Federer firma otro ‘Clásico’

Como ocurriera en 2014, Roger se lleva el duelo entre suizos y se cita en la final de Londres con Novak Djokovic. Esta vez, sin dolores de espalda de por medio.

Fernando Murciego | 21 Nov 2015 | 22.24
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En Puntodebreak encontrarás toda la actualidad y noticias de tenis, así como fotos de tenistas e información de los torneos ATP y WTA como los Grand Slam y Copa Davis.
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Un año después, dos hombres tenían una cita bajo el techo de Londres para solventar viejas rencillas. Roger Federer y Stan Wawrinka, todavía con la sonrisa en la boca por el espectáculo ofrecido aquí hace doces meses, se volvían a cruzar con un puesto en la final de las ATP World Tour Finals en juego. El pueblo suizo vio cómo la historia volvía a aliarse con el más fuerte (7-5, 6-3) y cómo el aspirante hacía las maletas en busca de respuestas. Será la décima ocasión que veamos a Federer opositar para Maestro (récord histórico) en su octavo duelo del curso ante un Novak Djokovic que defiende una corona que no ha cambiado de hombros en los tres últimos cursos.

Tres victorias en veinte duelos a favor de Stan Wawrinka en sus enfrentamientos ante Roger Federer era un dato muy a tener en cuenta antes de arrancar el vigésimo primer duelo entre helvéticos. Esos tres triunfos, por cierto, sobre tierra batida. Aquí tocaba cemento y, además, cubierto, doble ración de dificultad para el hombre que tuvo cuatro bolas de partido en esta misma plaza ante idéntico rival y tuvo que hacer las maletas en esta misma ronda. El encuentro arrancó con dudas y con un Federer que no era capaz de conectar un primer saque, algo que en seguida le hizo ir por detrás en el marcador. La marea estaba revuelta en ambos océanos y el de Lausana supo navegar mejor anta la crisis, colocándose 4-2 en la primera manga. Eran los primeros problemas del número tres del mundo en todo el torneo.

Aquel temporal no tardaría mucho en solucionarse, como si estuviera predestinado a caer en ese momento de relajación para luego levantarse y, con una sonrisa picarona, confesar que tan solo había sido una broma. En unos minutos Federer igualaba la contienda y se colocaba 6-5 arriba sin que su rival apenas se enterase de lo que había sucedido. Tanta era la pájara que llevaba Wawrinka que con 15-0 a favor en el juego que le daba el acceso al tiebreak, terminó por inmolarse él solito y regalar el primer acto a su compatriota. Un vuelco radical a favor del hexcampeón de las ATP World Tour Finals. El público enloquecía al ver a su jugador favorito -¿y dónde no?- se quedaba a un solo paso de volver a medirse al número uno del mundo en el último partido de individual del circuito profesional masculino.

Aquello había sido demasiado varapalo para Stan, confiado en pagarle a su amigo con la misma moneda que él había resuelto el conflicto el calendario anterior. Eran sus terceras semifinales en la Copa de Maestros y, por tercera vez, se le iba a escapar la gran final. Por segundo año consecutivo, su mejor amigo en el circuito le apartaba de su camino en el 02 Arena. Lo difícil ya estaba hecho, romper el partido, ahora Federer tenía prisa, no podía perder horas de descanso respecto a su rival de mañana. Un 3-0 aplastante volvía a alejar a Wawrinka del objetivo y acercaba un poco más al campeón de catorce Grand Slams a su undécima final del curso. Ya solo faltaba cerrar, saludar a su adversario en la red y recibir la ovación del respetable. Puto trámite.

El hombre de 34 años cerrará su 18ª temporada profesional con una nueva oportunidad de proclamarse campeón, la número 135. Supera las nueve finales de Ivan Lendl en las ATP World Tour Finals y suma su decimoquinta victoria del año ante jugadores del top10. No está nada mal para alguien que en 2013 parecía al borde del retiro, o eso dijeron algunos. La prueba de mañana será crucial y no precisamente porque sea la última. Se vieron ya en la fase grupos y se vieron ya en siete ocasiones este curso, con lo que tanto Federer como Djokovic saben bien cuáles sus puntos fuertes y de qué pie cojean. Un nuevo ‘Clásico’ entre suizo y serbio, el 44 en total, y un trono que lleva desde 2012 con una rey nacido en Belgrado. Es el momento de dar un golpe de estado o, por el contrario, de reafirmar un noviembre más la solidez del gobierno actual.