Desde octubre de 2018, momento donde levantó su primer título ATP, no había vuelto Kyle Edmund ha disputar una final a nivel ATP. Demasiado tiempo para un hombre que estaba llamado a ser un fijo en el top25 y al que las lesiones (físicas y mentales) le habían mantenido apartado de los focos. No ha sido así en el ATP 250 de Nueva York, donde ha rematado una semana fantástica superando a Andreas Seppi (7-5, 6-1) y volviendo a tocar el cielo. Mañana estará de vuelta entre los cincuenta mejores del mundo.
Kyle Edmund se reconcilia con su tenis