Medvedev pone la guinda merecida a un mes para el recuerdo

El joven ruso certifica su grandeza con una victoria que inaugura su palmarés en cuanto a Masters 1000. Ganó con brillantez a Goffin.

Daniil Medvedev, campeón en Cincinnati 2019. Foto. gettyimages
Daniil Medvedev, campeón en Cincinnati 2019. Foto. gettyimages

Hay partidos en la vida en los que la única opción es ganar, independientemente de cómo se haga y la forma física y mental en que se llegue. Esos son los partidos que diferencian a los grandes jugadores de aquellos llamados a la gloria. Si Daniil Medvedev dio un gran paso al vencer a Djokovic, tener la capacidad de certificar su primer gran título menos de 24 horas después y hacerlo con la solvencia y madurez de las que ha hecho gala en la final del ATP Masters 1000 Cincinnati 2019, ponen de manifiesto que el ruso ha llegado a la élite para perpetuarse en ella. David Goffin volvió a toparse con la cruda realidad; su magnífico talento no se ve acompañado de esos intangibles que se necesitan para dar un salto cualitativo del calibre que supone ganar un Masters 1000. No supo aprovechar su mayor frescura para vencer a Medvedev y desperdició una aparente ventaja moral en el primer set, hasta diluirse en el segundo. El resultado final fue de 7-6 (3) 6-4 en favor de Medvedev.

Desde los primeros compases del partido se apreció que ambos iban a necesitar un tiempo para poder soltarse los nervios. Largos peloteos sazonaron la puesta a punto de dos hombres que fueron metiéndose en el partido poco a poco. Goffin jugó con aplomo de fondo de pista, pecando de cierta pasividad por el lado de su revés al abusar de unos golpes cortados que no parecían hacer demasiado daño a su rival. Hubo break del ruso que fue contestado rápidamente por David, y se llegó al tiebreak con la sensación de que Medvedev estaba algo frustrado al verse incapaz de desplegar su mejor rendimiento. El belga encontró un filón en las dejadas durante todo el primer parcial, pero cuando ya había logrado ponerse con ventaja en la muerte súbita, experimentó un auténtico apagón que le hizo perder cinco puntos consecutivos. Terminó con una doble falta y la amarga sensación de haber hecho mucho menos de lo que parecía capaz.

La desazón invadió a un Goffin que pareció haber perdido la confianza en sí mismo de un plumazo. Entregó en bandeja de plata un break de salida a Medvedev, regalo demasiado jugoso como para rechazarlo. Daniil gestionó a las mil maravillas su ventaja, jugó con un alto porcentaje de primeros servicios durante toda la segunda manga y cerró el partido con el aplomo y la madurez que solo tienen las grandes estrellas. Salvó dos bolas de rotura, una de ellas con un segundo saque a casi 200km/h y puso el broche a un mes épico. A la tercera fue la vencida para la gran revelación de la gira estadounidense previa al US Open 2019, torneo en el que partirá con la vitola de candidato a todo. Daniil Medvedev estrena su palmarés en cuanto a torneos de esta categoría y demuestra al mundo que puede ser el nuevo líder de ese relevo generacional que muchos siguen considerando utópico y que no se ha dejado entrever aún en torneos de Grand Slams. El ATP Masters 1000 Cincinnati 2019 tiene un campeón meritorio y merecido.

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