
La paciencia es la madre de todas las ciencias. Este sabio proverbio tantas veces repetido por los padres hacia sus retoños, debió ser muy bien metabolizado por Daniil Medvedev y Alexander Zverev durante su infancia, ya que demuestran sobre la pista una capacidad difícilmente alcanzable, de pasar bolas al otro la de la red, una y otra vez, y no escatiman en golpes para preparar el punto. La batalla de la paciencia la ganó Daniil Medvedev hoy, consiguiendo de esta manera proclamarse campeón del Masters 1000 de Shanghái 2019 (6-4 y 6-1) y sumar un nuevo título a su palmarés.
Comenzó el partido como un torbellino el bueno de Daniil, rompiendo el servicio de Zverev a las primeras de cambio y poniendo rápidamente el 3-0 en el marcador. Medvedev fue quien más propuso, dentro de los estándares de conservadurismo en que transitó el encuentro. Así lo atestiguan sus estadísticas, consiguiendo un mayor número de winners y de errores no forzados. Sin embargo, Daniil pecó de conservadurismo en ciertas situaciones del encuentro, y cometiendo el fallo tras largos peloteos, ya que Zverev se erigió en un muro y mostró una gran capacidad física. Mientras que el moscovita jadeaba exhausto tras cada intercambio, Sascha caminaba erguido y elegante por la pista central y volvía a meterse de lleno en el partido.
Cuando el partido parecía más igualado que nunca, llegó la desconexión típica de Zverev y que tanto se le critica en numerosas oportunidades. El ruso olía sangre y se tiró a por el set. Medvedev forzó la máquina y se decidió a tirar más duro con su drive y pilló desprevenido a un Zverev que vio cómo se le escapaba un disputado primer parcial por pequeños detalles.
Se le veía contrariado al jugador alemán que perdió la concentración y eso en una final y ante un jugador como Medvedev, tarde o temprano lo acabas pagando. La batalla intrínseca de todos los puntos era ver quién se dejaba dominar para contraatacar con maestría. El repertorio de golpes fue descomunal y los nervios y la confianza jugaron un papel importantísimo. Al igual que ocurriese en el primer set, Medvedev apretó desde el comienzo y abrió un hueco que fue prácticamente inalcanzable y que sirvió para levantar un nuevo título.
Con su triunfo hoy en Shanghái, el jugador ruso suma su cuarto título de la temporada, tras los conseguidos en Sofia, Cincinnati y San Petersburgo. Con esta buena dinámica de resultados, el jugador ruso es claramente candidato a todo lo que queda de temporada. ¿Hasta dónde llegará el bueno de Daniil?