
La gran atracción un año más del Barcelona Open Banc Sabadell, más conocido como Trofeo Conde de Godó, vuelve a ser Rafa Nadal. Más si cabe si se planta en la Ciudad Condal con un nuevo Montecarlo bajo el brazo. El manacorí charló en un acto para el patrocinador principal del torneo como recoge AS.com y en él muestra sus expectativas de aquí a París y cómo ha ido superando sus miedos, lo que ha posibilitado que le volvamos a tener al mejor nivel.
"Me encuentro muy bien, seguramente mejor que el año pasado. Aunque si esto no se ve respaldado luego con resultados cada vez te sientes peor. Es por ello que lo que ocurrió la semana pasada ha sido muy importante para mí", se sincera Rafa. Mis expectativas en cada torneo son como siempre focalizarme en el primer encuentro, nunca en las finales. Djokovic venía imparable la semana pasada y cayó en su primer partido en Montecarlo. Estoy muy ilusionado por cuajar un gran torneo en Barcelona", cuenta el balear.
Rafa, fiel a sí mismo, no quiere lanzar las campanas al vuelo tras volver a hincarle el diente a un Masters 1000 y se muestra cauto sobre sus opciones de título en Roland Garros. "No quiero pensar en París. Antes de eso viene Barcelona, Madrid y Roma. Sin duda que mi motivación es volver a ganar un Grand Slam. Eso sí, a corto plazo mi ilusión es jugar cada vez mejor a cada partido que pasa", confiesa el zurdo mallorquín, que debutará frente a Marcel Granollers en Barcelona, torneo que ha ganado hasta 8 veces.
Esta renacimiento de Nadal, del rey de la tierra batida, no queda tan lejos de aquella época oscura, en la que se llegó a pensar lo peor tenísticamente hablando. "Nunca he pensado en dejar el tenis. Soy positivo y en esas situaciones complicadas pienso que llegará un momento en el que la dinámica cambiará. Me gusta sufrir y luchar, pero hay veces que necesitas parar un mes y dejar de competir, y mientras seguir entrenando hasta qure recuperas tu nivel", cuenta Nadal.
Rafa considera que está siendo más agresivo en los momentos importantes, cuando se ve entre la espada y la pared, y que en ello ha radicado gran parte del éxito en Montecarlo. "La agresividad y el subir a la red es un síntoma de que las cosas están saliendo bien, yo a la red no subo porque sí, a la aventura. La derecha sabes que te puede dar algo más, un plus. Así ocurrió ante Murray y en la final, tras ceder el segundo set, pasé a jugar más agresivo y supuso un paso adelante memntalmente hablando. Era consciente de que el partido no estaba para él, pero tampoco para mí y es ahí donde sabía que tenía que pegar más fuerte con el 'drive'", analiza Rafa.
En el inmediato horizonte, el español atisba ya la treintena y lo hace sin miedo y sin dudas sobre sus ganas de seguir y disfrutar del tenis. "Voy a cumplir 30 y no voy a bajar el listón por ello. Mi mente está lista para esto, me siento a tope para competir y he hecho un gran sacrificio para recuperar estas condiciones. El momento del adiós acabará llegando y será así porque no seré feliz con lo que hago, no tendré ya ilusión y mi físico no me dará para mantenerme ahí. De momento disfruto entrenando y compitiendo", afirma Nadal.
Y en lo referido a la posibilidad de que sea de nuevo abanderado en unos Juegos Olímpicos explica: "Me encantaría serlo. Aunque de momento no tengo ni idea del tema. En 2012 no pude serlo por lesión, pero lo fue Gasol, que es un gran amigo mío. Sí me tocó esa suerte previamente en Pekín 2008 y fue algo excepcional. Me he perdido muchos torneos a lo largo de mi carrera, pero nada comparado con no poder estar en unas Olimpiadas", sentencia el que fue medalla de oro en Pekín.