
El Valencia Open quedó en la historia y Juan Carlos Ferrero junto a sus socios (David Ferrer, Octagon, su familia, Conchita Martínez, etc.) se ha desprendido de todos los derechos y las licencias del evento, que a partir de este año se disputará en la ciudad belga de Amberes. El contrato se cerró por más de dos millones de euros y, tal como se explica en El Confidencial, el acuerdo cumplió con las expectativas de los ya expropietarios del torneo, que terminaron cediéndolo por un precio superior a la inversión realizada inicialmente.
David Serrahima, ex director ejecutivo del torneo y director general de Octagon, empresa que gestionaba el Valencia Open, añadió a PUNTO DE BREAK que pudieron vender a buen precio la licencia, pero esto no los eximió de tener importantes pérdidas monetarias debido a las falsas promesas por parte de la Generalitat Valenciana. “Los impagos de la Generalitat nos pusieron en claras pérdidas durante dos años. Hemos vendido los derechos a buen precio pero las pérdidas por los impagos también son reales”, comentó.
Juan Carlos Ferrero llegó a comentar que se sentía “engañado” más que “decepcionado”. “Teníamos un acuerdo con el gobierno anterior y otro con el de ahora. Todo el torneo y su gente han trabajado muy fuerte para estar en Valencia y hemos sido engañados por la Generalitat Valenciana. No era un patrocinio sino un acuerdo comercial lo que teníamos con ellos. Hemos hecho un trabajo fantástico durante muchos años, un esfuerzo extraordinario para tener un torneo aquí en Valencia y crecer en el circuito. Ahora nos tenemos que ir pero no por nosotros, por culpa de otra gente. Personalmente estoy muy tocado, fui yo quien compré el torneo hace muchos años y tener que terminar de esta manera es un palo duro para todos”, explicó el ex número uno del mundo el pasado mes de octubre cuando comentaba que la capital del Turia no albergaría más el torneo.
En 2014, Ferrero firmó un acuerdo en el que se garantizaban 3,5 millones de euros, a razón de 1,5 por temporada, por tres ediciones de torneo (2014, 2015 y 2016). Allí se produjo el primer incumplimiento y fue cuando empezó a tambalear el torneo. A día de hoy apenas se ingresó dinero del acuerdo firmado entre todas las partes y se podría llegar a exigir el pago del dinero acordado. La historia no acabará aquí, pero lo que sí terminó definitivamente es la andadura de Juan Carlos Ferrer y compañía al frente de la licencia del Valencia Open.