Que la perfección no existe es algo asumido por todos y en cualquier parámetro de la vida, pero lo que ha hecho Alexander Zverev a lo largo de todo el Mutua Madrid Open 2018 y con aún más ahínco en la final, parece desafiar la veracidad de esta afirmación. El alemán se alza con el título sin perder ni un solo set, haciendo gala de un tenis inexpugnable, sin ningún tipo de fisura por la que se pudieran colar sus rivales a nivel táctico, y con un aplomo impropio de un jugador de su edad.
Sufrió lo indecible Dominic Thiem en pista, siempre a remolque. La seguridad en sí mismo de la que hizo gala el alemán se dejó percibir ya incluso en el sorteo inicial; que un hombre cuyo saque es un arma poderosa en su juego decida restar transmite una sensación de calma de la que no hizo gala el austriaco. Sus tiros repletos de efecto requieren de máxima confianza para que tengan potencia pero Dominic lució algo de lento de piernas y conservador en sus tiros ante la falta de sensaciones positivas.
[getty:958102710]
Se apoyó en el servicio para ir sumando juegos pero su impotencia al servicio era flagrante. Zverev dominaba en cada intercambio, sus golpes eran más incisivos y potentes y Thiem no era capaz de desbodarle por el lado de drive, el más vulnerable en teoría. Se metía en pista el alemán con facilidad inusitada, atacando con solvencia y sin perder el foco del partido en ningún momento. Experimentó algunos nervios sacando para ganar el primer set con un amenazador 0-30 pero reaccionó con maestría.
La historia se repitió en la segunda manga, con un dominio aplastante al saque tras un break de salida que sumió en el desconcierto a Dominic Thiem. El austriaco pecó de inexperiencia en grandes citas y no rindió al nivel esperado, viéndose sin opciones ante un Alexander Zverev espectacular. Merecedor campeón del Mutua Madrid Open 2018 el alemán tras imponerse por 6-4 6-4 en una final para el recuerdo.