Christian Harrison, el premio al sacrificio de pasar ocho veces por quirófano

Llega un momento en que el deporte deja de ser deporte para convertirse en tabla de salvación, en un instrumento de esperanza y una luz al final de un túnel que parece no tener fin. Christian Harrison bien puede atestiguarlo. El estadounidense es uno de los tenistas que, posiblemente, más lesiones haya sufrido en la historia de este deporte. Una infección en el fémur izquierdo que pensaban que era cáncer y le dejó sin poder utilizar su pierna durante casi dos años, fue el inicio de una odisea que modificó todo su cuerpo y le llevó al quirófano hasta en ocho ocasiones, tal y como indica NYTimes. Pero ha llegado el momento de dejar atrás el sufrimiento y disfrutar del tenis, ese deporte que todo se lo quitó, pero que también todo se lo dio.

Hermano de Ryan Harrison, desde muy joven el bueno de Christian destacó en todas las categorías juveniles y apuntaba muy alto hasta que la odisea se lesiones se cruzó en su camino. Hasta en seis ocasiones ha tenido que estar más de seis sin competir, siendo un auténtico milagro que no renunciara del todo a su sueño de ser tenista. Prueba de su perseverancia y talento innato es que continúe intentándolo. "En una consulta médica he recibido noticias horribles, pero nunca pensé que el tenis tuviera la culpa de ellas o que debía dejarlo. Siempre vi este deporte como un impulso para intentar disfrutar de unos años estando sano y compitiendo bien", señala en la web de la ATP un hombre con dos desgarros en la cadera, un problema en una de sus muñecas, intervenciones en los abductores de ambas piernas, desgaste de cartílago del hombro derecho y mononucleosis.

Christian Harrison llegó a ser top-200 en 2018

"Tenía grandes expectativas durante mi adolescencia y no es fácil aceptar para un joven que las lesiones te priven una y otra vez de esos anhelos. Lo mal que lo he pasado me hace disfrutar de cada minuto en la pista y afronto los partidos sabiendo que hay cosas mucho peores que perder. Simplemente quiero ganarme la vida haciendo lo que amo", aseveraba un Christian Harrison que ha ganado un partido en el torneo de Delray Beach, demostrando que los sueños se pueden cumplir. Su siguiente rival será Cristian Garín, en lo que supondrá una gran oportunidad para probar su nivel y disfrutar de la competición ante un gran jugador.