
Las competiciones por equipos suelen ser el mejor caldo de cultivo para la aparición de héroes inesperados. Tenistas "secundarios" que se sienten gigantes una vez se enfundan la camiseta de su selección, que sienten el apoyo de su nación y, a través de esa conexión especial, maximizan sus recursos y muestran su mejor tenis. Lo hemos visto en innumerables ocasiones en la Copa Davis, incluso después del cambio de formato; la ATP Cup tampoco es diferente a ello. Durante la madrugada de hoy vimos a Aleksandre Metreveli, el #570 del mundo, ganarle un set a todo un top-10 (Hubert Hurkacz)... pero si hay un nombre propio en lo que llevamos de competición, ese es el de Roman Safiullin.
Y el caso es que el nombre del tenista de Podolsk no debería ser del todo desconocido, en especial para aquellos que siguen a las jóvenes promesas del tenis mundial. Allá por el año 2015, el ruso llegó a ser la segunda mejor raqueta del ranking junior. En un año en el que nombres como Tommy Paul, Paula Badosa o Taylor Fritz conquistaron algunos de los Majors de esta categoría, Safiullin fue el encargado de abrir camino, el vencedor en el continente que ve cómo trata de resurgir. Es cierto que, si uno mira los nombres a los que enfrentó, no ve a ninguna estrella rutilante, más bien a jugadores que, al igual que él, se quedaron por el camino (Marc Polmans, Mate Valkuzs, Jurabeck Karimov, Seong Chan Hong), pero eso no quita ningún mérito a su triunfo en el Open de Australia 2015, dejándose apenas un set por el camino. Era el inicio de una estrella rutilante.
"Al principio, cuando jugábamos en el circuito junior, pensé que era muy difícil de derrotar. Creo que nunca nos hemos enfrentado a nivel profesional, pero cuando veía que Roman estaba en mi lado del cuadro en los torneos junior, me echaba a temblar". Las declaraciones las firma un campeón de Grand Slam, su compañero y amigo Daniil Medvedev, perteneciente a una generación de oro rusa en la que Roman se quedó por el camino. "Jugamos en bastantes finales, semifinales, muchos partidos. Bastantes de ellos eran partidos de tres horas, a tres sets, fue muy divertido", rememora Daniil de una época en la que era Safiullin quien recibía todos los focos.
Sin embargo, la transición al profesionalismo puede volverse una pendiente muy escarpada para muchos jugadores. Aún hoy, y apenas a sus 24 años, el ruso nunca ha podido ni tan siquiera acercarse a las expectativas que un día se tuvieron de él. Su hábitat es el circuito Challenger, donde alterna grandes actuaciones (derrotó a Murray en 2021 en el Challenger de Rennes, por ejemplo) con caídas inesperadas. Ubicado en el #167 del ranking mundial, lo que siempre separó a Safiullin del resto fue, según el propio ruso, su cabeza. No pudo manejar mentalmente con la presión ni con el cambio de escenario que supuso salir de los juniors, como reconoce en una charla con la ATP.
"Trabajar con mi cabeza es lo más complicado para mí. No sé cómo será para el resto, quizás haya gente que lo encuentre fácil. Trabajo mucho en el apartado físico, mientras que en el apartado mental también he empezado a trabajar hace poco y, de momento, es lo más complicado de todo. Estoy en ello, tratando de mejorar algunas cosas. Cuando pierdo la concentración, es algo que se puede ver muy fácilmente en los partidos", afirma Safiullin, un apasionado de las motocicletas, los coches... y también de Harry Potter. "Siempre que tengo tiempo, me gusta verme las películas de nuevo. Cuando estoy en casa, sobre todo. Ya me las he visto tres o cuatro veces".
TRAS LA SENDA DE SUS COMPAÑEROS
Roman tiene un espejo muy fácil en el que mirarse, con ejemplos de todo tipo: desde la meteórica mejora de Daniil Medvedev hacia el top-2 del ranking mundial, hasta la consistencia desde muy joven de Andrey Rublev o Karen Khachanov, pasando por la irrupción inesperada de Aslan Karatsev. Sus cuatro compatriotas, ubicados en prácticamente la misma brecha generacional, son el mejor ejemplo de que la parte alta de la clasificación no tiene por qué quedar tan lejos. "Daniil, Aslan, Andrey y Karen están a un altísimo nivel, dentro del top-30. Cuatro hombres de Rusia, es increíble. Yo quiero estar ahí también, por eso estoy trabajando muy duro. Estoy dando lo mejor de mí mismo: ojalá pueda estar lo antes posible con ellos".