Ane Mintegi: “Tras ganar Wimbledon, hubo un día que hice 25 entrevistas”
Es la jugadora de moda, la vigente campeona de Wimbledon, aunque su sueño es convertirse en profesional. “Quiero disfrutar de cada momento”.


El BBVA Open Internacional de Valencia nos permite esta semana conectar con algunas de las mejores jugadoras del circuito femenino de nuestro país. Un total de siete españoles repartidas en el cuadro final de un W80 donde el nombre de Ane Mintegi (Idiazábal, 2003) suena con fuerza. El mes que viene cumplirá 18 años, aunque ya son muchas las emociones que ha podido vivir por el camino. Tan intensa dentro de la pista como reservada fuera de ella, un contraste curioso que define su personalidad. Punto de Break tuvo el placer de tener una entrevista con ella.
Primera vez en Valencia, ¿cómo ves el torneo?
Está siendo una experiencia inolvidable, es el primer torneo de categoría W80 que juego y me motiva mucho. Ahora he podido ganar partido, así que todavía mejor. Ya no voy a jugar más torneos junior, el US Open fue el último, así que tengo muchas ganas de seguir disputando estos eventos.
Estás en plena transición, ¿se nota el cambio de nivel?
El nivel es muy parecido, todas las chicas juegan bien. Luego puedes ganar o perder, pero el nivel sigue siendo muy alto. Yo todavía soy muy joven, me queda todo por mejorar, pero la cabeza es lo más importante, tengo que estar en cada punto metida en el partido.
¿Cómo se trabaja la cabeza?
Con experiencia, dando lo mejor de ti partido a partido. En el TEC tenemos una psicóloga que también nos ayuda a afrontar estas cosas.
¿Ganar Wimbledon Junior te ha cambiado la vida?
No, para nada. Sí es verdad que es un triunfo muy especial e importante, pero toca seguir. Cuando ahora juego estos torneos, todo lo que hice en juniors ya no sirve de nada. Me ha servido como experiencia, pero no me sirve para ganar los partidos que me puedan venir ahora.
La gente se sorprendió de lo suelta que estuviste sobre hierba.
Bueno, la verdad es que no tanto. Había ido en 2019 y la experiencia no fue muy buena, así que esta vez fui con el único objetivo de disfrutar, no me puse ninguna expectativa de ganar o de hacer algún resultado. Con el paso de los partidos fui sintiéndome mejor, pero no creció la expectativa. Sabía que la hierba no era mi punto fuerte, solo me centré en disfrutar del momento.
Vamos, que eres más de arcilla.
Mi superficie favorita es la tierra batida, pero en estos últimos meses me he adaptado muy bien a jugar en canchas más rápidas.
¿Cómo fueron los días siguientes?
Fue difícil de manejar, la verdad, cuando eres joven se vuelve un poco más difícil todavía. La semana siguiente fui a jugar Vitoria y me sentí muy agobiada, recuerdo un día que tuve que hacer 25 entrevistas.
¡¡¿25?!!
Sí, una detrás de otra.
La gente espera grandes cosas de ti.
Yo voy a seguir haciendo mi trabajo, lo que diga la gente no me importa. Sé que algunos pensarán que ahora voy a meterme súper rápido, pero eso no lo sé. Lo que sí sé es que tendré que seguir trabajando bien y entrenar al máximo cada día.
Me habían dicho que eras una persona súper tímida… y no mentían.
Dentro de pista no soy así, pero fuera sí que soy muy tímida. Es mi forma de ser (risas).
Ganas Wimbledon y tres días después estás jugando el W60 de Vitoria, sin descansar, donde haces final. ¿No fue todo muy acelerado?
No lo pensé, sabía que era otro torneo importante y además en casa. Mis padres, mi familia y todos mis amigos podían venir a verme, eso me motivaba mucho. No pensé en ningún momento en toda la gente que vino a verme o lo que se comentara de mí, solo me centraba en mi siguiente partido. Luego el nivel que mostré fue muy parecido al de Wimbledon.
Eso demuestra que mentalmente eres dura. ¿Puedes ser una de tus grandes fortalezas?
Sí, puede ser.
Hace unas semanas jugaste el US Open Junior, pero allí no las cosas no fueron tan bien. Derrota en primera ronda.
Fueron momentos complicados, la verdad. Venir de ganar Wimbledon me hizo ponerme unas expectativas muy altas y eso no me ayudó en nada, ni en el juego ni en la forma de afrontar el partido. Intenté competir hasta el final, lo dejé todo, al final conseguí salir del partido satisfecha, pese a la derrota.
¿Dónde más te veremos esta temporada?
Ahora juego los dos W80 de Valencia, después jugaré en casa el torneo absoluto, luego un W25 en Lisboa y el campeonato por equipos de España. Y si entro, ojalá pueda jugar también el WTA 250 de Tenerife, sería mi primer torneo WTA.
¿Objetivos?
Solo quiero disfrutar de cada momento, para mí jugar estos torneos supone una gran motivación, me hace muchísima ilusión.
¿Con qué sueña Ane Mintegi?
Ser tenista profesional, nada más. Dar lo mejor de mí cada día, dentro y fuera de la pista.
¿Admiras a alguien?
A Carla Suárez. Verla salir de esta etapa tan difícil y volver a competir de la manera en que lo hizo es increíble, la admiro muchísimo. Entrené una vez con ella en Barcelona y es un diez como persona.
Por cierto, Raducanu campeona del US Open con solo 18 años.
Me motivó mucho verla, es una jugadora solo un año mayor que yo. Te hace ver que si entrenas cada día a tope, quizá puedas llegar a ese nivel. Ojalá me pase a mí algo así (risas).
¿No sientes ni un poquito la presión de fallar? ¿De no llegar?
Sí que se nota. Que todos te hayan visto ganar Wimbledon y la semana siguiente hacer final en Vitoria genera una especie de expectativa en la gente, todos esperan algo de mí pero no me concentro en eso. Solo quiero hacer bien mi día a día.
¿Qué hay detrás de todo este éxito?
Todo el trabajo previo y posterior a cada partido, son muchísimas horas las que dedicamos a esto. Cada jugador tiene sus días buenos y sus días malos, la gente desconoce cómo es nuestro día a día, eso no lo ve, pero también sufrimos.
¿Recuerdas algún momento especialmente duro?
Separarme de mi familia. Con 14 años me vine a Barcelona y dejé a mi familia en el País Vasco, eso fue realmente duro. Entre todos tomamos esa decisión porque allí ya no había suficiente nivel.
Dice la leyenda que en Idiazábal jugabas sobre pistas de tenis pintadas por ti misma, no había nada más.
Es así, tal cual lo has dicho. Allí apenas hay pistas de tenis, lo más cerca que tenemos de la zona es Vitoria y San Sebastián, pero lo tenemos a media hora. Yo entrenaba con Antonio Sarasola pero, por ejemplo, si llovía ya no teníamos pista donde entrenar, teníamos que ir al frontón de mi pueblo y con la cinta marcábamos una pista de tenis. Hicimos un esfuerzo muy grande en aquellos días. En el País Vasco puede llover sin parar durante semanas, imagínate.
¿Qué es lo mejor de esta vida?
Que se disfruta muchísimo. Conoces a mucha gente y se genera un ambiente muy bueno, eso es imposible de encontrar si no eres deportista. Al final, si no te gusta mucho el tenis, es imposible que llegues a ser un bien jugador, disfrutar del camino es imprescindible.