas, donde los aficionados sí están cumpliendo con nota, superando las cifras del curso pasado y además con mucha gente de fuera de España que se ha desplazado hasta Málaga para seguir a su país, siendo los más numerosos los italianos y los croatas gracias sobre todo a su cercanía.

Precisamente la falta de público era uno de los miedos de los combinados clasificados para las semifinales una vez que España había quedado eliminada. De hecho, Alex de Miñaur incluso regaló 15 entradas en su Instagram para atraer a más gente al Martín Carpena aunque en el pabellón se espera una entrada notable en ambas semifinales.

DIFICULTAD DE COINCIDIR CON EL MUNDIAL

Donde sí está notando la falta de aficionados la Copa Davis es entre los espectadores, ya que muchos han optado por ver el Mundial de fútbol, que se disputa una vez cada cuatro años a disfrutar de la Davis, que es un torneo anual y que además este año presenta un cartel descafeinado, ya que las principales estrellas no están en liza, de hecho, solamente dos top 10 han acudido a la cita, Taylor Fritz y Felix Auger-Aliassime.

Algo que no ayuda, aunque no es el principal problema, pues la mística de la Copa Davis siempre ha estado por encima de las estrellas, ya que es una de las competiciones con más sorpresas a lo largo de sus más de 120 años de historia.

Sin embargo, la historia de Alex de Miñaur en su cuenta de Instagram sirvió para que muchos usuarios, incluidos periodistas ligados al tenis considerasen absurdo que el evento se esté disputando a la vez que el Mundial, ya que son pocos los medios deportivos que le están dando una gran cobertura, pues todos los esfuerzos se centran en la Copa del Mundo, que es además lo que más interesa en estos momentos a los aficionados.

En muchos de estos mensajes se culpaba directamente a Gerard Piqué de hacer coincidir la Copa Davis con el Mundial, aunque en realidad la responsabilidad de que esto haya sucedido es de todos los organismos del tenis, pues se tienen que poner de acuerdo para cuadrar el calendario y fue esta semana la que le dieron a la competición, una decisión que le ha pasado factura.

Ahora, ya poco se puede hacer al respecto, aunque al menos esto debe servir para futuras ocasiones. En una temporada tan larga como la de tenis, seguramente lo más sensato habría sido situar la competición en otra semana, aunque es cierto que esto no es nada sencillo. También se podría haber intentado resolver en la semana posterior al US Open, aunque aquí habría sido difícil que acudieran los jugadores que más lejos llegaron en el último Grand Slam del año.

Lo que es evidente es que había mejores maneras de resolverlo, ya que además año tras año la sensación que da es que muchos tenistas están perdiendo la ilusión por jugar o simplemente se están dando cuenta de que a la mayoría de aficionados es una competición que en estos momentos no les atrae. "Creo a nadie le importa realmente lo que hagamos aquí", comentó Fritz tras ganar a Musetti, por lo que quizás organizar el torneo cada cuatro años de una forma similar al Mundial de fútbol generaría más interés y haría que los tenistas quisiesen disputar cada edición, pues sería un evento único en sus carreras.