Miguel Díaz: “Me he encontrado un tenis muy desunido”

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El mes que viene –ya estamos en junio- Miguel Díaz cumplirá un año entero como presidente de la Real Federación Española de Tenis. El madrileño entró a dirigir la gran nave en un momento de máxima tensión y donde los jugadores no estaban especialmente contentos. Una entrevista con As revela algunas declaraciones interesantes de Díaz acerca de su gestión y acerca de su pensamiento sobre los asuntos que más le han afectado durante estos meses.

“Me he encontrado un tenis muy desunido, fragmentado en cuanto a las territoriales. Ahí tenemos trabajo. Por primera vez, los jugadores profesionales participaron en la pasada asamblea y votaron. Incluso, internamente, todos decidieron apoyar mi candidatura. Hay que contar con ellos porque son una de las partes más importantes del tenis. Nos dan imagen y generan recursos económicos”, reconoce.

“Intentamos estar cerca de los tenistas”, afirma cuando le pregunta sobre las semanas de convocatoria de Copa Davis. “No es fácil. Es una semana en blanco para ellos porque ya no se reparten puntos para el ránking. No lo veo tanto un problema de dinero, aunque ayudaría porque ahora sólo reciben los premios que establecen la Federación Internacional y un porcentaje del contrato con Mapfre. Algo que superan jugando la primera ronda de algunos torneos. Las fechas, después de los Grand Slam, tampoco ayudan, ni los cambios de superficie”, certifica.

“No creo que sea una solución recortar los partidos a tres sets ni buscar una sede para una final a cuatro, porque se perdería el factor público. Pero el sentimiento general es que hay que cambiar. Los principales jugadores españoles quieren estar en la Davis, pero todo juega a la contra. A Rafa Nadal ya no se le puede exigir más. Y en Copa Federación, donde nos salvaremos del descenso al ampliarse de ocho a 16 el número de equipos, hay equipo para ganarla con Garbiñe Muguruza y Carla Suárez”, señala uno de los presidente que más ha invertido para cuidar y mejorar el tenis base.

“Nos gustaría tener un millón más para equilibrar el déficit histórico de la Federación, que es de unos 700.000 euros anuales que sólo se cubren si hay eliminatorias de Davis en casa, cosa que no ocurre desde 2013. Estamos realizando ajustes. El tenis es un deporte caro. Cada chico de 17 años en el Centro de Alto Rendimiento nos cuesta 50.000 euros al año, y hemos dado la vuelta al concepto. Preferimos apoyarles en sus ciudades de origen, controlando su entorno y su programa, a tenerlos en Sant Cugat”, amplía Miguel.

Volver a tener un torneo ATP en el país es uno de los principales objetivos que tiene Días. “La Española no dispone ahora de ningún activo. Nos aportaría un valor añadido, un balón económico y la posibilidad de dar invitaciones a tenistas con proyección. Negociamos con ayuntamientos. Un ATP puede costar unos tres millones, de los que la mitad serían aportados por la RFET y el resto por un inversor. El WTA está en torno al millón”, subraya.

Otra meta que tiene en mente sería la de terminar con la lacra de las apuestas. “Hay mafias peligrosas y los jugadores son muy vulnerables. Vienen, te dicen que puedes ganar 3.000 euros por perder un set y algunos caen. De ese modo, pueden compensar sus muchos gastos. Las apuestas deberían desaparecer en el nivel no profesional, de Futures. Estamos adheridos a organismos internacionales como la TIU. Con más dinero para ayudar a los jugadores también evitaríamos estas cosas. Se sentirían más apoyados”, concluye.