Los torneos de Grand Slam no solo se centran en la gloria del ganador. No solo consisten en una carrera por ver quién es el mejor, por encumbrar al último superviviente en un cuadro de 128 guerreros. A lo largo de dos semanas de acción hay tiempo para sorpresas, decepciones, polémica, grandes partidos, momentos que marcan carreras, retiradas... y para historias impensables, historias que nos hacen reconectar con ese componente de superación personal y motivación que el tenis brinda a tantísimos jugadores. Hace no mucho tiempo, mientras se recuperaba de una de sus múltiples lesiones, Christopher O'Connell decidió ponerse a trabajar limpiando barcos en el puerto deportivo de Sydney, su ciudad natal. Ahora, está en la tercera ronda del Open de Australia 2022 tras derrotar a Diego Schwartzman, en el que ya es el mejor torneo de su carrera.
Y lo hace desde el #175 del mundo, gracias a una invitación de Tennis Australia. Su ranking cayó cuando se encontraba a punto de romper la barrera del top-100, y todo por esas malditas lesiones y problemas físicos que acompañaron a toda su trayectoria deportiva: además, un brote de COVID que le dejó KO durante varias semanas y le hizo retroceder. Ya avisó el año pasado, venciendo a Jannik Sinner en Atlanta y firmando varios partidos a cinco mangas ante nombres como Tommy Paul en Roland Garros o Gaël Monfils en Wimbledon. Ahora, el mismo jugador que decidió dejar el tenis durante 22 meses a inicios de su carrera (por problemas a nivel mental) y que es fanático de Gastón Gaudio (su revés a una mano es prácticamente clavado al del argentino), se enfrentará pasado mañana a Maxime Cressy por una plaza en la segunda semana de su Grand Slam, el de casa. Y no puede ocultar su felicidad.
Sensaciones tras la victoria ante Schwartzman
"Es la mayor victoria de mi carrera. Hacerlo en el Open de Australia, en segunda ronda... es una sensación increíble. Es lo más grande que me ha pasado jamás en una pista de tenis. Llevo jugando a este deporte desde que tenía cuatro años, este tipo de momentos para mí significan cumplir un sueño. Puede sonar algo cursi, pero es la realidad".
Cómo consiguió superar al argentino
"Sabía que el primer set era crucial, cada vez hacía más calor y más ambiente en la pista. Fue una batalla de tú a tú. Poder ganar ese primer set fue vital, con un ambiente cada vez más caldeado. Traté de mantenerme firme desde el fondo de la pista y utilizar el calor y la energía del público, algo que no he hecho demasiado en el pasado. El año pasado, por ejemplo, no utilicé ni tomé ventaja de la grada ni del ambiente, no era consciente de ello. Hoy, salí a la pista con confianza, tratando de que el público estuviese conmigo y pudiese utilizarlo a mi favor, y eso me ayudó a ganar el primer set".
Qué significa, para un jugador de 27 años con tantos problemas como él, un resultado así
"Siempre he sabido que podía conseguir grandes resultados. Solo se trataba de ser consistente. Hoy, creo que hice un partido consistente. Mantuve mi nivel a lo largo de todo el partido. Lo más importante para mí, sin embargo, es poder mantenerme sano, no tener esas lesiones que hacen que me pierda dos meses de torneos. El año pasado me perdí en torno a cinco o seis meses del calendario, y eso es algo que no me puedo permitir. Quiero jugar un año al completo: siempre creeré en mí, pero tengo que asegurarme de que mi cuerpo está sano todo el año".
La importancia económica de hacer tercera ronda en un Grand Slam
"En primer lugar, no estoy entre los 100 primeros del ranking, entré aquí gracias a una invitación. En ese sentido, estoy muy agradecido a Tennis Australia por haberme permitido estar aquí, en tercera ronda. Si no fuese por ellos, estaría jugando la fase previa. Todo este dinero que voy a ganar va de vuelta para invertirlo en mi tenis, para seguir invirtiendo en mi entrenador, Marinko (Matosevic, exjugador). También tengo un preparador físico en Split, Croacia. Sí, todo este dinero va para mi tenis: siento que ahora tengo un gran equipo a mi alrededor".