El #Fedal 34 lo ganó... el tenis (y Roger)

El suizo Roger Federer vence 6-3, 5-7 y 6-3 a Rafael Nadal en una grandísima final en el torneo de Basilea y logra su séptimo título.

El gran día ha llegado finalmente. Después de casi dos años de espera, el choque entre los dos tenistas de mayor impacto mediático del mundo abriría de nuevo el telón paralizando al planeta tenis. Ambos contendientes habían ido afilando sus respectivas armas a lo largo de la semana: Rafa mejorando su consistencia y su tesón mental hasta parecerse poderosamente al que era no hace tanto; y Roger perfeccionando su juego de red hasta alcanzar un nivel excelsior (18/18) en las semifinales contra Sock. El destino quiso que el duelo se desarrollase en terreno favorable al suizo, que disputaba su duodécima final en "su" torneo. Ambos jugadores parecían listos para el capítulo 34 de una rivalidad que es ya historia viva del deporte. Los espectadores esperábamos expectantes poder disfrutar de un espectáculo a la altura de los actores protagonistas (ese es el motivo de la inclusión en el título del artículo del hashtag #Fedal que, directamente, ha invadido twitter desde el momento en que terminaron las semifinales).

La táctica del partido ya nos la conocíamos todos a estas alturas de la película: la consistencia y el passing de Rafa contra el tenis ofensivo y el juego de red de Roger; con ambos cargando el juego hacia el lado de revés del rival. El comienzo del partido comienza con dudas por parte de ambos, con Nadal concediendo una bola de break en su primer turno de saque y Federer cometiendo una doble falta en sus dos primeros turnos de saque. El helvético se quitaba los nervios ejecutando un SABR ya en el segundo turno de saque del balear. Y Nadal cambiaba alturas y direcciones en cuanto tenía ocasión. El guión ya conocido ejecutado hasta sus últimas consecuencias. Los nervios y la tensión se palpaban en el ambiente y ambos sostenían sus saques con dificultad. El progresivo aumento en la agresividad del helvético le hizo merecedor de un break con 2-2. Con 3-2 Nadal dispuso de un punto de break para Rafa que desbarató in extremis con un passing de drive cruzado impresionante. Ese primer rato de nervios se salda finalmente con un 4-2 para el tenista local. El set continúo igualado hasta que, con 5-3, un juego con una extrema consistencia del suizo le depara el break en blanco y el 6-3 en 37 minutos. 16 ganadores para 12 errores no forzados para el suizo y 6 ganadores para 6 errores no forzados para el español con 2/4 en bolas de break para Federer y 0/2 para Rafa. Dentro de una gran igualdad, esas oportunidades perdidas por el de Manacor firmó el destino del set. Sin un nivel en el saque (3 aces/2 dobles) ni en la red superlativo (8/13) el de Basilea ponía a tiro su séptimo título en el torneo de su ciudad natal, dado que en los duelos entre Nadal y Federer el que gana el primer set tiene pie y medio en la meta.

Aunque el partido no cambió una coma su guión previo y la sensación de duelo parejo todavía sobrevolaba el ambiente, el ganar el primer set templó los pocos nervios que todavía les quedaban a ambos contendientes. El suizo desató su tenis ofensivo y el español subió un nivel su intensidad en los golpes para sostener la agresividad de su rival. La igualdad seguía siendo la tónica reinante: varios 15-30 para uno y otro lado, pero solventados con solvencia. Hasta que Nadal concedió con 3-2 a favor de Federer una bola de break que el suizo restó al clavo en lo que podía haber sido la puntilla al partido. Con 5-5 y saque del helvético, Nadal logra un 30-40 que, a la postre, resulta en break después de que Federer envíe su derecha al clavo. En un juego de saque inconmensurable, el de Manacor logra su saque en blanco y se queda el segundo set por 7-5, dejando el destino del choque en un tercer set que prometía grandes momentos de tenis. Los datos del set son muy similares a los del primer set: 20 ganadores por 14 errores no forzados del suizo y 6 ganadores por 7 errores no forzados del manacorí. Ambos tuvieron una oportunidad de break a lo largo del set: Nadal la concretó y Federer no. Justo lo contrario que en el primer set. Cuando uno no aprovecha sus oportunidades...

Con 2-1 y saque para Nadal, el suizo fuerza una bola de break que el de Manacor solventó con un passing de antología. Con 3-3 el español dispone de un 15-30 que queda en nada. Con 4-3 para Federer y restando, el suizo dispone de una bola de break que concreta y convierte en el 5-3 y saque. En la busqueda del KO el suizo golpea primero. En un último juego primoroso por parte de ambos, en el que el español logra un 30-30, la contundencia del helvético le hace ganar el tercer set por 6-3 y acreedor de su séptimo título en el torneo del que fue recogepelotas en su infancia.

Ha resultado un choque de extrema igualdad (mis favoritos), decidido por detalles, entre dos de los mejores jugadores de la historia del tenis en el que el resultado es, definitivamente, lo de menos. El espectáculo que nos han regalado los dos hoy deja la sensación de que la recuperación del balear a su mejor nivel está prácticamente completada y que las voces que lo daban por acabado para las grandes citas estaban, definitivamente, erradas. También deja al suizo reforzado de cara a un año 2016 olímpico en el que tiene depositadas muchas esperanzas. Las dos caras de la moneda que forman Nadal y Federer están perfectamente pulidas y su brillo no ha perdido un ápice de su fulgor. Ahora toca esperar para ver el capítulo 36 de este libro que ojalá fuese eterno. Esperemos que esta vez no haya que esperar tanto para disfrutarlo.

La sección de comentarios es toda vuestra, familia. ¡¡Que estalle PdB!!

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