Merece la pena degustar cada partido, cada set, cada juego y cada punto de los que aún le quedan por ofrecer a David Ferrer. El mundo del tenis se rinde a todo un referente que está cosechando un premio mucho más valioso que cualquier título: el reconocimiento, cariño y admiración de todo el mundo del tenis. Entrenadores, analistas, compañeros y público asisten con una mezcla de tristeza, nostalgia y orgullo a los últimos compases en la carrera del alicantino, cuyo legado será eterno y podrá ser recordado como uno de esos jugadores que dejan huella y elevan el tenis a un estatus superior. Con la misma nobleza y pasión que siempre, Ferrer está aprovechando la invitación del ATP Masters 1000 Miami Open 2019, y tras imponerse a Alexander Zverev se erige en la gran sensación del torneo. En unas horas afronta un complicado duelo ante Frances Tiafoe. Sin nada que demostrar, pero con la pasión de un junior, el de Jávea intentará seguir progresando.
Su entrenador, Francisco Fogués, rememora en la web de la ATP las sensaciones experimentados en los últimos tiempos y habla del estado físico de su pupilo de cara a este nuevo compromiso. "El triunfo ante Sascha ha sido todo un regalo. Fue genial que David pudiera disputar este torneo porque estuvo a punto de ganarlo y se ha sentido muy querido siempre. Además, está consiguiendo ser competitivo y disfrutando. A David lo que le gusta es competir", señala un Fogués que ilustra su aseveración con una divertida anécdota. "Yo tengo el placer de entrenar con él muchos días, y a los cinco minutos de estar calentando, ya me reta a jugar puntos o tiebreaks. No me deja ganar ni uno", desvela el hombre que guía los pasos de David desde el 2014.
"Físicamente ya no está en su mejor momento, tenemos que dosificar mucho y adaptarnos a la evolución del tenis. Emocionalmente, es complejo manejar estos torneos al saber que terminará en Madrid su carrera, pero está acabando como merece su carrera. Es un gran amante del tenis y compitiendo es feliz", reflexiona un Fogués que jugó profesionalmente y alcanzó su mejor ranking en 2003, cuando fue 179 del mundo. "Sus molestias crónicas en el tendón de Aquiles son las que le impiden jugar; después de un partido largo salen a relucir, pero creemos que habiendo tenido un día de descanso competirá bien. Se despertó mejor de lo que esperábamos tras el partido contra Zverev, y aunque necesitó mucho descanso para recuperar energía, esperamos que esté en buena forma", señaló con optimismo el entrenador del español.
Cuestionado por el proceso mediante el cual Ferrer decidió retirarse, Fogués no puede evitar reconocer que se pasaron momentos complicados. "Veíamos que las cosas no salían, que el ranking no está acorde al nivel que tiene y el físico no responde. Fueron tiempos delicados y en verano de 2018 ya tomó sus decisiones. David siempre quiere dar lo mejor de sí mismo y esta manera en que está gestionando su tramo final es una victoria para todos. Se liberó un poco del US Open y volvió a disfrutar. Contra Zverev ya le pudimos ver celebrando puntos, sonriendo y muy motivado. Eso es lo que buscábamos en estos últimos torneos", aseveró un Francisco Fogués entregado a lo que está haciendo su pupilo. David Ferrer quiere dar continuidad a su hazaña en el ATP Masters 1000 Miami Open 2019.