
Si hay una cosa que sabemos sobre Guido Pella es que es un tipo que jamás se muerde la lengua. El tenista argentino, que descansa tranquilamente en su país antes de iniciar la pretemporada de cara al 2022, pasó por ESPN y reflexionó sobre un montón de temas con la mirada analítica que le caracteriza. Lo cierto es que desde la llegada de la pandemia, las cosas no han sido fáciles para él: este año consiguió sumar algunas victorias que le hicieron recobrar algo de confianza, pero en ciertos pasajes llegó a admitir que necesitaba darse un descanso del tenis, que no era feliz jugando. En esta ocasión contó con pelos y señales su experiencia en el primer torneo tras el parón, el pasado US Open 2020, además de hablar de Novak Djokovic, el Big Three o la dificultad enorme del circuito. Una charla con pasajes absolutamente imperdibles.
Djokovic, el mejor
"Es mejor que Federer y Nadal. Globalmente, es mejor. Yo soy fan de Federer, pero él tenísticamente es más completo... y tiene una cabeza superior. Es el único jugador, que yo recuerdo, o uno de los pocos deportistas, que dice que quiere la presión, que se la banca. Él se dice que va a ser número uno, que tiene que ser número uno, y no le interesa nada más. Él está por los récords. Además, no es que vende humo: él lo dice y lo hace".
"ES EL MÁS COMPLETO DE TODOS", la referencia de Guido Pella para Novak Djokovic, el número 1 del mundo.#ESPNShow #GuidoPellaenESPNShow
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Lo que pasó en la final del US Open y su análisis de Medvedev
"En la final del US Open se notó claramente un cansancio mental por su parte, en semifinales tuvo que batallar contra Zverev de una forma terrible, y él evidentemente es humano, además de que Medvedev es el número dos del mundo desde hace bastante tiempo y probablemente el peor jugador que le podría haber tocado. Medvedev tiene una ventaja enorme: saca a 220 todos los saques y si le planteas un juego largo, es capaz de meter 20 bolas seguidas sin que pase nada. Y si tiene que atacar, ataca".
Afán de superación del Big Three
"Djokovic, Federer y Nadal son personas que todo el tiempo buscan mejorar cosas. Yo he hablado mucho con Vajda, es con quien más relación tengo de su equipo, y él me decía que la derecha no le salía, es el golpe que más le cuesta. Ahora le ves la derecha... y tiene un derechón. Los tres son tan animales que se dicen constantemente que deben ser mejores, y mejoran. No piensan en que si pegan bien la derecha ya está, buscan cómo mejorar siempre".
La picadora del carne del circuito
"La felicidad en el tenis dura cinco segundos. El tiempo de saludar en la red y saludar a la gente. Tengo fundamentos para decir esto, pasan varias cosas: ganas un partido y juegas al día siguiente. ¿Qué vas a decir? "Mamá, le gané al #20 del mundo, estoy feliz". Haces eso, al día siguiente te sacan 6-0 y 6-0. No te puedes dar el lujo de festejar sobremanera, porque el cuerpo lo sabe y lo siente. Cuando ganas un partido y te queda otro, el cuerpo queda en tensión permanente hasta que termina el torneo. Lo más duro de todo es que cuando pierdes, sientes que no sales nunca más. En tu carrera sientes que los bajones duran años: por eso cuando empiezas a tener buenas sensaciones, debes tratar de agarrarte a lo que te llevó a eso. Por ejemplo: me gusta tomar dos vasos de agua antes de ir a entrenar. Si yo con eso me siento bien, por más que no sirva para nada... a ti te sirve, en el fondo. Tienes que agarrarte a las pequeñas cosas que te dan confianza, porque el circuito es una picadora de carne, ya que se juega todas las semanas y eres o tú o tu rival. No hay otros, no puedes decir que, si no puedes jugar, pides el cambio".
La cuarentena que vivió en el US Open 2020
"Arrancó el COVID. Nadie sabía nada, desinfectábamos las cosas cada dos por tres. En aquel momento Nueva York estaba casi cerrado. El primer día nos hicimos el hisopado, dimos todos negativo, pero el segundo día me llega un mensaje a las 7 de la mañana: mi entrenador dio positivo por COVID. Era el primer torneo después de la pandemia, venía de hacer una pretemporada de 10 semanas para adaptarme. En aquel momento me empecé a dar cuenta de lo mal que funciona el sistema, de cómo lo van maniatando para que vaya hacia el interés de determinadas personas. Había una regla clarísima: si no compartes habitación con tu entrenador y él da positivo, quedabas "en libertad", si bien te hacían más hisopados.
Yo dormía solo, pero me encerraron igual. ¿Lo mejor de todo? Una semana después, un francés dio positivo y no encerraron a toda la comitiva francesa, sino que los dejaron en una especie de burbuja y les dejaron jugar. Yo estuve encerrado 15 días en una habitación. Me tiraron una bici y unas mancuernas. Había policías fuera de la habitación, por si quería escaparme; también un voluntario, 24 horas al lado de mi puerta, me daba la comida. Estuve muy mal, realmente mal. No era solamente la injusticia de todo: era que había entrenado 10 semanas para un Grand Slam, me perdí un torneo y me hicieron competir al día siguiente después de salir de la cuarentena. A cinco sets, con cuarenta grados, tras estar 15 días en una habitación. En Australia fue peor: a Pablo Cuevas se lo llevaron a otro hotel por abrir mínimamente una puerta. Fue una locura".