Ryan Harrison, invisible ante los ‘haters’

El estadounidense explica cómo gestiona todas las críticas e insultos que recibe a diario en sus redes sociales. “No me involucro, así no los entretengo”.

Fernando Murciego | 14 Apr 2020 | 13.04
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Ryan Harrison al saque. Fuente: Getty
Ryan Harrison al saque. Fuente: Getty

¿Qué hace un tenista como Ryan Harrison fuera de los 450 mejores del ranking? Difícil de comprender teniendo en cuenta su talento. Ante una incógnita de este calibre, lo normal es ponerse a investigar sus últimos torneos, ver algunos de sus partidos o indagar su historial de lesiones. Eso si tienes un mínimo de interés; si no lo tienes, la carta más fácil de jugar es la de acudir a sus redes sociales y empezar a disparar sin pensar. Los famosos trolls de internet, siempre con el hacha preparada al mínimo tropiezo de su deportista favorito. Bueno, lo de favorito lo vamos a dejar en duda. En una charla recogida por el portal Baseline, el estadounidense explica cómo aprendió a gestionar estas batallas que afectan cada vez a más jugadores.

“Realmente, intento no prestarles atención, para ser honesto”, afirma el de Louisiana, uno de los que más palos se llevan debido a sus malos resultados recientes. “Cuando aparecen ese tipo de mensajes, comprometerte a responderles promueve la idea de que piensen que de verdad te está afectando. Mi mayor razón para no eliminarlos de manera instantánea, revisarlos de vez en cuando o, simplemente bloquearlos, está en que realmente no me involucro, así no los entretengo”, subraya el tenista de 27 años, acostumbrado también a lidiar con su falta de regularidad dentro de la pista.

Pero este problema no solo es cosa de Harrison, ni mucho menos. Raro es el tenista que después de una derrota, en su vuelta cabizbajo al vestuario, maldiciendo el resultado y dolido por el mismo, no se haya encontrado algún que otro recadito en su Twitter recordándole lo malo que es y lo feliz que serían todos si se retirara de una vez. Así suelen ser estos mensajes, crudos y directos. Claro, lo normal ante algo así es denunciar, pero Ryan prefiere no hacerlo. “Muchas personas luchan contra esto a diario y puedo llegar a entenderlos, el tenis es un deporte individual y es complicado cuando no tienes un amplio equipo detrás en el que confiar para que te proteja y hable contigo de estas cosas. Obviamente, cuando buscas tu nombre en Google y ves esos pensamientos negativos u otro tipo de insultos llegas a un punto en el que prefieres no saber nada sobre ti”, confiesa con tristeza.

En el caso de Harrison, un tipo que con 15 años ya era profesional, lo normal era pensar que a los 27 años estuviera ubicado en otro lugar que el actual. Al menos, que no tuviera 451 jugadores por encima suya en el ranking. Esa frustración le ha acompañado desde pequeño, quizá por eso responda de manera más madura ante los haters. “Cuando llegué al top10 de juniors, siendo un adolescente, se dijeron muchas cosas positivas sobre mí. En ese momento te entusiasmas cuando lees que todo es bueno. Más tarde, cuando tenía 21 años, tuve una caída muy fuerte en el ranking que me abrió los ojos por varias razones. Por primera vez vi a las personas que de verdad estaban a mi lado, otras terminaron desapareciendo. Ese período de mi vida fue difícil, tuve que averiguar cómo iba a guiar mi carrera por la dirección correcta, donde las etapas posteriores pudieran ser más exitosas que las primeras”, recuerda el ex número 40 mundial.

Esas experiencias son las que le han ido curtiendo a lo largo del camino. Es cierto que en lo deportivo las cosas no le están yendo bien, pero Ryan no se rinde y, lo más importante, no pierde un segundo es alimentar a los trolls que día tras día siguen atacándole. “Aquí ves las dos caras de la moneda, por un lado los fanáticos de verdad y por el otro la gente que no te quiere. Lo verdaderamente importante es saber apreciar a tu gente, la que te apoya y te admira. Trato de dar mi mayor esfuerzo para ser un buen ejemplo, también a la hora de lidiar con este tipo de reacciones violentas enviadas por personas que, por la razón que sea, tienen una mentalidad odiosa”.