Análisis de las semifinales femeninas del US Open 2020

Examinamos las opciones de las últimas cuatro jugadoras que sobreviven en el cuadro: Jennifer Brady contra Naomi Osaka y Serena Williams contra Victoria Azarenka.

Fernando Murciego | 10 Sep 2020 | 13.11
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Semifinales del US Open 2020. Fuente: @usopen
Semifinales del US Open 2020. Fuente: @usopen

El US Open 2020 encarrila ya sus últimos días de competición, pero no será hasta la próxima madrugada cuando sepamos qué dos jugadoras disputarán la gran final individual femenina. Ante nosotros aparecen dos duelos marcados por la pegada donde destacan tres ex números uno del mundo y una cenicienta en el torneo de su vida. Complicado hablar de favoritas, preferimos destacar la oportunidad de Jennifer Brady, la madurez de Naomi Osaka, el aura legendaria de Serena Williams y la relajación extrema de Victoria Azarenka. Todas son candidatas, pero solo dos cruzarán a la última pantalla. Vamos a exponer unos cuantos datos antes de sacar conclusiones.

JENNIFER BRADY VS. NAOMI OSAKA

En todos los torneos de Grand Slam se suele colar alguna sorpresa en la penúltima ronda y, en este US Open 2020, ese nombre no admite discusión: Jennifer Brady. La estadounidense llega hasta aquí tras firmar cinco palizas y sin ceder un solo set, una estadística que asusta pese a su poco bagaje en torneos importantes. Al otro lado, una Osaka ya consagrada que siempre que pasó de octavos de final en este tipo de torneos acabó ganando el título. Para pisar las semifinales tuvo que sufrir en ciertos momentos ante Misaki Doi y Marta Kostyuk, aunque ninguna de las dos llegó a ponerla contra las cuerdas. Por lo tanto, no será este un duelo donde el agotamiento mental sea un hándicap.

Otro asunto muy distinto será el factor físico, donde Osaka viene de sacrificar una final en Cincinnati para llegar en el mejor estado posible al Grand Slam neoyorquino. Aquella jugada le ha salido bien a toro pasado, pero los días van pasando y su muslo izquierdo sigue vendado. No será una novedad cruzarse ante otra pegadora, pero puede que con Brady estemos ante la pegadora con más tino de todo el torneo. Falta por ver si asaltar una ronda como semifinales le hace arrugarse a la norteamericana o sigue demostrando que está lista para las grandes citas. Huelga decir que la experiencia, llegados a este punto de la partida, será fundamental para seguir avanzando. Y claro, en ese aspecto no hay color si comparamos una y otra.

Pero no todo es la experiencia, también se debe valorar el momento actual y el estado de gracia, ahí podemos decir que Brady luce más luz que ninguna otra del cuadro. ¿Le servirá también ante una ex número 1 del mundo? Sobre el papel, únicamente encontramos dos enfrentamientos previos entre ambas: el primero en un torneo menor hace seis años, donde ganó Jennifer; el segundo, en la tierra batida verde de Charleston 2018, donde ganó Osaka. Complicado sacar de esto una conclusión demasiado clara, así que lo mejor será quedarnos con lo que hemos visto estos días. Un duelo bastante parejo, con dos tenistas muy agresivas donde una carga con la maleta de la experiencia y la otra camina con la baza de seguir soñando despierta y sin presiones. Muchas ganas de ver hacia dónde se decanta la balanza.

SERENA WILLIAMS VS. VICTORIA AZARENKA

Pero la semifinal con más historia de las dos será la que enfrente a estas dos números uno. Una final anticipada para muchos, pero esto ya sabíamos que podía ocurrir desde el día que se sorteó el cuadro. Chocarán dos trenes de alta mercancía, por un lado la mujer que sigue luchando por conquistar su 24ª Grand Slam y, en la otra esquina, la mujer que camina a ciegas desde hace unas semanas impulsada por su nueva manera de entender la vida, sin plantearse más objetivos que el de disfrutar del tenis cada vez que pisa una pista. Dos personalidades diferentes que, enfocadas en la competición, vienen a despertar la misma sensación: el gusto y la facilidad por ganar.

Por undécima participación consecutiva, la menor de las Williams se mete entre las cuatro mejores del cuadro estadounidense, aunque eso no siempre significó levantar el trofeo. La regularidad la tiene, aunque ya es un clásico verle sufrir en alguna que otra ronda, como ha vuelto a pasar este año en sus duelos ante Stephens, Sakkari o Pironkova. Se le ha exigido mucho estos días a la de Saginaw, todo lo contrario que a la bielorrusa. De los cinco partidos que ha jugado Vika en este US Open, cuatro de ellos fueron monólogos, incluido un último atropello anoche ante Elise Mertens donde tan solo cedió un juego. Desde que le vimos ganar en Cincinnati supimos que algo había cambiado en su cabeza, fluyendo como en los viejos tiempos y dominando los intercambios como solamente ella saber hacerlo.

Con todo esto sobre la mesa y, a diferencia de la primera semifinal, aquí sí encontramos una rivalidad con tantas páginas como para publicar un libro. En total son 22 duelos directos los que han tenido lugar entre Serena y Azarenka, siendo la norteamericana la que domina el H2H por 18-4. Los cuatro triunfos de Vika fueron en finales, eso es positivo. Eso sí, ninguno de ellos fue en torneos de Grand Slam, eso ya no es tan positivo. Salvando alguna excepción, siempre tuvo la de Minsk esa tendencia a hacerse pequeña cada vez que la pantera estaba al otro lado de la red, pero la vida ha cambiado drásticamente desde que ambas son madres. Leyendo sus declaraciones más recientes, la obsesión de una por los títulos encaja perfectamente con la libertad y el vacío de presión de la otra. Aunque no cabe duda que, a estas alturas del cuadro, todos sabemos que ninguna querrá hacer las maletas. Partido abierto donde cualquiera de las opciones es válida para las quinielas.

¿Cómo veis las semifinales? ¿Veis alguna favorita clara al título? ¡Os leemos!