Pablo Carreño debe estar agradeciendo a los dioses el hecho de no tener que jugar mañana. Será Ecuador, con la resaca de una dura derrota quizás demasiado abultada, quien salga a la pista del Madrid Arena a tratar de materializar una machada ante Rusia que hoy rozaron con los dedos. Si los sudamericanos no consiguieron ningún punto se debe en gran parte al esfuerzo y la actuación de Carreño, que mostró entereza para superar su duelo de individuales (sin demasiada brillantez en su tenis, con la esperanza de ir, gradualmente, encontrando su mejor nivel) y un oficio y raza de campeón para volver a mandar, junto a Marcel Granollers, en el abismo de un dobles que se fue hasta el tie-break del tercer set. Fue el comienzo soñado para la Copa Davis 2021.
Eso sí, después de semejante paliza, una rueda de prensa no sea quizás lo que más pueda apetecer. A pesar de ello, Pablo comparecía junto al capitán, Sergi Bruguera, para dar la cara y mostrar su felicidad y, en cierto modo, alivio, ante el desarrollo de una jornada prácticamente maratoniana. Tras la contundente victoria de Feliciano López ante Roberto Quiroz en el primer punto, fue Carreño quien remató la faena, doblando porque era plenamente consciente de que ganar por 3-0 era clave: en caso de caer ante Rusia es necesario sumar la mayor cantidad de puntos posibles para clasificar como una de las mejores segundas.
"No esperaba nada similar a lo que ha ocurrido hoy, es obvio que estoy cansadísimo. Creo, eso sí, que era realmente importante para nosotros ganar los tres partidos hoy", declaraba el de Gijón, unas declaraciones que probablemente cobren importancia con el tiempo. "Traté de dar lo mejor de mí mismo todo el rato. Es probable que sufriese un poco al principio del partido de individuales: él estaba jugando a un gran nivel y yo estaba un poco nervioso. Después de eso creo que jugué mucho mejor. Eso sí, él también mostró un gran nivel al final del partido, así que fue muy, muy importante que pudiese ganar el partido", analiza Carreño su primera velada de hoy, una en la que Emilio Gómez sorprendió a propios y extraños con su sobresaliente nivel.
Uno de los puntos fuertes de Ecuador, como llegamos a comentar en nuestra previa, es su pareja de dobles, con dos tenistas (Hidalgo y Escobar) con amplia experiencia y los conocimientos de un doblista puro y duro. Su calidad en la modalidad se manifestó a lo largo de un duelo durísimo, pero en el que los españoles también acabaron por salir victoriosos. "En el partido de dobles empezamos a un nivel impresionante, tanto al saque como al resto. Luego ellos empujaron mucho más y al final acabamos sufriendo hasta la conclusión del partido". Eso sí, uno podría preguntarse: ¿por qué tomó la decisión de disputar el último partido de la serie?: "Hemos tenido muy mala suerte esta semana. Roberto (Bautista) se lesionó, Carlos (Alcaraz) pilló el COVID. Pedro (Martínez) llegó hace dos días y solo había podido entrenar en dos ocasiones. Feli estaba un poco cansado después de su partido y yo sentí que estaba al 100% para jugar el dobles. Era consciente de la importancia de un 3-0 y salí a darlo todo".
BRUGUERA, ORGULLOSO DE LOS SUYOS
También tuvo palabras el capitán de la nave española, un Sergi Bruguera que tampoco pudo ocultar su felicidad ante la entrega de sus pupilos. "Estoy muy orgulloso, como ya es costumbre, porque de todos los años en los que he sido capitán español, mis jugadores siempre han dado el 110% en cada eliminatoria, en cada partido y en cada día. No puedo pedir más, ni siquiera en los entrenos. Pelean hasta el final, siempre. Estoy orgulloso de ellos".